Biden acusa a las fuerzas de Rusia de ‘genocidio’ en Ucrania
El miércoles, Zelenski también acusó a las fuerzas invasoras de perpetrar "cientos de violaciones" a mujeres y también niñas
Joe Biden, presidente de EEUU
Imagen: AFP
El presidente estadounidense Joe Biden acusó por primera vez a su homólogo ruso Vladimir Putin de «genocidio» en la guerra de Ucrania, donde sus fuerzas intensifican su campaña para tomar la estratégica ciudad portuaria de Mariúpol.
La acusación de Biden, que ya había llamado a Putin «criminal de guerra», llega mientras Moscú prepara una potente ofensiva en el este de Ucrania que, según Washington, podría implicar el uso de armas químicas.
«Sí, lo llamé un genocidio», dijo Biden a la prensa horas después de un discurso en Iowa en el que usó por primera vez esta palabra. «Dejemos a los abogados decidir si califica como tal o no, pero a mí me parece que sí», añadió.
«Verdaderas palabras de un verdadero líder» porque «llamar a las cosas por su nombre es esencial para oponerse al mal», reaccionó a través de Twitter el presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
Las acusaciones de crímenes de guerra hacia el Kremlin se han multiplicado desde el inicio de la invasión el 24 de febrero, especialmente tras el reciente hallazgo de cientos de civiles supuestamente asesinados en Bucha, en las afueras de Kiev.
El miércoles, Zelenski también acusó a las fuerzas invasoras de perpetrar «cientos de violaciones» a mujeres y también niñas: «Se han registrado cientos de casos de violación, incluidos los de niñas menores de edad y niños muy pequeños. íIncluso un bebé!».
Luchando bajo tierra
Mientras todavía se calibran los daños del conflicto en las zonas hasta hace poco ocupadas en los alrededores de Kiev, el balance de víctimas se teme especialmente elevado en Mariúpol, donde el gobernador regional alertó de entre 20.000 y 22.000 fallecidos.
Las tropas del Kremlin llevan más de 40 días asediando esta ciudad portuaria en el mar de Azov, el último obstáculo para unir las zonas prorrusas del Donbás (este) y la península anexionada de Crimea (sur).
Los expertos ven su caída como inevitable, aunque las fuerzas ucranianas mantienen una férrea defensa. Su ejército aseguró el miércoles que los bombardeos rusos continúan, centrados en el puerto y en la gran planta metalúrgica de Azovstal.
Este enorme complejo industrial, uno de los mayores de Europa, es un foco de importante resistencia, con los combatientes usando un sistema de túneles debajo de la planta para atacar a los rusos.
«Es una ciudad dentro de una ciudad», reconoció Eduard Basurin, representante de los separatistas prorrusos de la región de Donetsk.
«Hay varios niveles subterráneos que datan de los tiempos soviéticos con lo que no puedes bombardearlos. Tienes que ir bajo tierra para limpiarlos y llevará tiempo», indicó.
Empotrados en un convoy del ejército ruso, periodistas de AFP pudieron contemplar la devastación en la ciudad, incluido en el teatro donde 300 personas murieron el mes pasado por un bombardeo atribuido a Rusia.
El lunes, fuentes ucranianas denunciaron el presunto uso de sustancias químicas en Mariúpol que provocaron problemas respiratorios y neurológicos a sus tropas, informaciones que no han sido confirmadas.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, dijo no poder confirmar estas alegaciones, pero aseguró disponer de «información creíble» sobre la posibilidad de que Rusia utilice «agentes químicos» en su cerco sobre Mariúpol.
(13/04/2022)