En medio de la más grave acusación de corrupción que envuelve al Partido Popular español, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, negó tajantemente haber recibido pagos  y dijo que no dimitirá. Es su primera explicación pública desde que arreciara esta semana el escándalo acerca de los presuntos sobresueldos pagados durante años a la cúpula del Partido Popular (PP) por su extesorero Luis Bárcenas y aseguró que no piensa dimitir.

“Nunca he recibido ni he repartido dinero negro ni en este partido ni en ninguna parte”, dijo Rajoy, en una intervención  ante los dirigentes de su partido reunidos ayer de forma extraordinaria para abordar la conmoción creada en torno a este caso.

Bajo el título “Los papeles secretos de Bárcenas”, el diario El País publicó el jueves una supuesta contabilidad manuscrita de Bárcenas y el también extesorero del PP Álvaro Lapuerta, con un capítulo de ingresos (donaciones de empresarios, la mayoría del sector de la construcción) y otro de gastos con entregas de dinero a los altos cargos del partido.

Entre los receptores de ese dinero figuran desde 1997 Rajoy, así como la actual secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, sus antecesores en el cargo Francisco Álvarez Cascos, Javier Arenas y Ángel Acebes, y los entonces vicesecretarios Rodrigo Rato y Jaime Mayor Oreja.

El jefe del Gobierno anunció que la semana próxima hará públicas sus declaraciones de impuestos y señaló que “se equivoca” quien piensa que mediante “acoso” él va a abandonar su tarea al frente del Ejecutivo.

Escándalo. Tras reconocer que las informaciones publicadas han creado un “escándalo de grandes dimensiones”, se preguntó de dónde habían salido y quién había puesto en circulación lo que calificó de “infundios”. Rajoy acusó a los posibles culpables de la difusión de esos documentos de tratar de crear en España “una situación de zozobra e inestabilidad en un momento complicado”.

El Presidente del Gobierno atacó al líder de la oposición, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, por haber dado crédito a esas acusaciones sin calibrar el daño que hace a España.

En la misma reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP se presentó un informe provisional sobre la investigación interna acerca de su contabilidad después de que así lo ordenara Rajoy al estallar el escándalo. De acuerdo con esta conclusión provisional, la situación financiera del partido está “saneada” y las retribuciones de sus dirigentes han sido objeto de retención fiscal y debidamente “consignadas en las cuentas”.