Bolívar quiere la copa
Imagen: La Razón
Ricardo Bajo
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Introducción: el último escándalo en casa celeste deja afuera a un titular como Villamil. La indisciplina vuelve a ser protagonista del fútbol boliviano. Así nos va. La dupla Flores-Soria no mueve el dibujo y coloca a la dupla brasileña en el ataque (Da Costa y Sávio).
Sagredo, Ferreira y Bejarano son los centrales. “Patito” Rodríguez y Luis Paz son los carrileros. Por Villamil entra un Fernando Saucedo de capa caída. Ramiro Vaca va a brillar pero también va a desaparecer en largos tramos del partido.
Aurora, como todos los equipos de Mauricio Soria, no se meterá atrás, irá al frente y por momentos dejará espacios para que la “Academia” juegue a placer.
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Las luces se apagan a la hora de dar los oncenos, las miradas se concentran en el videomarcador y los celulares iluminan el Siles.
El club Bolívar es el único club que monta un “show” en la previa con “speaker”. En la curva sur está preparado los andamios para un recital de la Gobernación.
Nudo: la primera parte es un atractivo partido de fútbol, de ida y vuelta. Los dos atacan, la mitad de la cancha no existe. Los dos dejan espacios a las espaldas de sus carrileros.
La presión alta del “equipo del pueblo” complica a la defensa “académica”. Así se adelante Aurora con un penal para que baile Jair Reynoso. El 0-1 envalentona a Bolívar que juega más y mejor. Se nota otra actitud.
Los mensajes en redes sociales del presidente Claure han llegado a buen receptor. Los celestes quieren la Copa y por momentos exhiben un fútbol vertical y dinámico, a ratos recuerdan la mejor cara de la Libertadores. Jair Torrico, carrilero por derecha, no aprovecha el hueco que deja “Patito” Rodríguez a sus espaldas.
Desenlace: en la segunda parte, la “Academia” acelera y en quince minutos pone el 3 a 1 definitivo. Aurora se obsesiona y toca siempre para salir. ¿Está prohibido dar un pelotazo para saltar líneas y evitar ese agobio? El “pressing” alto de Bolívar da sus frutos.
El celeste es un equipo intenso, hambriento, agresivo. Los de Soria quedan partidos, desequilibrados, a merced. Solo cuando el técnico cochabambino hace los necesarios cambios, recupera ese orden que evita una goleada mayor. “Patito” se da un festín por su banda para convertirse en el “man of the match”.
Post-scriptum: la llave no está cerrada. El jueves la “Academia” deberá afinar su defensa y mostrar (otra vez) su mejor cara.
Los dos partidos de la final (a jugarse el sábado y el lunes) esperan a un equipo que ha decidido reivindicarse en la recta final del año para cerrar una campaña dispareja. Claure así lo ha pedido. La hinchada celeste también necesita esta copa. Si eso pasa, la hegemonía paceña reinará de nuevo, para disgusto de algunos.
(11/12/2023)