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Tuesday 19 Mar 2024 | Actualizado a 02:32 AM

Argentina Camila Sosa Villada proclama la escritura como ‘el terreno de lo travesti’

"La literatura cuando se anquilosa, cuando se cicatriza, comienza a aburrir", sentencia Sosa, exhibiendo el fino equilibrismo entre insolencia y encanto que ha convertido en su sello.

/ 4 de diciembre de 2021 / 18:55

La argentina Camila Sosa Villada saborea la revancha de encontrarse en la feria del libro de Guadalajara (FIL) con cientos de lectores que la pandemia le impidió ver en 2020. Aclamada, la autora transgénero proclama la escritura como «el terreno de lo travesti».

«Tengo el convencimiento de que la escritura es el terreno de lo travesti», dice a la AFP Sosa, de 39 años, quien recibió finalmente en persona y con ovación el premio Sor Juana Inés de la Cruz que la FIL le otorgó el año pasado por su novela «Las Malas».

Es un ejercicio travesti por lo «mutable, inestable» y hasta «traidor» que debe ser el camino de la palabra escrita, explica.

«La literatura cuando se anquilosa, cuando se cicatriza, comienza a aburrir», sentencia Sosa, exhibiendo el fino equilibrismo entre insolencia y encanto que ha convertido en su sello.

La presencia de Sosa en la FIL supone un hecho «histórico», consideran los mexicanos Luisa Almaguer (30), cantante, y Aletze Estrada (29), activista, ambos transgénero que coinciden en que las letras, a diferencia del cine o la música, han sido un espacio ajeno para su comunidad.

«Me encanta y me da orgullo», afirma Almaguer.

«El lenguaje es mío»

Con satisfacción, Sosa considera que «Las Malas» es el mejor testimonio de una prosa travesti que «la Academia no puede definir».
El fallecido escritor argentino Juan Forn, artífice de su publicación, halló en el libro dosis de crónica y de cuento de hadas, de manifiesto político y autobiografía.

También es un acto de desquite, que logra transformar en fiesta, furia y lirismo el dolor y la miseria que Sosa vivió durante el tiempo en que debió prostituirse en el Parque Sarmiento de la ciudad argentina de Córdoba, capital de su provincia natal.

De aquella experiencia, la también actriz y dramaturga rescata sobre todo su derecho a reivindicar aquellas palabras -«travestis, putos, maricones»- que entonces le arrojaron como piedras para humillarla.

«Yo digo: ¿Por qué lavar esa mierda? ¿Por qué querernos sacar de encima eso que nos dijeron?», pregunta.

«El lenguaje es mío y yo lo voy a enfermar y lo voy a romper y lo voy a arruinar tanto como pueda, porque es algo que me dieron sin que yo lo pidiera», dice citando un pasaje de su novela.

Agradecida por «la abundancia»

Esta postura también explica su rechazo a términos como «trans», que considera «nomenclaturas que bajan de la academia blanca, europea, yanqui y se meten en nuestras bombachas (calzones)» para nombrarlas o definirlas.

«No tengo por qué estar heredando palabras que no me pertenecen, a mí sí me pertenece la palabra travesti y fíjate que en ‘Las Malas’ todas se nombran travestis, ninguna dice somos mujeres trans», enfatiza

Sosa lamenta también el «error» de ilusionarse y haber apoyado activamente al combativo movimiento feminista argentino que, a su juicio, ignora e incluso discrimina violentamente a las travestis, un acto que ve como una invitación a pensar nuevas teorías.

«Como travesti empobrecida lo viví desde que soy niña. Entonces, mejor nos vamos de aquí y pensamos otras alternativas», dice.

El éxito de «Las Malas», publicada en 2019 y que se coció lentamente hasta lograr premios y traducciones a siete idiomas, «lo que hizo fue alegrarme la billetera», dice Sosa.

A la lista de satisfacciones obtenidas se suma la cirugía para «mis preciosas tetas», coquetear con actores famosos y galanes «que me dicen que les gusto» y por los que «todas las mujeres se derriten», remata sin rubor.

Agradece la oportunidad de conocer a personas brillantes a las que admira desde niña, pero sobre todo «la abundancia» que por ahora disfruta tras las privaciones que experimentó como parte de una familia con pocos recursos.

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La migración deja de fluir en la frontera sur de México por presión de EEUU

Bajo amenaza de represalias comerciales, Trump conminó a México a reducir la escalada de migrantes centroamericanos indocumentados que pasan por su territorio con destino a Estados Unidos. Desde siempre, su principal acceso ha sido el Suchiate.

/ 21 de julio de 2019 / 09:47

El vaivén de decenas de balsas que a cada minuto cruzan el río Suchiate, frontera natural entre México y Guatemala, se ha visto alterado desde hace tres semanas por la presencia de uniformados armados en la ribera mexicana.

Sus miradas y porte marcial contrastan con el aspecto sencillo de los pobladores de la zona, que usan el río para ir de un lado a otro de la frontera -a pesar de la nueva disposición oficial de hacerlo por el punto de control en el puente- cargando bolsas de mercado, o a lo más cajas de leche, galletas, huevos o cerveza, con los que algunos comerciantes abastecen sus negocios.

Este tránsito, a todas luces ilegal, ha sido la norma en esta frontera "porosa", como la definen analistas, cruzada por mexicanos y guatemaltecos en balsas, hechas de madera y grandes neumáticos.

"Todo el tiempo ha sido el pase libre, de aquí para allá y de allá para acá. Nunca hemos tenido problema con eso hasta ahora", dice Norman Marín, guatemalteco de 34 años dedicado a importar automóviles desde Estados Unidos.

Marín había cruzado con un grupo de amigos al lado mexicano, pero se aprestaba a volver al lado guatemalteco e ingresar, por orden de un agente migratorio, por el puente fronterizo Rodolfo Robles, paso oficial entre la guatemalteca Tecún Umán y la mexicana Ciudad Hidalgo.

"Ni modo, tenemos que acatarlo, esa es la ley", dice.

El despliegue, que incluye la movilización de 6.000 soldados al sur de México y ha alterado la vida de esta región, fue la respuesta de las autoridades mexicanas a las exigencias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Bajo amenaza de represalias comerciales, Trump conminó a México a reducir la escalada de migrantes centroamericanos indocumentados que pasan por su territorio con destino a Estados Unidos. Desde siempre, su principal acceso ha sido el Suchiate.

Acceso restringido

Apenas hace tres semanas, la AFP constató que en la ribera mexicana del Suchiate no había agentes de seguridad o migratorios y el flujo de balsas trasladando personas y mercancías fluía como las aguas del río.

Pero todo ha cambiado. Miembros de la Guardia Nacional, la policía federal y del Instituto Nacional de Migración (INM) están apostados en al menos nueve puntos del Suchiate, solicitando identificaciones a todos los que cruzan, según refirieron los propios agentes.

"Mientras sean aquí fronterizos no hay ningún problema, ahora si son hondureños o más retirado, salvadoreños, esos sí van para atrás", dice sobre el operativo un agente migratorio de 41 años que pidió mantener su identidad en reserva.

Si se detecta a ciudadanos de Honduras, El Salvador, Nicaragua u otras nacionalidades sin papeles migratorios, el protocolo indica detenerlos y trasladarlos a la estación migratoria Siglo XXI de Tapachula donde son retenidos hasta concretar su deportación.

La AFP atestiguó el momento en que una mujer nicaragüense acompañada de un niño, de unos ocho años, fue intervenida por un agente migratorio y una mujer policía.

Al detectar que sus papeles eran falsos, ambos fueron subidos a una camioneta del INM que partió minutos después rumbo a la instalación migratoria de Tapachula, según refirió la mujer policía.

Golpe al comercio

El agente migratorio explica que a mexicanos y guatemaltecos se les pide que muestren una identificación y se les "hace la invitación" a que acudan al puente internacional para tramitar un pase formal. Otros colegas son menos flexibles y los fuerzan a regresar, como en el caso del guatemalteco Marín y sus acompañantes.

Las autoridades esperan que estos controles reduzcan notoriamente el flujo de migrantes indocumentados que buscan llegar a Estados Unidos, sobre todo de cara al próximo lunes 22, fecha acordada por Washington y México para evaluar los resultados de las medidas migratorias.

Datos de Washington señalan que la cifra de migrantes que llegaron a su frontera sur bajó de 144.000 en mayo a unas 100.000 en junio.

En un efecto colateral, la caída en el flujo de migrantes ha repercutido en la economía de la zona.

Verónica Hernández, una comerciante de 40 años, que vive de la venta de refrescos, cervezas y bocadillos justo sobre la ribera del Suchiate, asegura que su negocio va a la baja.

"Los negocios de acá dependen de la gente que entra de Guatemala, entonces ahorita se ha visto bastante el cambio y el negocio bien bajo porque la gente pues ya no entra", dice la mujer mientras mece en una hamaca a un bebé de meses.

"Por una parte hay más vigilancia, más seguridad pero igual afecta en lo que es el comercio", agrega. (21/07/2019)

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Mexicanos expresan rechazo y temor tras primer discurso de Trump

La sociedad mexicana no podía contener su rechazo al nuevo inquilino de la Casa Blanca que ha indignado al país latinoamericano con su discurso anti-inmigrante.

/ 21 de enero de 2017 / 02:12

En una aula de una universidad mexicana, estudiantes soltaban suspiros lastimeros y desviaban la mirada mientras veían la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en una pantalla gigante, en tanto que cientos se manifestaban en las calles de la capital.

La sociedad mexicana no podía contener su rechazo al nuevo inquilino de la Casa Blanca que ha indignado al país latinoamericano con su discurso anti-inmigrante.

Casi medio centenar de alumnos se reunieron en el Instituto Tecnológico Autónomo de México -alma mater de los ministros de Economía, Relaciones exteriores y del titular del Banco de México- para mirar el primer discurso de Trump como presidente.

Para Ana Padilla de 23 años, estudiante de ciencias políticas y relaciones internacionales, Trump le habló directamente a su base electoral cuando se trataba de un discurso para toda la nación.

«Manda un mensaje peligroso tanto para minorías en Estados Unidos, musulmanes, mujeres, inmigrantes. A mí me preocupa», dijo Padilla, quien, pese a la incertidumbre generalizada sobre el rumbo político del país del norte, no descarta sus planes de hacer estudios de posgrado en universidades de Washington o Nueva York.

Trump busca construir un muro en la frontera sur de Estados Unidos y hacer que México pague por él. Además, durante su campaña calificó a los inmigrantes mexicanos de «criminales» y «violadores» y amenazó con bloquear sus remesas.

Los gestos de los jóvenes denotaron sospecha y preocupación al escuchar a Trump afirmar que va a devolver el poder de Washington «a la gente», mientras que la imagen de Hillary Clinton durante la investidura provocó murmullos de pesar.

«Como mexicano lo que más aflige es este cambio tan radical hacia un discurso que no buscó ni conciliar», dijo Carlos Galina, otro internacionalista en ciernes que como muchos de sus compañeros apostaba por la victoria de la demócrata Clinton.

«Hoy pudo haber sido el día en que se inauguraba la primera mujer presidenta de Estados Unidos», lamentó.

Vaticinio de ‘servilismo’

Más visceral y furibunda fue la reacción de manifestantes reunidos enfrente de la embajada de Estados Unidos en Ciudad de México y alrededor del emblemático monumento Ángel de la Independencia, en el céntrico Paseo de la Reforma.

José Antonio López, integrante del Movimiento Popular Revolucionario, vaticina que la administración del presidente mexicano Enrique Peña Nieto será la «más servil» en la historia de la relación bilateral y una primera prueba de ello, afirma, es la entrega del capo del narcotráfico Joaquín «El Chapo» Guzmán a la justicia estadounidense el jueves, un día antes de la toma posesión de Trump.

«íEPN primero lo compara con (el dictador italiano Benito) Mussolini y luego dice que buscará tener una buena relación con él! La extradición del Chapo puede ser muestra de esa actitud servil que se aproxima, puede ser una forma de querer congraciarse», afirmó.

Analistas están divididos en torno a la decisión sobre Guzmán, que algunos leen como una deferencia de México con la administración saliente y otros como una primera «ofrenda» a la de Trump.

Por su parte, Peña Nieto felicitó a Trump en Twitter y abogó por un fortalecimiento de las relaciones entre ambos países.

Un primer paso en esa dirección lo darán el canciller Luis Videgaray y el ministro de Economía Ildefonso Guajardo, quienes se reunirán el 25 y 26 de enero con integrantes del nuevo gobierno para tratar temas de seguridad, migración y comercio.

Videgaray, un economista considerado entre los hombres más cercanos a Peña Nieto, asumió la cancillería el 4 de enero luego de su renuncia en septiembre a la cartera de Hacienda, tras haber gestionado una polémica visita de Trump a México que desató una oleada de críticas de sectores políticos y sociales.

En contraste con la molestia de los mexicanos, los mercados financieros se mostraron despreocupados en el primer día de la era Trump, con el peso mexicano apreciándose un 1,6% en ventanillas bancarias y un 1,5% en el mercado mayorista, a 21,60, según datos del banco central.

Los indicadores financieros de México, que comparte una frontera de 3.200 km con Estados Unidos, han mostrado un comportamiento volátil alentado en parte por el discurso proteccionista de Trump, que insiste en renegociar e incluso retirarse del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en vigor desde 1994.

«Hay una percepción de que ya se movió mucho el tipo de cambio, que ya se han descontado muchas noticias malas» en torno a eventuales medidas económicas y comerciales de Trump sobre México, explicó Benito Berber, estratega de Nomura Securities, en Stanford, Estados Unidos.

El peso anotó la semana pasada un mínimo histórico, por arriba de 22,00 por dólar, luego de que Trump reiteró que construirá el muro fronterizo y que castigaría con un gran impuesto a las empresas que muden inversiones fuera de Estados Unidos. (20/01/2017)

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