¿Mera especulación?
La semana pasada se filtró un mapa del probable recorrido del Dakar 2016. En él no aparece Bolivia. Sí, en cambio, Uruguay por primera vez, Argentina, Chile —ya tradicionales países sede— y el regreso de Perú. Dicen que si el río suena es porque piedras trae.
La semana pasada se filtró un mapa del probable recorrido del Dakar 2016. En él no aparece Bolivia. Sí, en cambio, Uruguay por primera vez, Argentina, Chile —ya tradicionales países sede— y el regreso de Perú. Dicen que si el río suena es porque piedras trae.
En abril, la ASO (Amaury Sport Organisation), la empresa francesa dueña del Dakar, hará el anuncio oficial. Hasta entonces todo lo que se diga serán puras especulaciones.
El Gobierno boliviano, mediante el ministro de Culturas y Turismo, Marko Machicao, se apegó precisamente a esa posición: “Escuché rumores de eso y me he comunicado con los compañeros en Francia y todavía no hay nada, es una especulación que ha salido de quién sabe dónde, pero no hay nada oficial todavía”, declaró la autoridad.
Lo que no está claro es en qué está la gestión para que el Dakar ingrese a Bolivia por tercera vez, tras sus muy exitosos pasos durante las ediciones de 2014 y 2015. Cuando acabó la de este año, el propio presidente Evo Morales se mostró interesado en que la aventura se repita, incluso crezca.
No hay que olvidar, en todo caso, que la etapa corrida por el salar de Uyuni generó muchos reclamos, sobre todo de parte de los pilotos de motociclismo. Más allá del magnífico espectáculo turístico, las condiciones climáticas fueron horrendas para los deportistas. Hubo, incluso, aquellos que no querían saber de largar. A no dudar que el asunto pueda tener cierta influencia a la hora de tomar decisiones sobre lo que viene.
Bueno sería conocer una palabra oficial del Gobierno sobre cuál es el estado de las negociaciones con la ASO. Solo hablar de “especulaciones” no es suficiente ni tranquilizador. No hay que perder de vista el impacto que generó la visita del Dakar al país y el apoyo que recibió de parte de la gente. Ésta fue parte significativa del éxito y hoy amerita que se le hable claro.
Comprensible, también, que en esta época tan especial en el país, con elecciones subnacionales por delante, la estrategia política aconseje no decir nada.
Por ahora, cabe recordar que la llegada de la carrera más dura del mundo ha sido un éxito absoluto desde el punto de vista promocional, turístico y también económico. ¿Habrá o no capítulo tres en el país? Esa es la cuestión.