El éxito no lo exime de la proeza
Sin brillantez y sin discusión. Tuvo en Mineros a un rival de escasas luces de mitad hacia arriba y terminó —no sin demora temporal— de imponer superioridad para hacerse de un triunfo que entrará en la estadística.
Sin embargo, a kilómetros de distancia, la victoria paralela de Huracán impidió que consumara ya el objetivo esencial, el de la clasificación.
Universitario cumplió el deber. No fue explosivo, pero tuvo paciencia. A ratos luchó contra sus propias imprecisiones y hasta le cedió el balón al cuadro venezolano, que quedó definitivamente eliminado exigiendo muy poco a Olivares, lo que traduce su endeblez de recursos.
Jugó el equipo de Baldivieso al ritmo que es característico en Saucedo. Así, antes de la apertura de Castro, cuando se iba el periodo inicial, Suárez y Filipetto pudieron marcar y Romo lo evitó.
El valor psicológico del tanto sirvió para encarar el complemento. El local lanzó el anzuelo para que el adversario, obligado por la circunstancia, dejara flancos libres. Y los hubo. No obstante, Filipetto falló en la boca del arco y en ese trajín Blanco no estuvo lejos de igualar con un disparo que se fue apenas elevado.
La tranquilidad la firmó Suárez —el delantero de los goles determinantes— , rato después de una gran ocasión que Silvestre no pudo concretar.
La ‘U’ encabeza la zona, pero cerrará la campaña en Belo Horizonte, dato no menor. No es tiempo de recordar lo que dejó escapar en el Patria, sino de entender que el invicto constituye una carta de presentación absolutamente válida para abrazar la hazaña de sumar ante Cruzeiro, dependiendo de sí mismo (a menos que Mineros le tienda la mano cuando sea anfitrión de Huracán).