Irrumpe el MAS en Santa Cruz ante la fragmentación de los liderazgos locales
El MAS y el empresariado cruceño se acercan; esto no puede sino significar una debacle de la polarización que experimentó ese departamento hasta 2009.
El tiempo de la toma de instituciones en Santa Cruz en 2008 y de la polarización que empezó en 2007 con la “media luna” parecen lejanos ahora que el presidente Evo Morales inauguró la Expocruz y gobernó desde la capital oriental por siete días. Es que, hace poco, el Mandatario no era invitado a ese evento, y ciertos liderazgos cruceños hasta hacían razón de Estado para evitar su asistencia a ese acto de trascendencia internacional o aterrizar en la ciudad.
El fenómeno político ha removido el debate sobre si por fin el Movimiento Al Socialismo (MAS) y su líder han logrado penetrar en ese espacio electoral que hasta las elecciones de 2009 se mantuvo en manos de la oposición al Gobierno. Ante la crisis política, los empresarios, que expresan dudas de las garantías gubernamentales sobre sus inversiones, se convirtieron en los aliados de la administración de Morales.
De todas maneras, hay un virtual equilibrio de la correlación de fuerzas entre el oficialismo y la élite cruceña. El sociólogo Fernando Mayorga explica que lo que se vive es una tendencia que metaforiza con la “fuerza centrípeta”, es decir, aquélla que atrae a lo que la circunda hacia su centro. “Todos se recorren al centro y el centro es el proyecto del MAS expresado en el Estado Plurinacional. Santa Cruz, hasta 2010, planteaba el modelo de la autonomía departamental como contrario al Estado Plurinacional”, describe.
Así, recuerda que hoy Rubén Costas —“la principal figura del autonomismo”— habla de pacto fiscal con el Estado y así “todos los sectores” se han ido acercando a ese “centro hegemónico como forma de sobrevivencia y posibilidad de crecimiento”.
En el mismo sentido, aunque con grandes matices, para la analista Helena Argirakis, el almuerzo del jueves 19 del Presidente con empresarios, la invitación a inaugurar la Expocruz, en fin, la recomposición de las relaciones del Gobierno con el empresariado significan “el cierre del ciclo inaugurado con la toma de instituciones (septiembre de 2008) y la conspiración del caso Rózsa. Las correlaciones de fuerza en el momento del ‘empate catastrófico’ y la polarización terminan en estos eventos de la feria”.
Tras el ascenso de Morales al poder en 2006, la resistencia de las élites del país, vinculadas a administraciones anteriores y a intereses transnacionales, se articuló en lo que ellos llamaron la media luna (compuesta por las prefecturas y comités cívicos de Pando, Beni, Santa Cruz —de mayor fuerza—, Tarija, Chuquisaca y Cochabamba), luego rebautizada, sin Cochabamba, como Consejo Nacional Democrático (Conalde). A veces apelaban a métodos democráticos y otras confrontacionales con el Gobierno.
Esta organización sufrió en cada una de sus iniciativas una derrota política: el referendo revocatorio alejó a dos prefectos de oposición, José Luis Paredes (La Paz) y Manfred Reyes Villa (Cochabamba), la objeción a la nueva Constitución no tuvo efecto y visibilizó su tendencia racista (casos de Santa Cruz y Sucre), y la polarización en la toma de instituciones en Santa Cruz, el caso Terrorismo o la masacre del Porvenir en Pando terminaron de frenar el avance de su fuerza política.
La presidenta de la Cámara de Senadores, Gabriela Montaño (MAS), hace el recuento: “En 2007 y 2008 grupos de poder de Santa Cruz intentaron hacer frente al Gobierno violentamente y no tuvieron resultados. Ese escenario no finalizó este año, sino que viene en desgaste desde un tiempo y se definió de manera pacífica y democrática”, dice.
Hace una referencia a los actos de esta semana en Santa Cruz, en los que Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera participaron sin mayores reparos locales. Afirma que muestran el plano simbólico, pues —en su criterio— el MAS, territorialmente, “ya era la segunda fuerza política departamental al obtener dos de las cuatro senaturías en 2009”.
Considera que se trata de una lectura de “complementariedad”. “Se han ido despejando los fantasmas mediáticos contra el Gobierno y los empresarios han comprendido que no se puede avanzar sin la inversión pública”, señala Montaño.
Por su parte, el senador opositor de Convergencia Nacional (CN) Germán Antelo ve que en realidad “poco o nada” ha cambiado con relación “al sentimiento de los cruceños”. No se puede hablar de correlación de fuerzas, pues lo que “ha existido es que la institucionalidad política del Gobierno ha dominado a la institucionalidad económica —que tienen su mayor fuerza en Santa Cruz—, la cual ha decidido acomodarse a esa nueva institucionalidad y trabajar para intentar tener seguridad jurídica”.
Sin embargo, no cree que esto último vaya a realizarse, pues “los medios de comunicación ya hablaron de que miles de hectáreas están siendo avasalladas por gente que dice ser cercana al MAS. Entonces, por un lado se promete seguridad jurídica y por otro se invade la propiedad. No es un buen negocio aliarse con el MAS”, advierte.
En criterio de Antelo, este acercamiento es “un juego de intereses. El MAS tiene que mostrarse como buena gente para generar adeptos en Santa Cruz en vistas a las elecciones y tratar de penetrar así el departamento”.
La “penetración del MAS” —continúa— no es al pueblo de Santa Cruz, sino a algunos sectores productivos por una relación “de conveniencia”. El presidente Morales gobernó desde Santa Cruz durante siete días la semana pasada, algo impensable en 2007 y 2008, cuando el Conalde se encargaba de organizar grupos que dificultaban que el Presidente pueda ir siquiera a las capitales de departamento que lo conformaban.
Así, en estos días, el Mandatario anunció varias inversiones y proyectos para la región, como la planta separadora de líquidos en Rositas ($us 1.488 millones), una termoeléctrica en Warnes ($us 170 millones), la ampliación del aeropuerto de Viru Viru ($us 4,5 millones), la construcción de una línea férrea entre Motacucito, el Mutún y Puerto Busch ($us 456 millones) o el tren Bulo Bulo-Montero ($us 250 millones), entre otros.
El presidente de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), Luis Barbery, destacó la presencia de la máxima autoridad y pidió unión entre el empresariado y el Gobierno. “Los empresarios y el Gobierno debemos ser socios, pero para esto queremos industrializar nuestra producción”.
En contradicción con Antelo, su colega Montaño asegura que el plan estratégico del Estado para Santa Cruz no es privativo de este departamento, sino que incluye a los nueve y no tiene que ver con “ningún interés electoral, sino un programa de Gobierno”.
El Gobierno —dice— “ha demostrado” que quiere el desarrollo de Santa Cruz, asimismo, el empresariado ha comprendido que el Estado es un buen “impulsor y un inversor fuerte”. Nada de lo sucedido se explica con “un cambio de actitud del Gobierno”, pues éste nunca “atacó a Santa Cruz”.
Esta manera de explicar la llegada del partido gobernante al departamento que fue el bastión del Conalde es compartida por Argirakis. “El Gobierno hizo una serie de gestiones para la región que nunca antes se habían realizado”.
Argirakis explica el avance paulatino del MAS —con un Gobierno “indianista y estatista que fue subestimado” por las élites— con la inversión de la incomprensión de las potencialidades de alianzas. “El Gobierno les obligó a superar su racialización del poder y tener relaciones tolerantes con la condición indígena”, afirma.
Otro factor que ayudó al MAS —prosigue— fue la fragmentación de las élites cruceñas divididas entre los moderados y los radicales que hicieron la toma de instituciones. “Esta pugna continúa. Rubén Costas dice que los mayores detractores de su candidatura provienen del mismo bloque político conservador que se está radicalizando”, comenta Argirakis.
Mayorga, entretanto, considera que el fenómeno de la irrupción del MAS en Santa Cruz se explica en dos elementos. El primero es de naturaleza tendencial: “el MAS está en el Gobierno desde 2006”, y el segundo tiene que ver con una penetración territorial a causa de la derrota del Conalde y la fragmentación de las élites regionales.
A esto suma lo ya dicho de la propensión centrípeta hacia el Estado Plurinacional y la orientación que el MAS ha dado al Gobierno. “Se trata de una construcción minimalista del partido oficialista que significa asumir posiciones moderadas ya sea con relación al indigenismo o con relación al estatismo”.
Las políticas con relación a la inversión extranjera visibilizan una “línea heterodoxa, no es exclusiva de nacionalización o estatalización. Esto muestra una sensibilidad distinta del MAS hacia el mercado, lo cual ha implicado que los empresarios tengan otra posición”.
Desde 2011, el MAS estuvo ampliando su manera de definir la agenda, de sólo mediante cumbres sociales hacia la consulta a sectores productivos; todo en correlación a esa “línea moderada del MAS”.
Más allá de los proyectos para Santa Cruz, electoralmente muy rentables, las encuestas también favorecen a Morales y al MAS. Captura Consulting —por encargo de la revista Poder y Placer— hizo un estudio en junio de este año. A la pregunta ¿acepta usted la gestión gubernamental de Evo Morales como presidente de Bolivia?, el universo seleccionado de Santa Cruz respondió que “sí” en 47% y “no” en 45, 3%. Y la intención de voto de julio, publicada en agosto por el mismo impreso, arrojó este guarismo: 29,2% a favor de Morales, en relación al 26,4% del Gobernador de Santa Cruz. Fue un repunte nunca antes experimentado.
No obstante las encuestas, si bien pueden ser significativas, nunca son una fotografía completa. En ese sentido, Antelo menciona las encuestas que daban la victoria a Jessica Jordan en Beni, quien luego perdió.
‘(Hay que) decir que no estamos resentidos’: Evo Morales, en la inauguración de la Expocruz
Decir al pueblo cruceño (que) no estamos resentidos; siento que trabajando nos ganamos la confianza del pueblo cruceño, del pueblo boliviano. Estamos aquí para trabajar de manera conjunta con ese empresario responsable. Para mí, ese empresario honesto sabe lo que invierte con responsabilidad social, empresario patriota, no es ningún oligarca, no es ningún gamonal.
‘Es una relación de conveniencia’: Germán Antelo es senador de CN por Santa Cruz
Es un juego de intereses que tiene que ver con el año electoral. El MAS quiere mostrarse como un facilitador de la institucionalidad económica. No hay ninguna penetración del MAS en el pueblo cruceño, sino una relación de conveniencia exclusivamente entre algunos sectores productivos y el MAS. El resto sigue sabiendo que se persigue al que piensa diferente.
‘Se despejaron los fantasmas mediáticos’: Gabriela Montaño es presidenta del Senado
La confrontación violenta de la élite cruceña no tuvo éxito en 2007 y 2008, Se definió por la vía democrática, el MAS obtuvo dos senaturías y tuvo una votación de más del 35% ya en 2009; entonces se fueron despejando los fantasmas construidos mediáticamente contra el Gobierno, el cual ha mostrado tener un plan estratégico a largo plazo para el país y Santa Cruz.
‘Es de gran magnitud simbólica’: Helena Argirakis es politóloga
Es de gran magnitud simbólica que el presidente Evo Morales haya gobernado desde acá (Santa Cruz) por siete días. Ninguno de los periódicos locales reflejó esta significación porque no lo han visto en perspectiva histórica. Pero es sumamente importante por significar el fin de la polarización, pues la conspiración desde la derecha nacional ha sido superada.
‘La tendencia general es la centrípeta’: Fernando Mayorga es sociólogo
Hay una tendencia general centrípeta, es decir, que todos se recorren al centro y el centro es el proyecto del MAS expresado en el Estado Plurinacional. Eso no sólo es para los políticos, sino también para los empresarios porque la tendencia alcanza a todas las partes por la definición de modelo de Estado del MAS de desarrollo y de posiciones moderadas.