Atlético Mineiro vence a Newell’s y jugará la final
El partido llegó a los penales, en los que ganó el cuadro brasileño
Atlético Mineiro se clasificó ayer a su primera final de la Copa Libertadores, que jugará contra el Olimpia paraguayo, en una dramática tanda de penales (3-2) tras ganar “in extremis” por 2-0 al Newell’s Old Boys. El Atlético Mineiro, con un planteamiento muy agresivo desde el pitido inicial, adelantó la línea de presión y atosigó a Newell’s muy arriba, en el sector de creación de las jugadas.
La presión, nacida de la urgencia de darle la vuelta al resultado adverso de la ida, dio sus frutos muy temprano con el gol convertido en el minuto 2 por Bernard en una jugada que nació en un pase equivocado en la defensa argentina, que propició el contraataque fulminante.
Ronaldinho leyó a la perfección el movimiento del joven delantero, le sirvió un pase al hueco medido, y Bernard remató en velocidad, al primer toque, embocando por debajo de las piernas del portero Nahuel Guzmán.
El gol prematuro insufló una moral desmesurada al equipo brasileño y a la afición que, provista de silbatos, pitó de forma incesante cada vez que el equipo rival tocó el balón.
El equipo de Belo Horizonte trató en todo momento de explorar la velocidad de sus hombres de ataque, mientras que Newell’s se interesaba en bajar las revoluciones, en pasar con templanza y en ensanchar el campo, para comenzar a ganar algo de presencia en el lado rival, aunque todavía sin excesivo peligro.
Las faltas y las largas interrupciones del juego —por la lesión de Heinze y el corte en la cabeza de Guzmán, que tuvo que ser atendido en la cancha— contribuyeron a enfriar un poco los arrebatos del equipo local. Pero los ímpetus le brindaron al Atlético otras dos ocasiones de oro antes del descanso, en las botas de Bernard y de Josué, sin embargo en ambos casos los reflejos de Guzmán evitaron que se moviera el marcador.
El DT del cuadro rosarino, Gerardo Martino, retrasó a su equipo tras el descanso, dispuso un planteamiento más conservador y se centró en marcar de cerca a Ronaldinho y en cortar las líneas de pase hacia Jo y Bernard.
Así el equipo brasileño se adueñó completamente del balón, con posesiones más largas en el terreno de juego, pero con mucha menos profundidad, sin los bríos que había mostrado durante la primera parte. Un corte de energía obligó a paralizar las acciones por unos 10 minutos, algo que al parecer enfrió y perjudicó al conjunto argentino, que se había afirmado defendiendo su arco.
Al volver, un mal rechace en la defensa de Newell’s se convirtió en un pase a los pies de Guilherme, que acababa de entrar en el campo, y embocó a portería un derechazo desde fuera del área (95’) para llevar el partido a los penales, en los que fue decisiva la atajada de Víctor en el último disparo, ejecutado por Maxi Rodríguez. Esa instancia fue rara, ya que cuatro penales seguidos fueron fallados (dos por cada equipo).
Los datos
Apagón
El partido estuvo detenido durante 10 minutos del segundo tiempo por una falla en el sistema eléctrico.
Arrodillado
De los diez penales ejecutados, sólo cinco fueron convertidos (3-2).