¿Tigres de papel?
Antecedente Hasta hace muy pocos años el equipo de Achumani tenía fama de camarillero y triturador de entrenadores
Fuertes, macizos y amenazantes por fuera, frágiles y vulnerables por dentro. De ahí nace la catalogación de tigres de papel que pinta de cuerpo y desnuda de alma a aquellos de apariencia invencible y feroz detrás de la cual se encuentran grandes debilidades que los sitúan próximos a la indefensión y al fracaso. Ese es el The Strongest modelo 2013 que parece haber sufrido una monstruosa y acelerada mutación con el cambio de año: tricampeones en diciembre, estrenaron su condición ganadora perdiendo 11 de 12 puntos en las cuatro primeras fechas jugadas en el nuevo torneo liguero. (Al cierre de esta columna, todavía no se había enfrentado con Wilstermann en Cochabamba).
Los atigrados celebraron y mucho apenas consiguieron el tercer título consecutivo. De fiesta en fiesta, cada vez que aparecía en entrevistas televisivas su entrenador Eduardo Villegas, se podía vislumbrar a través de sus declaraciones un proyecto sostenible de mediano plazo con arriesgadas apuestas como la de proponerse ir mucho más allá de la simple clasificación a una siguiente fase de Copa Libertadores, pensando en pelearles de tú a tú a los grandes del continente en instancias finales.
Como expresión de intenciones sonaba a música bien interpretada por todos los miembros de la orquesta, pues hasta hace muy pocos años, el equipo de Achumani tenía fama de camarillero, triturador de directores técnicos y con la disciplina como furgón de cola en las conductas individuales y colectivas del primer plantel. No era poco entonces hablar de proyecto de cuatro-cinco años o pronunciar en voz alta eso de estar para cosas mayores en la arena internacional y en ese contexto las palabras de Villegas, las certezas del capitán Pablo Escobar y el espaldarazo del presidente Kurt Reintsch resonaban sólidas, con prospectiva y claridad de horizonte.
En buenas cuentas, el plan pasaba por la sostenibilidad, la búsqueda del tetracampeonato y una pretendida descollante actuación en el principal torneo de clubes del continente, ambiciones que nada más transcurrido un mes se han transfigurado en descabelladas e inalcanzables, al extremo de haberse llegado al límite de barajar la posibilidad de sustituir a Villegas porque la relación con algunos de los jugadores se habría tornado en insostenible a partir de un supuesto y desconcertante cambio de comportamiento del técnico que de un cuidadoso, prudente y muy atinado conductor de grupo se habría convertido en un par de semanas en un capataz severo e inexplicablemente déspota.
Apegados al sacrosanto código del secreto de vestuario, sin contar con los elementos suficientes como para confirmar estos indicios, lo incuestionable es que muchos hinchas atigrados salieron con el ceño fruncido y el estómago revuelto del Hernando Siles luego de la derrota sufrida frente a Nacional Potosí (2-3) porque consideraron que gran parte del equipo había encarado el partido de manera displicente, sin el habitual espíritu de lucha que lo distingue.
Precisamente en las evaluaciones de final del pasado año, en las lecturas sobre los desempeños de los grandes equipos de la élite europea, destacábamos que si hay algo complicadísimo de alcanzar en la competencia futbolística de hoy es esa regularidad que pueda extenderse por más de un par de temporadas, y eso es lo que, guardando las distancias, a primera vista había conseguido The Strongest para ganar con holgura el último torneo liguero, pero con su rengo comienzo en este nuevo torneo hemos tenido que retornar a la realidad caracterizada por los altibajos, la debilidad institucional y muy probablemente la falta de madurez para administrar el éxito, y tratando de evitar precipitaciones que llevan a construir castillos en el aire.
A menos de un mes del inicio de la Libertadores, el Tigre deambula con la pólvora mojada, sufriendo una crisis interna negada por todos sus actores y desnudando otra vez la inconsistencia de un profesionalismo a medias que además de encontrarse en notable desventaja en el concierto continental, se permite la licencia de hacer exactamente todo lo que no se debe para encarar el doble desafío de competir en un torneo continental y atender sus obligaciones domésticas.
¿Dónde se extravió el buen juego del Tri?
Unos dicen que se trata solamente de un problema de falta de efectividad, que Reina ha errado una enorme cantidad de goles en los primeros partidos. Otros van más allá y señalan que el bajón es general y por lo tanto el desempeño del equipo nada tiene que ver con la solidez táctica que le sirvió para ser campeón, y aquellos que basan sus percepciones en el olfato y la experiencia de años de mirar fútbol están convencidos que se trata de una defección de calidad inducida por algunos jugadores del primer equipo que tienen indisimulablemente deteriorada su relación con el entrenador.
En el primer tramo del segundo torneo liguero correspondiente a la temporada 2012-2013 The Strongest ocupa los últimos sitiales de la tabla de posiciones, a nada más un mes y medio de haber conseguido el tricampeonato de la Liga del Fútbol. El Sao Paulo y el Atlético Mineiro del Brasil, y el Arsenal de Argentina son sus rivales en la Libertadores y como están las cosas, los atigrados deberán hacer un esfuerzo en tiempo récord si no quieren un debut y despedida simultáneos.