Bolívar, campeón
El historiador y expresidente de Bolivia, Carlos D. Mesa, insiste con cierta razón que a esos halagos hay que sumarles otros seis campeonatos ganados por la Academia (1950, 1953, 1956, 1966, 1968 y el de 1976), es decir, tomando en cuenta desde el momento que irrumpió el profesionalismo en Bolivia.
Bolívar es desde ayer campeón de la Liga por decimoctava vez en su historia, y ha ratificado una vez más su condición de equipo más ganador del fútbol boliviano en esta “era” creada en 1977.
El historiador y expresidente de Bolivia, Carlos D. Mesa, insiste con cierta razón que a esos halagos hay que sumarles otros seis campeonatos ganados por la Academia (1950, 1953, 1956, 1966, 1968 y el de 1976), es decir, tomando en cuenta desde el momento que irrumpió el profesionalismo en Bolivia.
No es menos cierto, sin embargo, que antes el fútbol no era el mismo de hoy, y es que parte de esos títulos fueron obtenidos cuando la “era profesional” en el país se limitaba a unos cuantos equipos. Sólo hay que recordar que recién en 1954 se integraron clubes de Oruro y Cochabamba y que a partir de 1965 —es decir, 15 años después—, entró Santa Cruz.
Como un dato adicional: antes de la aparición cruceña, Bolívar consiguió tres de esos seis títulos de la anterior época, mientras que en ese lapso hasta 1976 —antes de la creación de la Liga— Oriente Petrolero sólo conquistó uno, el correspondiente a 1971, y fue la primera vez que un cruceño alzaba la Copa.
No parece justo, por tanto, meter a todos en la misma bolsa ni comparar, para insistir con el ejemplo, los títulos ganados por Bolívar —que de esa forma se mantendrá de lejos como el más ganador— con los que obtuvo Oriente, que no existía en el profesionalismo boliviano en 1950 y por largo tiempo a partir de entonces.
Tampoco se trata de desconocer lo ocurrido antes, que forma parte de las historia y quienes como Mesa consideran que debe unirse todo están en su derecho de hacerlo, no obstante, no hay que olvidar que la idea con la creación de la Liga fue precisamente aglutinar a los mejores equipos del país —de casi todos los departamentos— y eso se logró con el tiempo durante muchos años, salvo la ausencia eterna de Pando.