Bolivia mostró un frágil sistema
El medio de contención y la defensa tuvieron muchos problemas
Los miembros de la inédita defensa —en línea de cuatro— de Bolivia no habían jugado nunca antes juntos, y lo pagaron caro; de paso, la selección presentó un medio campo sin solvencia ni conexión, y entre todos fueron los causantes de la goleada padecida ayer en Barranquilla. Marvin Bejarano sufrió con el lateral derecho de Colombia, Juan Cuadrado, veloz, hábil y con incursiones envenenadas. Fue una de las muestras de la superioridad que ejerció el conjunto local.
Si bien al inicio funcionó jugar en línea y dejar en posición adelantada a los rivales, al punto que a éstos les anularon dos goles, desde el primer tanto cafetalero, que también fue en off side, el sistema de juego defensivo de Bolivia comenzó a desmoronarse.
Colombia hizo retroceder las líneas bolivianas que cada vez estaban más encajonadas, entonces no hubo la capacidad para salir de ese encierro. Fue la selección la que aceptó tirarse atrás sin tener argumentos para otra cosa.
Durante el partido, el punto más flaco de Bolivia fue precisamente la banda izquierda, y eso no logró ser controlado ni cuando bajó un poco hacia ese lado Mojica, ni con el ingreso de Cardozo.
De paso, la zaga central (Zenteno y Gutiérrez) fue continuamente sorprendida con los balones al vacío y a sus espaldas, ya que más de una vez los colombianos recibieron pelotas solos y en algún caso las aprovecharon muy bien (en ese sentido el resultado no es mentiroso); mientras que por la derecha, Rony Jiménez tuvo parecidos problemas que le tocó vivir a Bejarano, aunque en el caso de Zúñiga estuvo menos activo y sus salidas por ese lado fueron más distantes una de otra.
A su turno y a pesar de los goles recibidos en el segundo tiempo, tanto Carlos Arias —que salió lesionado— como su reemplazante Sergio Galarza, tuvieron una buena actuación, sobre todo con tapadas que, en algunos casos, le ahogaron el grito de gol una y otra vez a Radamel Falcao García (Arias ganó por lo menos un mano a mano y en el caso de Galarza fueron dos veces, hasta que finalmente el goleador se salió con su gusto).
Para la vulnerabilidad defensiva de la Verde tuvo mucho que ver otra fragilidad, en este caso la del medio campo y de sus hombres de marca, en la que excepto algunos momentos de serenidad y buen toque que mostró Wálter Veizaga, el resto de la línea fue superada. El empeño de Alejandro Chumacero no fue suficiente, y Ronald García con Gualberto Mojica no fueron los conductores adecuados y excepto un par de remates de distancia, uno de tiro libre, no aparecieron como los motores capaces de originar y crear jugadas ofensivas. De esa manera anduvieron solitarios adelante Martins y Saucedo, el capitán más empeñoso en buscar juego y ayudar, pero en general también naufragaron.
Resultado impensado para los jugadores
‘No hay ánimo para nada’: Carlos Arias, arquero de Bolivia
“Es duro perder por goleada, cinco a cero, no hay ánimo para nada; pero ya se tiene el otro partido, con Argentina en casa, y tenemos que ganar para estar más tranquilos’.
‘Da vergüenza perder así’: Marcelo Martins, delantero de Bolivia
“A mí particularmente me da vergüenza perder de esta forma, creo que el equipo piensa lo mismo. Es triste. Sería lindo ganarle a la Argentina para sacarse este dolor’.
‘No esperábamos ganar por tanto’: Macnelly Torres, mediocampista colombiano
“El partido fue difícil; sin embargo, en el segundo tiempo pudimos ganar. Esperábamos que fuera por 1-0 o 2-0, pero no por tanto. La temperatura también complicó (34ºc)”.