Los campeones dicen que en 1963 fue un jugador más
En el marco de sus extraordinarios trabajos hubo uno muy recordado junto a La verdad desde la cancha, en el Campeonato Sudamericano
Los jugadores del seleccionado boliviano, campeón sudamericano de 1963, recuerdan a Lorenzo Carri como “el amigo y periodista de la palabra sensata, precisa y concreta”, y también lo evocan por el respaldo que dio a ese equipo cuando obtuvo el título, al punto de considerarlo como “un jugador más”, por su aporte.
“Lorenzo y Cucho (Mario Vargas) tuvieron una interesante participación en las selecciones de esa época, no sólo con sus comentarios mediante la radio, sino desde las notas que escribían en la Revista Panorama, y también porque hablaban bastante con los jugadores, e incluso con el entrenador, debido a la llegada y conocimiento que tenían. Carri fue mi amigo, se nos adelantó y nos deja muy apenados su partida”, afirmó Wilfredo Camacho, capitán de aquel equipo. Por su parte, Ramiro Blacut destacó a “un periodista de primera línea junto con Cucho Vargas, Tito de la Viña, Gróver y Remberto Echavarría”.
“Recuerdo su trabajo distinguido y por eso mismo marcó época. Además, como persona fue siempre educado, equilibrado y estuvo muy metido de manera profesional. En las selecciones de esos años lo llegamos a querer y respetar como si fuera parte de nosotros mismos, como si se tratase de uno más del seleccionado”.
Asimismo, Arturo López, arquero campeón de ese seleccionado, dijo que se trató de un profesional cabal, equilibrado en sus apreciaciones y cuyas críticas propositivas sirvieron bastante. “Nosotros, los integrantes del equipo Bolivia de los años anteriores, sentimos esa baja como si fuera de uno más del grupo. Él junto a Cucho Vargas tuvieron un rol muy participativo en ese campeonato”.
Desde Cochabamba, el exdelantero y actual periodista Renán López, expresó que es una baja muy dura para el periodismo nacional y en especial para el deportivo, porque se trató de un profesional que incursionó en diversos medios como la radio, la televisión y la prensa escrita.
“Nuestros más profundos pésames para la familia por la pérdida de un hombre muy centrado, el más equilibrado y preciso de los colegas periodistas que conocí. Era el que ponía la sensatez en un deporte como el fútbol que levanta pasiones y, a veces, arrastra a quienes no tienen un buen tino si están con un micrófono o al frente de una computadora”, afirmó López.
También desde el valle, el exfutbolista del 63 Osvaldo Villarroel destacó a Carri como un periodista a carta cabal. “No sólo pierde el periodismo, sino nuestra sociedad, porque hombres de esas características, siempre sereno, de buen análisis y muy profesionales, es lo que nos hacen mejorar en diversos aspectos”.
Desde aquel día de octubre
Su llegada
Lorenzo Carri llegó a Bolivia en el atardecer del 31 de octubre de 1959. No conocía a nadie, pero pronto su talento fue reconocido y su primer trabajo fue en radio El Cóndor, donde le abrió las puertas el también recordado Saúl Abdelnur Sare.
En la cancha
Con Cucho Vargas hizo La verdad desde la cancha, un programa con sintonía total sobre todo durante el Campeonato Sudamericano de Fútbol de 1963, en La Paz y Cochabamba, donde Bolivia obtuvo su primer y hasta hoy único título internacional.
Trayectoria
Trabajó en diversas radios, entre ellas Nueva América por largo tiempo. Además en Cristal. Su talento para escribir hizo que pasara por la Revista Panorama, el suplemento Hoy Deportivo, Presencia del Deporte, Viva y Marcas de La Razón. Además hizo televisión, sobre todo en la red ATB, de la cual fue su director, y en Telesistema Boliviano.
El adiós
Los restos de Carri son velados en la casa de funerales Santa María, donde hoy habrá la misa de cuerpo presente a las 15.00 y se procederá posteriormente al entierro (16.00) en el Cementerio Jardín, sector Mirador.
Ramiro Siles: El Maestro descansa en paz
Siempre dije que era un cronista deportivo, aunque la vida y las necesidades me llevaron a hacer otras cosas”, decía Lorenzo Carri. Nacido en Pasteur, un pueblo de la provincia de Buenos Aires (Argentina) el 5 de septiembre de 1933 —aunque en sus documentos figuró el seis y no el cinco como la fecha— se enamoró de la radio y de la prensa escrita en su tierra natal.
Un día, a fines de 1959, dio un golpe de timón en su vida, llegó a Bolivia y se quedó para siempre. Lorenzo contó alguna vez:
“Gracias a Saúl Abdelnur Sare y a radio El Cóndor, disfruté de mi primer empleo estable. Gracias a Mario Vargas Rodríguez tuve un lugar para salir adelante, y a Cucho le debo haberme quedado en Bolivia”. Lorenzo Carri, junto con conocidas personalidades, recibió la ciudadanía boliviana mediante una inédita Resolución Suprema del gobierno de Paz Zamora y en un acto especial en el Palacio.
Trabajó en muchas radios y también en diarios, hasta que a principios de los setenta recaló en el flamante Hoy Deportivo. Esa tarea de años junto a Miguel Velarde Tapia, del que decía que era su “hermano boliviano”; y largos ciclos de radio en Nueva América, con Raúl Salmón, y en Cristal, junto a Mario Castro, consolidaron su figura, tanto en el ámbito deportivo como en la información general.
Luego vendrían canal 9, que más tarde fue ATB; canal 2, Telesistema Boliviano —hoy Unitel—, al lado de Paolo Agazzi, y aunque la televisión le dio la mayor repercusión de su carrera, nunca olvidó la radio. Hace poco tiempo nos contaba: “Por esas ironías de la vida, salvo mi trabajo de muchos años con Juan Carlos Costas, otro gran compañero, no volví a una emisora y ésa fue mi gran tristeza de estos últimos tiempos”.
Carri fue, además, director de La Razón, y los últimos años los dedicó al suplemento Marcas de este medio, con un invalorable aporte (“Cumplo con enviarte este material para el próximo lunes, te ruego confirmarme que lo has recibido bien”, escribió el sábado, con su último Ají de lunes). Con su inseparable esposa, Teresa Urriolagoitia, fueron padres de Juan Pablo y Sergio. Carri ya había sido padre, con anterioridad, de Rafael y Daniela.
Un día le pedimos que redactara un detalle de los sitios en que trabajó y de las muchas personas que fueron sus compañeros y sus amigos. “No, por favor —contestó— yo nunca hice eso que llaman currículum, y mi pobre memoria me hará olvidar muchas cosas. Les pido que dejen en paz mi confusa historia”.
En paz descansa el Maestro.
Ramiro Siles es editor de Marcas y Señor Fútbol