La idea de Robatto
Imagen: Archivo La Razón
Ricardo Bajo
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Introducción: el primer día de este año el (todavía) presidente Marcelo Claure anunció en sus redes sociales una reducción salarial del primer plantel. La consecuencia de esa medida austera ha sido la ausencia de fichajes relumbrantes (algo característico de la “Academia”).
Aun así, el plantel que ahora dirige el argentino/cordobés Flavio Robatto es un buen equipo con un onceno dispuesto a brillar con una idea ultra-ofensiva.
Claure, con su inminente alejamiento de la presidencia y su adiós a la gestión para el próximo año, prefiere ahora invertir sus dineros en otros clubes y en otros deportes (en el sorprendente Girona catalán en la liga española y en los deportes acuáticos de velocidad en Brasil). Los ricos -a menudo- se cansan de sus juguetes.
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Nudo: el primer “eleven” de la era Robatto suena así. Lampe (el fichaje argentino Andrés Desábato sale de una lesión); Sagredo (Jesús), Orihuela-Quinteros-Paz; Saucedo-Vaca-Sávio; Algarañaz-Da Costa-“Pato” Rodríguez.
Es un buen onceno pero Bolívar ya no tiene una banca profunda, ya no tiene dos equipos. Si llegan lesiones y sanciones, sufrirá. En su primera banca aparecen hartos juveniles: Freita, Paulino Paz, Ervin Vaca, Diego Campos… El díscolo Bentaberry, el otro Sagredo y Lucas Chávez no están por sanciones del torneo pasado; la figura de 2023, el “Papu” Velásquez, sigue lesionado (como Justiniano).
El Club Gualberto Villarroel Club Deportivo San José (¡qué nombrecito!), a cargo de Eduardo Villegas, debuta en primera. Tiene un plantel muy corto y problemas serios en la zaga. Va a sufrir durante el torneo. En la recta, un centenar de hinchas orureños matan nostalgias gritando “San José, San José”.
Desenlace: la idea de Robatto es ambiciosa, un 4-3-3. Por momentos recuerda a la vieja “Academia” de los años noventa, a puro toque, ADN celeste. Robatto fue contratado para borrar la imagen que dejó el timorato Beñat San José. El argentino coloca a “Patito” y Algarañaz muy abiertos como extremos, como viejos “wines”. Ninguno de los dos siente ese puesto.
En la mitad de la cancha, coloca al “Menona” Saucedo como único volante de contención (Justiniano será titular cuando vuelva de la lesión) y a Ramiro Vaca (desaparecido en el debut) y a Bruno Sávio, a sus costados. El brasileño también está fuera de lugar. Robatto quiere también que su equipo juegue desde atrás con pelota controlada, que su arquero reparta con los pies. El problema es que no puede pedir eso a Lampe.
Post-scriptum: Bolívar demostró gran potencial ofensivo pero a ratos lució desequilibrado, sin marca al medio, con problemas en la novedosa zaga. Los descosidos pueden aparecer pronto, cuando juegue contra Oriente en Santa Cruz, cuando llegue el clásico en siete días.
(17/02/2024)