El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, negó ayer que se haya planteado la posibilidad de un adelanto electoral ante la presión de los mercados sobre la deuda pública de Italia, que le ha obligado a anunciar nuevas reformas económicas.

«En absoluto se ha hablado nunca de esto. Es una hipótesis que nunca ha existido», indicó Berlusconi al salir de su residencia romana, Palacio Grazioli, consultado por los periodistas sobre unos posibles comicios generales en 2012, en lugar de 2013, plazo de la actual legislatura.

Berlusconi dijo que no hay «ningún cambio en los programas» previstos por la mayoría gubernamental que incluye al federalista partido Liga Norte de Umberto Bossi.

Bossi anunció el viernes que el Banco Central Europeo (BCE) ha prometido comprar deuda a cambio de que adelantaran su objetivo de equilibrio presupuestario a 2013, un año antes de lo que preveía el plan de austeridad de 79.000 millones de euros.

El líder de la Liga añadió que «todos tienen miedo de que los títulos de Estado se transformen en papel mojado, pero logrando el equilibrio de cuentas un año antes, el BCE nos ha garantizado que desde el lunes comprará los títulos de Estado, por lo tanto, para nosotros es una solución, una garantía».

El líder de la principal formación opositora, el Partido Demócrata (PD), Pierluigi Bersani, mostró ayer en un comunicado su disposición a colaborar «responsablemente» en la elaboración y aceleración de las reformas que el Gobierno pretende.

«Nosotros estaremos en las comisiones parlamentarias con nuestras propuestas sobre el control del gasto público, sobre las medidas fiscales, sobre la simplificación de las estructuras públicas, sobre las liberalizaciones y demás», indicó el opositor Bersani.