Del impasse de Delgado al nombramiento de Tejada, los pormenores
Se narran los pormenores del conflicto entre Rebeca Delgado, expresidenta de la Cámara de Diputados, y Carlos Romero, ministro de Gobierno, hasta el nombramiento de la cruceña Betty Tejada para presidir la Cámara Baja .
Es la segunda quincena de noviembre de 2012. En medio de protestas de los sectores gremiales y de los choferes contra el proyecto de Ley de Extinción de Dominio de Bienes en beneficio del Estado comienza la polémica entre la presidenta de la Cámara de Diputados, Rebeca Delgado, y el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
“En mis tiempos de asambleísta he visto que siempre hay una pugna y tensión entre el Órgano Legislativo y el Órgano Ejecutivo, es natural. Los del Legislativo nunca quieren que les imponga nada el Ejecutivo, pero esto no significa que se exponga tan públicamente esta puja”, dice en off un alto funcionario de Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) que relata los pormenores del conficto que llegan a su conocimiento porque hay asambleístas que tienen su confianza y suelen ir a pedirle consejo.
Delgado se queja de que el proyecto de ley que mandó a la Asamblea Legislativa Romero “está trayendo conflictos”. De hecho, los diputados del sector gremial se niegan a aprobarla. La protesta de la diputada produce la réplica de la autoridad gubernamental, quien dice que la ley no tiene ningún problema. A esto, la diputada contesta: “Puedo entrar en un debate con él (Romero)”, y el ministro contesta: “No voy a rebajarme a debatir con una persona a la que considero que está muy lejos de mi trayectoria política y académica”. En ese momento el Órgano Legislativo cierra filas en torno a Delgado, dándole su apoyo, dice la fuente.
El 27 de noviembre de 2012, los periodistas llegan poco a poco a la redacción del periódico. La comidilla es el intercambio de palabras entre las autoridades de distintos órganos. Tras abrir sus correos institucionales, uno de los redactores avisa de una carta de disculpas dirigida a la diputada de parte de Romero. Tras leer con mayor atención, alguien dice “acá nadie no se disculpa de nada”.
“Después del cruce de palabras entre Rebeca y Carlos, la primera estaba buscando su ratificación, por eso entró a descalificar a Héctor Arce (que habría sido un posible sucesor). Incluso hubo panfletos contra Arce. Ahí comenzó su campaña personal. Después, ella conversó con el jefe de bancada de La Paz (Jorge Choquetarqui) y de Cochabamba (Pedro Gutiérrez) sobre la posibilidad de que pueda ir a una reelección. También estaba buscando acordar con los de la bancada de Santa Cruz para que la apoyen y la jefatura nacional se quede con ellos. Al menos, se dijo que estaba acercándose a Santa Cruz para eso”, cuenta la voz en off.
Después —continúa la fuente que quiere el anonimato— Delgado hace su declaración pública sobre el caso de la red de extorsión, en la que afirma que sólo “se están tocando a los implicados de los mandos medios y no así a los mandos altos”. “Ésa es una palabra que quiebra a la bancada. Cuando ella se enfrenta con Romero, tiene el respaldo de toda la bancada; cuando lanza la afirmación sobre la red de extorsión, todos los asambleístas le dan la espalda”.
Intentamos conversar con Delgado; no contestó su teléfono el día que acordamos la cita.
Consensos. “El 95% de los diputados estuvo ajeno a la posición personal de Delgado”, dice Betty Tejada, la nueva presidenta de la Cámara Baja. A partir de ese hecho se reúne la bancada de Cochabamba y decide no postular más a Delgado, a pesar de que acepta el informe que le había remitido. El procedimiento para la elección de las directivas exige que sean las bancadas departamentales de la fuerza mayoritaria (en este caso el MAS) las que propongan a sus candidatos para luego votar o elegir al presidente y nueve presidentes de las comisiones con el método que más les convenga. Tres comisiones quedan para las fuerzas minoritarias.
Posteriormente, los jefes de bancadas definen como estrategia no elegir a un presidente de la Cámara de Diputados, sino a la directiva en un solo bloque. “Entonces, de manera inteligente, ya no apuestas por un presidente, sino una directiva. Quien quería ser presidente tenía que ser apoyado por todos sus pares, cosa que es políticamente imposible. Antes se elegía al jefe de bancada y después al primer, segundo presidente, etc. Así fueron las tres primeras designaciones de esta gestión. Ya no se trataba de una votación, sino de un consenso del 100%. Fue muy inteligente”.
El diputado por Chuquisaca y miembro de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) Irineo Condori cuenta cómo en diciembre cada bancada regional tuvo reuniones con el presidente Evo Morales para tener una posición unánime, pues previamente, “los últimos meses de 2012, se habían exacerbado los posicionamientos sectoriales con la discusión entre Delgado y Romero”. Explica que varios diputados plantearon que el próximo titular debería ser alguien de su sector. Específicamente, fueron las asambleístas de parte de la Federación Sindical de Mujeres Campesina Indígenas Originarias de Bolivia Bartolina Sisa, de la CSUTCB, gremiales y transportistas los que tentaron esta posibilidad con el argumento de que, cada cual, era representante de sectores con una presencia nacional que excede a las bancadas regionales del partido de Gobierno. Efectivamente, estos movimientos sociales tienen asambleístas en cada departamento.
“El caso de las Bartolinas fue muy fuerte, ellas argüían que siempre están cerca de sus bases”, relata Condori. Se bajaron esos ánimos con las reuniones departamentales con el Presidente, en las que se tocaron los temas que obstaculizaban la renovación de las directivas. Es en esos encuentros en los que se definió que no vayan a la elección ni Delgado ni Arce. “Creo que hubo errores en ambas gestiones en el sentido de hacer visible la pugna interna”.
“Al principio, ha sido un poco difícil poder elegir al presidente de la Cámara”, dice Roberto Rojas, jefe de bancada nacional del MAS. Hubo un debate interno en cada bancada. Algunos departamentos adelantaron (la designación de) sus jefes, sobre todo Cochabamba y Santa Cruz.
“Como jefe de la bancada, a la vuelta del receso, con los otros jefes, fijamos los plazos para la elección. Hasta el 18 de enero ya tenían que estar las propuestas de candidatos. Definimos que la modalidad de designación iba a ser el consenso tras el debate, no la votación, en la que siempre quedan resentidos”.
Rojas detalla cuáles fueron los candidatos. Potosí postuló a Juan Carlos Cejas (“pero su bancada retiró su candidatura”); La Paz, a Lucio Marca, que de igual forma fue retirado (“el departamento ya tuvo a un presidente y por alternancia desistieron”); Cochabamba presentó a Evaristo Peñaloza, “abandonaron la pretensión por qué era presidente de la Comisión de Ética saliente y porque ya tuvieron presidente (justamente Delgado”); Tarija, propuso a Luis Alfaro, pero como era secretario de la directiva saliente no prosperó la postulación; Chuquisaca sugirió a Efraín Balderas; por último, quedaron como aspirantes el asambleísta Marcelo Elío, de Oruro, y Betty Tejada, de Santa Cruz. Ambos fueron “finalistas”. Pando y Beni no tenían candidatos.
Lo primero que se consideró fue que el puesto rote, cuenta el jefe nacional de la bancada del MAS. Así, la Comisión de Autonomías, presidida por Tejada por tres años, pasó a La Paz cuando fue elegida tras los debates. Luego, se tomó en cuenta como primordial el compromiso político, “que sea leal al instrumento”; y por último, la aptitud y el conocimiento técnicos. Las reuniones internas comenzaron el 24 de diciembre de manera regional, desde el 8 de enero se realizaron discusiones entre jefes de bancada y luego con el presidente Morales, especifica Rojas.
El encuentro definitivo fue el jueves 17 de enero, desde la mañana. Como ya hubo reuniones previas, cada bancada exponía la razón por la que retiraba a su candidato hasta que quedaron Oruro y Santa Cruz. “El Presidente participó en la definición. Uno de los argumentos definitivos fue que Tejada era la única con proyección nacional”, afirma Rojas.
No obstante, el consenso demoró tres horas, entre las 08.00 y 11.00.
Condori cuenta que hubo una lectura rápida del sentido de alternancia y las bancadas iban abandonando sus candidaturas. “Si bien no hubo un 100% de acuerdo, se mantuvo el contento”. ¿Pero qué argumentaba ese margen que tardó en estar de acuerdo inicialmente?
Primero, hubo representantes que no querían que la presidencia se quede en el eje troncal (La Paz, Cochabamba o Santa Cruz). “Si bien no se expresó esto abiertamente, entre nosotros analizamos ese aspecto. Yo soy de Chuquisaca y ése es un tema pendiente en la bancada nacional”, cuenta.
El segundo conflicto “fuerte” se refirió a que se dé lugar a una representación campesina, ya sea de las Bartolinas o de la CSUTCB. “Sólo nos diferencia el género, ambos somos del área rural; lo que nos une no es lo regional, sino nuestras organizaciones. Esa discusión fue fuerte. ¿Por qué siempre tienen que presidir las bancadas con más asambleístas? Tal vez los números son más fuertes, pero esa asignación seguramente volverá en el futuro”.
Adicionalmente, algunos asambleístas trajeron a colación el pasado político de Tejada. Hubo comentarios en el MAS que recordaban que había sido diputada suplente de Roberto Landívar, de Acción Democrática Nacionalista (ADN). De 2002 a 2003 fue diputada por Nueva Fuerza Republicana (NFR). Ambos partidos de ultraderecha. Posteriormente, fue expulsada de NFR por haberse sumado al MAS.
“Hubo algunos que han planteado esto de NFR. Pero luego se aclaró la situación. Todos tenemos pasados. La política es como un viento. En un momento muchos estaban con Conciencia de Patria (Condepa), por ejemplo, y ahora apoyan al MAS. Son bienvenidos si tienen compromiso”, señala Rojas. Saldado esto, no hubo mayor dificultad en lograr el consenso.
Designación. La mañana de su nombramiento, Tejada pensaba en los tres años que había presidido la Comisión de Autonomía y en su determinación de tomarse un “año sabático” abandonando esa presidencia. “Quería dedicarle más tiempo a Santa Cruz y a mi familia”. No creía que su candidatura terminaría por ser la ganadora, sin embargo, cambió su esquema inicial con la posibilidad de resultar electa.
“Cuando la designación fue un hecho quedé impactada, vi que tenía una gran responsabilidad: representar un proyecto que en determinado momento fue muy resistido en mi propia tierra, donde había sido declarada traidora por ciertos grupos”, cuenta.
“La agrupación a la que pertenezco (Santa Cruz Somos Todos) abrió la puerta urbana al MAS en el momento más difícil de 2008, en pleno golpe cívico prefectural. Fui insultada en todos los canales de Tv y por la misma clase media tradicional a la que pertenezco”, recuerda. Esos cuestionamientos fueron “muy incómodos”, porque “algunos” se olvidan que apoyé al proceso momentos en que en Santa Cruz “esto significaba el propio pellejo”.