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Jorge Quiroga: Naciones Unidas? La que calló cuando denuncié la re-reelección?

Quiroga quiere “ver las caras” de los observadores internacionales que llegarán  para las elecciones de octubre. Afirma que la OEA y la ONU callaron ante la “re-reelección” de Evo Morales.

/ 24 de agosto de 2014 / 04:02

Jorge Quiroga es muy duro con los funcionarios de Naciones Unidas y de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que “se callaron” cuando denunció la tercera reelección de Evo Morales con la Ley de Aplicación Normativa; dice que esperará a las misiones de estas organizaciones. El expresidente y actual candidato presidencial contesta a Animal Político.

— Su programa dice que en 2009 declinó su candidatura para no dispersar el voto, ¿eso ya no es válido?

— Las circunstancias son diferentes. Yo nunca he fraccionado el voto para favorecer al actual Gobierno, otros lo han hecho repetidas veces. Otros han postulado para obtener unos cuantos asambleístas, sacar un concejal de oro en La Paz… Yo nunca lo he hecho. En 2009 se estructuró una candidatura con Manfred Reyes Villa y Leopoldo Fernández, que ese momento simbolizaba la resistencia y tenía apoyo en los cuatro departamentos que formaban la “media luna”, lo que hacía matemáticamente imposible mi postulación. Además, (en 2009) no decliné a cambio de curules. Sé que nunca he bajado del 22%, no lo voy a hacer. En este momento, si hubiera una candidatura alternativa que pueda tener un relativo éxito, no habría tenido problema… No tengo obsesiones personales, pero (ahora) se está estructurando gente que busca defender un espacio regional o un interés particular. Creo que Bolivia necesita una alternativa real en esta elección y la prueba de que tenemos la razón es que somos el único proyecto en franco ascenso.

— Dice que nunca bajó del 22%, ¿esa es su expectativa mínima?

— No, yo no hago predicciones. Simplemente doy el dato del pasado. Sé que el 12 de octubre la votación va a estar concentrada entre el MAS y nosotros. Estaremos en primer lugar o disputando una segunda vuelta.

— Otro tema, el nuevo marco constitucional ha sido asimilado en todas las propuestas, no veo lo mismo en la de su partido.

— En La Calancha aprueban un texto, dejando gente muerta. Trasladan la sede a Oruro, concertan con elementos de la oposición, Unidad Nacional y el MSM (Movimiento Sin Miedo). En diciembre de 2007 hacen una sesión aeróbica. Llega la conflictividad de 2008. Eso trae mediación internacional, llegamos al Congreso donde Evo Morales dice que no se cambia una coma, y se cambia 147 artículos. (…) La re-reelección que estaba ad perpetuam se cambió a una sola, como se comprometió Morales.

— Para negociar con eso la aprobación del resto del texto.

— Claro, y con todos los mediadores internacionales presentes. Y ¿qué dice el informe de la OEA, CPDoc 443509? Que el texto de La Calancha sufrió 147 modificaciones, entre ellas dice textual: “se limitó a una sola reelección presidencial”. Ahora va a llegar la misión de observación de la OEA otra vez, yo los estoy esperando con todas las denuncias que he hecho: a la OEA, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el video de Morales en que dijo con toda claridad. Fue el engaño más grande al pueblo boliviano. Quien no respeta la Constitución es el MAS (Movimiento Al Socialismo). Suspenden autoridades electas con mera acusación fiscal.

— Hasta la inconstitucionalidad del “desacato”.

— Ah, qué oportuno, una vez que acabaron de suspenderlos, le dicen a su Tribunal que “ya no, porque nos va a empezar a afectar”. Pero la re-reelección es el peor engaño, eso sí que se llama violar la Constitución, robar el voto a un pueblo entero y contravenir un acuerdo avalado por la OEA y las Naciones Unidas, que están viniendo, los estoy esperando, quiero ver qué cara ponen. Por eso, cuando me dicen ‘informe de las Naciones Unidas’, ¿cuál Naciones Unidas?, ¿las que estaban en el Congreso y avalaron ese acuerdo y cuando les mandé la carta se callaron por mantener su cargo? Burócratas incompetentes. Estaba la señora Yoriko (Yasukawa. coordinadora residente del Sistema de las Naciones Unidas en Bolivia hasta 2012). Ella sabe, le dije que le mandé la carta y me dijo ‘no, yo no quiero meterme en líos políticos’. Estos no son líos, usted estaba allá (cuando Evo dijo que no se iba a postular sino solo una vez más), ‘nada más diga si ése fue o no el acuerdo’. ‘Soy generoso’, dijo Morales. Esta postulación de Morales es la violación más grande a la Constitución de Bolivia. Como lo hizo Fujimori en 2000. La Comisión de Derechos Humanos hizo un informe durísimo ese entonces, espero que aquí lo haga; sé que no lo van a hacer, pero yo quedo tranquilo con mi conciencia y la historia. Cuando llegue la misión, los voy a esperar con la demanda, con la documentación, las cartas de José Miguel Insulza y el informe de la OEA que dice que había una sola elección presidencial. Luego ajustaron a Insulza, ¿cómo lo amenazarían?

— Volviendo al nuevo marco constitucional, hablando de usted y no de las violaciones que usted pueda atribuir al Gobierno…

— Yo respeto la Constitución, el Gobierno, no. Si hubiere necesidad de ajustes, hay mecanismos: propuesta de reforma, aprobación en el Congreso y referendo, pero nunca haré lo que hizo Morales.

— Vuelvo a su propuesta. Habla de estatizar la coca

— ¿A quiénes les va mejor en el gobierno del MAS? A sus dirigentes (…), a los cocaleros del Chapare, con fábricas, petroquímica, aeropuerto internacional y toda la cocaína que se produce; el tercer grupo, en un gobierno “dizque socialista”, son los banqueros, 30 familias. Han ganado 1.300 millones de dólares. Este año ganarán 200 millones de dólares. Al ahorrista ¿cómo nos va?: tasas negativas.

— A propósito, ¿aún tiene vínculos con el Banco Mercantil?

— Hace 15 años que no. La política y el sector económico son incompatibles, lo hice en la década de los 90 y ya lo vendí hace 15 años, no tengo vínculo empresarial con nada en Bolivia ni del extranjero. Vivo de mi trabajo.

—¿En qué trabaja?

— Trabajo en 14 organizaciones, conferencias, consultorías. Cuando Evo me mandó a enjuiciar a Sucre mostré todo, por qué viajaba mucho; claro, acá no trabajo. Trabajo en Haití, en China, Azerbaiyán, España, Colombia, México. Estoy en el Instituto de Cambio Climático, en el directorio de la Biblioteca de Alejandría, el Foro China América Latina, el Club de Madrid (y otros más).

— ¿Está de ida y vuelta a EEUU por su familia? Esto con relación a la acusación de Quintana de una “relación umbilical” suya con EEUU.

— Son las bellacadas. Le digo al Presidente que mande a insultarme a un masista, no a un capitán que fue a la Escuela de las Américas a aprender represión. Los advenedizos tienen que insultar para probar que son leales.

— Hablando de la Escuela de las Américas… Banzer, su septenio fue de los más brutales, ¿el 27% de votos en 1997 lo redime?

— No comparto tu calificación. Será la historia la que juzgará. Se pierde la democracia con Ovando. No era el caso de Chile o Argentina. Banzer trabajó en democracia y se reconcilió con mucha gente con la que estuvo enconadamente encontrado: Jaime Paz, Luis Ossio, Motete Zamora y otros. Tuvo la capacidad de reconciliarse. A este Gobierno le gusta sacar a relucir el nombre de Banzer. Si no les gusta Banzer, ¿por qué pusieron a Betty Tejada?, familiarmente vinculada y la primera dama departamental del gobierno de Banzer, casada con el prefecto de Banzer. Quintana… no tuvieron problema de ponerlo de ministro. Carlos Subirana, exministro de Justicia de Banzer… Después de nueve años, no nos tragamos los cuentitos que el Gobierno usa para estigmatizar.

— Pero más allá del Gobierno… Mucha gente sufrió mucho por Banzer.

— Y soy amigo de muchos de ellos, comenzando por Jaime Paz, conozco a mucha gente que luchó y supo reconciliarse, yo trabajo para el futuro.

— Volviendo a su programa, habla de “cercos que enclaustran a Bolivia”. ¿Cuáles son?

— Hay cercos físicos a la oposición. Fuimos golpeados y ultrajados cuando hacíamos oposición en 2006, 2007 y 2008, hoy no requieren hacerlo porque no hay oposición real. El otro cerco es comercial, se han perdido mercados en Europa y Estados Unidos, desaprovechando la mejor coyuntura histórica para Latinoamérica. Hemos concentrado más que nunca las exportaciones con precios extraordinariamente altos, producto de gestiones y contratos pasados, pero se ha perdido la base industrial. No estamos aprovechando la bonanza china para exportar productos agrícolas e industrializados.

— ¿Y “cercos” en cuanto a relaciones internacionales?

— En ese aspecto pertenecemos a un bloque cada vez más pequeño y peor visto: la Alianza Bolivariana (para los Pueblos de Nuestra América) mal llamada Alba, porque en realidad es ‘noche democrática’, porque se pisotean los derechos, se acaba la libertad de expresión, se tritura a la oposición. Es un grupo que se está reduciendo a Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Cuba y Bolivia; cada vez son menos.

— ¿Y su contrario, la Alianza del Pacífico?

— Bolivia tendría que ser el primer interesado en gravitar sobre el Pacífico, que es nuestra vocación histórica. Yo no entiendo por qué se denosta un acuerdo que tiene lo que más nos interesa: gravitación con el Pacífico y proyección hacia los mercados más importantes del mundo en Asia. Nos interesa no solo por la demanda marítima, pero el Gobierno prefiere seguir las políticas dictadas por Venezuela y quedarnos encerraditos en el Alba ¿Qué vendemos en el Alba? Nada. Deberíamos seguir la línea de gravitación que más nos interesa: China y Brasil

— En ese sentido, ¿cómo ve a Brasil? Los sectores conservadores de Brasil no están contentos con un trato “de igual a igual” con Bolivia…

— No, yo creo que hay molestia por temas elementales, como no respetar tratados de asilo. El Gobierno ha privilegiado el encono contra el Chonta (Róger) Pinto a la buena relación con Brasil. La prueba de ello es que la Embajada está vacía, no hay embajador.

— ¿Cómo evalúa comercialmente la relación con el Brasil?

— Se tornó la más importante desde la llegada de Itamar Franco y Fernando Henrique Cardoso como Canciller a Cochabamba. Con Herbert Müller, en el gobierno de Jaime Paz, firmaron el contrato de integración gasífera: el contrato más importante de la historia del país. Ese contrato nos da de comer hoy, fija los volúmenes y precios que rigen. Luego fue el gasoducto, que se inaugura en 1999. También está la pregunta cinco del referéndum por el gas sobre el 50% de las regalías para Bolivia. Luego está la Ley 3058 promulgada por Hormando Vaca Díez. Eso trae los recursos de la relación binacional. Hay que recordar que el MAS se opuso a todo esto.

— Bueno, pero los contratos se han renegociado posteriormente para favorecer al Estado…

— Al amparo de la Ley 3058, siempre que se cambia la Ley de Hidrocarburos cambian los contratos. El 50% de IDH se comienza a cobrar con Eduardo Rodríguez Veltzé, no con Evo Morales. Lo que pasa es que los volúmenes y los precios siguen escalonando.

— Pero el IDH estaba originalmente en la propuesta de ley de Carlos Mesa que fue bloqueada por el Congreso presidido por Hormando Vaca Díez…

— Estaba en la ley que promulga Vaca Díez, que Mesa no quiso vetar ni promulgar, hizo el referéndum y luego vino el impasse; Morales le pedía la renuncia si la promulgaba, la devolvió al Congreso. Está en las fotos. Yo tenía ese entonces cuatro diputados, ellos votaron a favor de la Ley 3058 porque le convenía al país, Morales en contra, esos son los datos que este Gobierno prefiere que no se sepan. (Los contratos posteriores) uno a uno los corregimos en abril de 2007 y son esos los que traen los ingresos que vienen del Brasil, el gasoducto, la pregunta cinco del referéndum y la ley del IDH, a todo lo cual se opuso Evo Morales o hizo mal, como los contratos que tuvimos que corregir.

Perfil

Nombre: Jorge Quiroga Ramírez

Nació: 05-05-1960

Profesión: Ingeniero industrial

Ocupación: Candidato a la presidencia

Política

A fines de los 80 se unió a Acción Democrática Nacionalista (ADN). Fue vicepresidente del gobierno de Hugo Banzer Suárez (1997). Por sucesión constitucional fue presidente de 2001 a 2002. Posteriormente, candidateó a la presidencia por Podemos. En 2009 declinó su candidatura y hoy se vuelve a postular por el Partido Demócrata Cristiano (PDC).

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América Latina en la mira de EEUU, otra vez

Una conversación con el destacado abogado, intelectual y exministro boliviano, Reymi Ferreira.

/ 21 de abril de 2024 / 06:58

El Punto Sobre la i

Esta semana, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, generó un nuevo incidente diplomático en la región, cuando acusó a Bolivia y Chile de tener en sus territorios a agentes terroristas iraníes. La aseveración motivó la protesta de ambos países. Bullrich presentó sus excusas antes Santiago, pero no ante el gobierno boliviano. Al presente, la referida ministra del país rioplatense anunció que mantiene sus fronteras en el norte y embajadas “con alerta alta”.

Si bien este es el más reciente episodio en el que se gatillan tensiones diplomáticas desde el gobierno de Javier Milei, no es ni por si acaso el primero. El mandatario ya sostuvo controversias y se refirió con adjetivos ofensivos a otros presidentes de América Latina. Tal fue caso con sus pares de Colombia, Brasil y México. Protagonizó además otro entredicho con China. Cabe señalar que Brasil, China, Chile y Colombia están entre los países más importantes en el intercambio comercial argentino.

En el caso de la ministra Bullrich, cabe además recordar que, en 2021, el Gobierno argentino “denunció penalmente el contrabando ilegal de armamento y municiones que el gobierno de (Mauricio) Macri envió a Bolivia el 12 de noviembre de 2019”, según indica una nota oficial del Ministerio de Seguridad. La acusación se dirigió contra la actual titular de esa cartera de Estado, el expresidente Macri y otros funcionarios.

El año pasado, la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson, se presentó ante una comisión de la Cámara de Representantes de su país e informó en relación al denominado triángulo del litio, conformado por Argentina, Bolivia y Chile. “Esta región está llena de recursos y me preocupa la actividad maligna de nuestros adversarios que se aprovechan de ello, aparentando que están invirtiendo cuando en realidad están extrayendo”, aseveró la militar.

A principios del mes en curso, Milei y Richardson sostuvieron un encuentro en Ushuaia, capital de la provincia Tierra del Fuego. En la cita, acordaron la creación de una “base naval integrada” entre ambos países. Argentina se comprometió en la adquisición de equipo bélico estadounidense, incluyendo cazas F-16 mediante un subsidio de $us 40 millones, según indica una nota oficial de la Embajada de Estados Unidos en el país vecino del pasado jueves.

Conversamos respecto a estos temas con el destacado abogado, intelectual y exministro, Reymi Ferreira. El diálogo recorre diversos aspectos, comenzando por la acusación de Bullrich de la última semana, hasta abordar la situación de la región en un momento de transiciones geopolíticas de gran importancia.

– ¿Cómo se pueden entender estas tensiones diplomáticas que vienen siendo gatilladas desde el actual Gobierno argentino?

Es la nueva derecha, la nueva ola conservadora que está en América Latina, que en realidad llega a ser la segunda. La primera la trajo Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil. Bolsonaro ha sido en realidad el pionero en América Latina, que trajo esa ola de los ultraconservadores de Estados Unidos, y en la que Javier Milei juega un papel. Un peón más de la estructura neoconservadora que ha llegado a América Latina; que no dejan de ser elementos disociadores que están al servicio de intereses extranjeros, están al servicio de las potencias imperiales. Y lo lamentable es el silencio, prácticamente la falta de condena contra este tipo de exabruptos y este tipo de políticas. Pero yo creo que es parte de una oleada continental que viene desde los grupos más tenebrosamente conservadores de Estados Unidos.

– ¿Cómo se puede entender la racionalidad política de estas controversias?

Milei es muy irracional. Yo creo que está haciendo poses, pininos para la opinión pública internacional. No creo que esté pensando en la Argentina, Él está pensando en la gente de afuera, a los que él sirve. Quiere quedar agradable a los grandes poderes del sionismo, de estos capitales transnacionales, de la ultraderecha norteamericana. Y así repite cosas que no tienen sentido. Ya ha tenido que disculparse con Chile y no lo ha hecho con Bolivia, cosa que es lamentable y terrible. Que, además, debe merecer la protesta del Gobierno boliviano porque es realmente una barbaridad que se vengan a armar ese tipo de acusaciones. Es evidente que no existe ese tipo de situaciones en nuestros países.

–¿Tiene esto alguna racionalidad en el ámbito internacional más grande?

Lamentablemente, no puede haber racionalidad en alguien irracional y en una política irracional. La política a Milei, como la de Trump y de Bolsonaro, son políticas irracionales. Entonces, pedir racionalidad a políticas irracionales no creo que vaya a dar muchos frutos. Básicamente es un actuar instintivo. Hitler no era nada racional, sus políticas eran lo más irracionales que había. Y eso terminó destruyéndolo y, de paso, destruyendo parte del planeta en un determinado momento. Milei es igual, un hombre puro hígado; que ha demostrado tener muy poca racionalidad y mucho hígado. Ese es el gran problema con este tipo de gobernantes. Cuando el cerebro es más chico que el hígado, acaban haciendo lo que está haciendo Milei: inventándose terroristas en Bolivia o en Chile, agrediendo al presidente de Colombia, Gustavo Petro, entrando en contradicción con el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, también con Lula da Silva. Abriéndose enemigos gratuitos en todas partes, para recibir las palmaditas que se le dan a un cachorro por seguir las instrucciones. Declarando su apoyo a que la capital de Israel sea Jerusalén y cosas así. Cosas raras, realmente.

Milei sabe, a ciencia cierta y porque además él predica eso -el no cree en las ayudas ni los subsidios- que para Argentina no a haber ni ayudas ni subsidios de los organismos internacionales. Lo que sí puede haber son créditos leoninos e incluso eso, en su caso, es difícil. Esto es así porque, refiriéndonos a Argentina, el expresidente Mauricio Macri ya endeudó por 100 años a ese país. Hay una deuda intergeneracional enorme. Argentina no es en este momento un sujeto muy serio de crédito por las deudas que dejó Macri. Entonces, creo que lo que está haciendo se enmarca en esa actuación irracional, de una política internacional irracional, como la interna, que no tiene nada de racional.

– ¿Qué dice todo esto sobre la situación de América Latina en relación a un nuevo contexto internacional, con tensiones geopolíticas emergentes y diferentes a las del pasado reciente?

Bueno, no hay una nueva Guerra Fría, todavía. Actualmente hay una guerra, que es económica, con China. El gran enemigo o rival, en este caso, de Estados Unidos y de la Unión Europea, no es Rusia, es China. Ese es el trasfondo de la cuestión. Y en América Latina lo que se está viendo es eso, los intereses comerciales, económicos y financieros, de los norteamericanos y europeos que están en constante disputa de mercados y espacio con China. Eso es lo que hay. Secundariamente está el tema de la alineación que Estados Unidos antes tenía en la Guerra Fría con los países latinoamericanos, que hoy no la tiene.

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Entonces, quizás lo que le interesa a Estados Unidos en el plano geopolítico es tratar de generar un espacio como en el pasado, que permita que los estados de América Latina sigan las instrucciones de Washington. Por ejemplo, romper nexos o bloquear a Rusia; que eso hoy no lo tiene. La inmensa mayoría de los países latinoamericanos, con raras excepciones, no se ha plegado a las políticas de Estados Unidos y la Unión Europea. Veo que los norteamericanos están trabajando en esas líneas: en la línea geopolítica, en relación al tema ruso, y en la línea económica, en relación al tema chino. Y ese, quizás, es el papel de Milei, haciendo que de alguna forma él trabaje en ese sentido. Aunque, Milei está más preocupado por el tema de Irán. Se ha pronunciado evidentemente a favor de Ucrania y todo eso, pero su principal preocupación, por sus declaraciones últimas, es básicamente Irán. Y en Estados Unidos igual, su conflicto con Rusia está pasando a un segundo plano. Ahora su principal preocupación está empezando a ser Irán.

– ¿Cómo está tensionando esto la relación entre los gobiernos de izquierda progresista en la región con esta segunda ola de gobiernos de derecha?

Yo creo que ahora esto se dará con mucha más fuerza, porque Estados Unidos, mientras hubo el conflicto con los países de Oriente Medio por el tema de Irak, los talibanes, Al Qaeda o del ISIS, había secundarizado su atención hacia la región, al no haber ya la Guerra Fría. Aminoró su atención hacia América Latina; se descuidó, de hecho, y se dedicó a otros lugares del mundo. Priorizó su lucha contra lo que denominó el terrorismo de los grupos islámicos. Ahora, al aparecer estos nuevos fenómenos, como el fenómeno iraní y el ruso, la presencia mayor de China, no como amenaza política y militar, sino económica, entonces está reorientando su mirada hacia América Latina. Un espacio que tenía como patio trasero, que de pronto empezó a tener autonomía y llegó a realizar importantes esfuerzos por su cuenta. Con el gobierno de Donald Trump, Estados Unidos empezó a dirigir políticas muy bien orientadas para desestabilizar y derrocar gobiernos. Como pasó en Brasil, por ejemplo, como lo que pasó en Bolivia. Con una acción más radical contra Venezuela, al extremo de casi entrar a una invasión. Entonces, ese tipo de presiones, que vienen desde el tiempo del gobierno de Trump, por el cambio de orientación y al haberse aplacado la lucha con los grupos islámicos, hace que los norteamericanos se vuelvan a reorientar acá. Si bien hasta ahora no lo hacen de una forma tan agresiva, como seguramente va a empezar a ocurrir con el tema del nuevo escenario internacional, que ya tiende a convertirse en multipolar y en antagónico. Ya no es el mundo de hace 15 años ha cambiado. Es un mundo que se convierte amenazante y desafiante para Europa y para Estados Unidos. Ahí está el caso de Irán y el caso de Rusia, que son cosas que han movido el tablero. Y está en el fondo también China y está Corea del Norte, que son consideradas como verdaderas amenazas por los países occidentales.

(*)Pablo Deheza es editor de Animal Político

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Riesgos sobre la plurinacionalidad

El autor advierte que, en el país, se está avanzando hacia fragmentar la homogeneización de la corporatividad social y popular.

Jorge Richter

/ 21 de abril de 2024 / 06:43

Dibujo Libre

¿Está el Proceso de Cambio en agonía? Posiblemente ese cuestionamiento, de compleja respuesta, sea uno de los factores estructurales para comprender en la dimensión correcta los niveles de energía del hecho histórico más importante del tiempo democrático. Juan José Sebrelli, filósofo argentino, observa con acierto y define con sencillez lo que aprecia, “la realidad humana es transformación permanente, pero no hay cambios sin algo que permanezca, ni discontinuidad sin continuidad, ni presente que no esté condicionado -aunque no determinadopor un pasado que limita sus posibilidades. Cada periodo histórico es singular e irreversible, el pasado no se repite nunca en el presente, aunque en toda acción o idea nueva es inevitable partir de lo anterior que se quiere cambiar”. La realidad sociopolítica es una construcción humana y su transformación se produce dentro de, a momentos, ininteligibles procesos sociológicos que tienen una extensión temporal, que, en el caso de nuestro país, suelen girar alrededor de los 18 años.

El agotamiento del orden oligárquico que antecedió a la Revolución Nacional, una sociedad marginal y periférica en relación a la economía nacional y, una representación política signada por castas sociales que convirtieron el Estado en su espacio de natural dominio, fueron, en gran medida, los factores que condujeron a cuestionar y enfrentar posteriormente a la oligarquía dominante. El pueblo triunfante inició el proceso revolucionario que se extendió por 12 años, que removió positivamente las sedimentadas estructuras del conservadurismo excluyente y que empezó a agotarse cuando, como describe Huáscar Cajías, inició la demencial “anulación del sistema jurídico y especialmente de las garantías constitucionales”: «Todo esto se justificaba y practicaba en nombre de la patria, de la justicia social, del progreso económico». A ello se adicionó la obsesiva fijación de Paz Estenssoro por reformar la CPE, algo que hizo en 1961 para permitirse una nueva reelección, dejando de lado el compromiso de alternancia suscrito tácitamente entre los líderes de la Revolución.

Siguieron al hecho histórico 18 años de militarismo no democrático: 1964- 1982, con breves y esforzados intentos por reencauzar el país por los márgenes constitucionales para que, en 1982, finalmente, el horizonte de convivencias democráticas vuelva a escribir su historia. Las debilidades del proceso que se iniciaba abrieron paso a la construcción de las mayorías pactadas. El tiempo de la democracia de coalición, de sumas congresales y consensos construidos sobre el reparto y parcelación del Estado se constituyó en el primer ciclo político de la joven democracia. El Pacto por la Democracia, que fue el pacto Paz Estenssoro/ Hugo Banzer dio inicio a una construcción de alianzas políticas que modelaron sobre el final de su vigencia un Estado de marginalidades, abusos, no representaciones políticas correctas y aprovechamientos económicos, sociales y políticos inaceptables. Construyó un Estado y una sociedad injusta que implosionó en octubre de 2003. Tras 18 años, el ciclo político de la vieja partidocracia o de la democracia pactada se desmoronó.

2006: Bolivia inicia un nuevo ciclo político en esa constante sustitución circular de élites y construcción de sentidos comunes, pero siempre bajo un perfil de hegemonía dominante. El Proceso de Cambio reemplaza a la Democracia Pactada, iniciando el proceso de construcción del Estado Plurinacional y el tiempo histórico más importante de inclusiones sociales y representaciones políticas correctas. Pero hoy, ese proceso del bloque social y popular está resquebrajado, agrietado, hendido y con elementos conductuales y formas políticas que ya lo determinan, -y esta vez vale el casi- casi inexorablemente. Entonces la respuesta a la pregunta inicial es sí, el Proceso de Cambio agoniza.

La esquizofrenia reeleccionista y de poder.

En 2019, de forma inesperada, sucede un hecho que se entendió como el fin de un ciclo, del ciclo masista como se decía con pronunciación peyorativa en aquel momento. Con entusiasmo indisimulado, se repetía incansablemente en los espacios más conservadores y radicales del país “el MAS nunca MAS”. Y el MAS volvió, con sus capacidades de movilización territorial refortalecidas y su conexión con la corporatividad social y popular en estado pleno. Sin embargo, lo que pudo ser un proceso de revitalización y oxigenación se convirtió en un retomar el vicio más antiguo: burocratización de dirigencias matrices, instrumentalización del poder, pensamiento de hegemonía dominante, desconsideración por la institucionalidad y las formas recomendadas de la buena cohabitación democrática. El país había cambiado con el remezón del golpe de Estado, pero el MAS, en sus estamentos cupulares, leyó el apoyo obtenido en el proceso electoral como un “vale todo”, un forzado entender que los ciudadanos pueden aceptar lo que venga si la prensa les entrega titulares de optimismo. A ello, la esquizofrenia reeleccionista incluso a costo de pulverizar el proceso histórico y entregar el Estado Plurinacional a la posibilidad de un regresionismo involutivo que nos retraiga a las injusticias sociales y políticas de los años ´90. Inaceptable.

Con una interna de daños irreparables y con el olvido de la razón, esa que posibilite recuperar la sensatez, se avanza a fragmentar la homogeneización de la corporatividad social y popular que hizo invencible en tiempos electorales al proyecto social popular. Siendo esta una realidad, se suman a ello, otros factores que exponen el final de ciclo. Las formas de hacer política en el movimiento popular exteriorizan hoy conductas de odio, de posibilidades evidentes de la intención de destruir al otro, así sea este de la misma familia política; muestran que la repetida unidad es solo una palabra de ocasión, no un fin irrenunciable. Unidad es la palabra dicha, destrucción del otro es la acción cotidiana. La unidad de convicción en el proyecto político de horizontes posibles, de sueños y utopías ya prácticamente no es factible. Solo queda una unidad, pobre, disminuida, recortada, una unidad de circunstancia para el momento electoral. Esa unidad es sinónimo de crisis política, ingobernabilidad y caída económica. En los tiempos que hoy condicionan al Proceso de Cambio, es el preludio del final. Algo así como el tiempo que tomó al militarismo no democrático el perder definitivamente el poder. Algo así también como el tiempo transcurrido entre octubre de 2003 y enero de 2006. El tiempo último de la crisis.

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La candidatura única no salva tampoco el final de ciclo, pues son las prácticas políticas del rutinario vivir, que no son tolerantes, incluyentes y día lógicas lo que han deteriorado la paciencia social. La ortodoxia sobre el trato conferido a los actores políticos y también al modelo económico excluye la posibilidad de construcción de unanimidades imprescindibles. En un escenario de futuras y previsibles debilidades legislativas, la ausencia de adhesiones despedaza las legitimidades obtenidas en lo electoral. El resultado en consecuencia es la permanencia de un escenario de crisis.

Sin la unidad que construya un proyecto utópico de horizontes de expectativas, sin que la codiciada candidatura única revolucione y aleje las formas desagradables de hacer política, irritantes para la sociedad toda, y que revelan una manera ya distintiva de concebir la política y porque lo discursivo carece de visión de país, proyecto de Estado y sociedad hasta reducirse a meras construcciones de relatos sin fondo; sin todo ello, el final de ciclo ya resuena en el país.

(*)Jorge Richter Ramírez es politólogo

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Apuntes para una historia sanitaria de Bolivia

Reseña sobre un artículo que rastrea el episodio pandémico de la gripe española entre 1918 y 1920.

/ 21 de abril de 2024 / 06:20

Dibujo Libre

El historiador Nigel Caspa presentó un artículo interesante que merece ser leído. Si te gusta los temas sanitarios o te preocupa la situación de la salud en el país, que mejor que partir de la historia misma. Caspa es egresado de la Universidad Mayor de San Andrés y es magíster de la Universidad Andina Simón Bolívar, de Quito, Ecuador. Investigador de los relatos históricos, es profesor universitario de la UMSA, en la Casa Montes, donde se deposita la Carrera de Historia de dicha casa superior de estudios. Su artículo en clave académico se titula “La gripe española en Bolivia, 1918 – 1920. El caso de la ciudad de La Paz”, y fue seleccionado entre once artículos con temática histórica sanitaria por el Colegio de Michoacán, prestigiosa casa de estudios superiores en Ciencias Sociales de los Estados Unidos Mexicanos.

Su artículo empieza detallando la situación de las aguas sanitarias de la ciudad de La Paz. Parte por datos de 1880 y se adentra hacia ese 1918 y 1920, enfoque temporal de dicho historiador. Tiene lógica, si partimos que las aguas que consumimos son muy importantes, y también si no se tiene un justo cuidado, puede ser un vector importante de infecciones. Eso lo hemos visto en meses recientes cuando la urbe paceña tenía problemas de agua potable. Problemáticas con la calidad del agua. Pues Caspa, te dice que la “historia se repite”, y ello pasa porque esta ciudad tuvo siempre problemas de aguas, de temas de alcantarillado. Recoge datos de 1884, de los problemas que tuvo la urbe del Illimani en su precario sistema de distribución hidráulica. Menciona que con la construcción de la Represa de Milluni, en vez de que pueda surtirse de agua hacia la urbe paceña de una manera responsable, esta empezó a provocar problemas. Hablamos del año 1908 y el historiador nos adentra de a poco al clima de una epidemia, de aquella peste llamada “Gripe Española”.

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Luego el autor utiliza estadísticas sobre la tasa de mortandad local paceña. Conjuga dichos datos con los reportes hemerográficos. Me consternó la parte donde menciona que una madre tuvo que llevar a su hijo por todo el entonces Prado paceño en busca de asistencia sanitaria. Al final, la madre vio morir a su hijo en brazos ya que no había camas para su pequeño. Esto hace un eco a la pandemia por Covid que vivimos en años recientes, donde la falta de unidades de terapia intensiva, asociado a la falta de personal médico, llevaron a que se de lo inevitable, lo trágico, lo lamentable, que muchos fallezcan en sus casas o en la puerta de las unidades de emergencia sin recibir atención médica alguna. Nuevamente Caspa te dice que esto ya pasó antes. Era 1918 y la gente vio morir a muchos de sus seres queridos tras la gripe ibérica que se depositaba en la ciudad paceña.

El autor describe que la gripe, o “Grippe” como la llamaban en la época, entró al país por sus diversas fronteras. Menciona que el principal foco de ingreso fue el ferrocarril mismo, como el tramo ferroviario del F.C. Arica – La Paz que fue concluido en 1913. Nuestra conexión con el mundo a través de dicho tramo ferrocarrilero nos llevó a que suframos las calamidades de la costa. Si, otra vez el eco de la dinámica social de la historia se hace presente. Fueron precisamente los puntos de entrada fronteriza los que hicieron que el Covid provoque desolación en la población boliviana. Primero fue Desaguadero, luego Puerto Suárez. Finalmente, otros pasos fronterizos. Pues Caspa, en los años de 1918 y 1920 te menciona que la línea férrea del F.C. Arica – La Paz fue el vector principal de la entrada de la denominada “Grippe”. Advierte que también hubo casos de entradas de dicha enfermedad por la Amazonia, tal vez, por los focos de explotación del caucho.

Otro factor que toca, es el de lo mitos. Recuerdo que muchos y muchas aquí en La Paz y El Alto decían que el Covid no nos afectaría, fruto de la alimentación vernácula de las tierras altiplánicas o la altura misma, como un escudo contra las calamidades biológicas. Pues dicho historiador nos remonta a los mismos mitos, pero en el año 1918 y 1920. Interesante ya que la gente de la época creía que, por la altura misma, por las condiciones geográficas de la puna altiplánica, la “Grippe” no azotaría a las urbes bolivianas, ni mucho menos a La Paz. El autor describe que ya había otras enfermedades en rúas paceñas como la tosferina o la tifoidea, y que no había motivo para que no entre la temida “Grippe”. Pues dicho vector bacteriológico entró con mucha fuerza.

Algo que me gustó mucho de la investigación de dicho historiador es que considere a las “chifleras” como la solución de las problemáticas sanitarias de la ciudad del Illimani. Pues, según sus investigaciones históricas, relata que muchos enfermos y enfermas acudían a las chifleras o los médicos kallawayas para curarse o tratar de curarse de dicha dolencia que afectaba al sistema respiratorio. El autor describe que los hospitales tenían una carga racializada donde muchos eran vistos como “indeseables”. Aquí hay mucha tela por cortar gracias a las indagaciones del investigador, ya que te inmersa en la problemática social de los hospitales paceños.

Finalmente, el autor se atreve a una hipótesis con su artículo compuesto por 28 páginas, con fuentes bibliográficas y hemerográficas incluidas. Se atreve a mencionar la posibilidad de una correlación entre las políticas sanitarias de los liberales y el descontento popular. Buen punto ahí, ya que tal vez la crisis de la Guerra del Chaco de 1932 no fue el único desenlace fatal para el modelo liberal. Los liberales te vendían una imagen de espejismo de “modernidad”, pero cuando se presentaban factores históricos adversos, puede que esa ilusión se fraccionase en miles de pedazos irreales.

Por todo lo demás, el artículo merece ser leído y considerado para volverse un texto completo sobre la historia sanitaria de Bolivia.

 (*)Juan Pablo de Rada Suárez es historiador

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La improvisación al poder

Una reflexión sobre diversos incidentes que se vienen dando en la región.

Javier Milei manipula su teléfono celular durante un acto

Por Ariel Basteiro

/ 21 de abril de 2024 / 06:06

Dibujo Libre

En apenas cuatro meses de Gobierno de Javier Milei en Argentina, éste ha provocado un nivel alto de desastres, improvisaciones, mostrando ignorancias de lo que es la cosa pública, actitudes erráticas en políticas a implementar, desconocimientos de cómo manejar las relaciones diplomáticas o las comerciales con otros países. Claramente, esto se ha puesta de manifiesto en la gestión Milei. La suma de continuos papelones llevados adelante en las relaciones internacionales de nuestro país, aparte de poner de manifiesto desubicación y desaprensión de como relacionarse con cualquier persona que no piense o actué en coincidencia con la ideología conservadora reaccionaria bautizada hoy como libertaria.

Los dichos y declaraciones del presidente Milei en este corto periodo de Gobierno generaron malestar, respuestas, pedidos de explicaciones o directamente ruptura de relaciones diplomáticas del amplio marco de presidente y gobiernos del mundo, solo un reducido grupo de sionistas fanáticos religiosos acompañaron o festejaron su presencia en oscuros y desconocidos ámbitos para recibir desconocidos y oscuros premios. En ese camino triunfal hacia el aislamiento internacional, con el sólo reconocimiento de los Estados Unidos e Israel, mientras el mundo ve atónito como se enfrenta y genera todo tipo de rispideces con presidentes de Latinoamérica y referentes internacionales. Así es que maltrato e insultó al presidente Lula Da silva tratándolo de corrupto; de representante del maligno en la tierra y comunista al jefe de la iglesia católica, su connacional, el Papa Francisco: al presidente Manuel Andrés López Obrador lo categorizo de ignorante y despotrico; llamó asesino y terrorista a Gustavo Petro. A Nicolas Maduro, aparte de primero llamarlo dictador, le roba el avión de la empresa venezolana Emtrasur para que terminara desguazado en los EEUU. Milei provoca un conflicto diplomático con uno de sus socios comerciales más importantes, China, quien solicitó explicaciones al Gobierno argentino por declaraciones inexactas de acuerdos económicos y financieros. La desafortunada relación de la canciller Diana Mondino, al recibir en su despacho a representantes de Taiwan (algo que Argentina nunca hizo antes), territorio reclamado por China. Los conflictos con Rusia y la colaboración con Ucrania en una guerra donde lo que se debería hacer es ayudar a lograr la paz, donde el gobierno de Milei dona material bélico a Ucrania. Silencio sobre el genocidio palestino por parte de Israel y el sólo reconocer el ataque de Hamas a colonos israelitas, poniendo en práctica una doble vara muy utilizadas en las filas libertarias. Irrumpir en las políticas internas en otros países, como en España , Brasil o los propios EEUU, participando dentro de esos países en actos partidarios de la oposición y, como si esto fuera poco, esta semana las declaraciones de Patricia Bullrich, la ministra de Seguridad del gobierno de Milei, que generaron un conflicto diplomático con Bolivia y Chile al acusar presencia de grupos armados del Hezbollah en el norte de chile, y casi un ejército iraní en la frontera boliviano argentina, lo que provocó un fuerte y lógico reclamo de ambos países, pidiendo retractación y las disculpas del caso.

Mientras tanto, la ministra Bulrrich, seguramente recibió esa teoría conspirativa, de la presencia de lo que ella llama grupos terroristas en ambos países, desde alguna fuente o usinas de información e inteligencia que buscan generar desestabilización entre los países de la región. Y a las que el gobierno de Milei de manera obediente cumple solícitamente los deseos de sus mandantes.

Todo esto demuestra cómo entiende el mundo y las relaciones diplomáticos el gobierno de Milei; es decir, entiende poco y mal, sin darse cuenta que todo esto es perjudicial desde el punto de vista comercial, político y económico para los intereses de Argentina y su pueblo.

Por eso es que desde el parlamento argentino es necesario e imperioso pedir las explicaciones llamando a una interpelación a la canciller con el objetivo de advertir, y si es posible explicarle, cuál es su función y como debe hacerla, toda vez que está claro que no lo sabe ni ella ni ningún ministro del gabinete mileista y, obvio, ni el mismísimo Milei

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Es de lamentar que en tan poco tiempo se tire por la borda la política de Estado que se tuvo hasta el momento con el reclamo de soberanía en Malvinas; que se ponga en peligro la presencia de Argentina en el grupo G20, logro alcanzado en la gestión de Cristina Fernández de Kirchner; negarse a participar de los BRICS, el acuerdo comercial de las grandes economías que más comercializan con Argentina; desconocer Mercosur, Unasur y toda estructura existente y que permitía a la región de la cual somos parte trabajar y negociar en función del bienestar de nuestros pueblos.

Como en la economía, la educación, la salud, ciencia y tecnología, derechos sociales y civiles la política exterior argentina se vio afectada y en proceso de descomposición. Lo que se tardará en reconstruir lo destruido en estos meses puede llegar a ser eterno. Hacia adelante, es posible que muchos de los votantes de Milei, castigados por lo brutal del ajuste, se sumen a los millones que ya empiezan a reclamar. La gobernabilidad, para un gobierno sin prácticamente presencia parlamentaria, será extremadamente dificultosa. En definitiva, el único responsable, más allá de la búsqueda de chivos expiatorios, será el propio Milei.

(*)Ariel Basteiro es exembajador de Argentina en Bolivia

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Tensiones en el sur de un mundo en guerra

El diputado supraestatal, Adolfo Mendoza, y el director del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, Alfredo Serrano, brindan sus perspectivas sobre la situación política en América Latina y el orbe.

El presidente de Argentina, Javier Milei, y la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson.

Por Pablo Deheza

/ 14 de abril de 2024 / 06:57

El Punto sobre la i

La reciente irrupción de la Embajada de México en Ecuador, por parte de un grupo de policías locales, motivó la ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Es el episodio más reciente en una serie de incidentes entre diferentes países de la región, Previamente se dio el intercambio de declaraciones entre los presidentes de Argentina, Javier Milei, y su par de Colombia, Gustavo Petro. No pasa desapercibida tampoco la presencia en diversos países sudamericanos de la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson.

Con todo, esta continua escalada de palabras y acciones se da en un momento de altísima tensión en el mundo. Las guerras en Europa del Este y Oriente Medio no hacen sino continuar calentándose, incluyendo el ataque lanzado ayer sábado por Irán contra Israel, en respuesta al ataque que sufrió su legación diplomática en Damasco, Siria.

Para entender el fondo y el trasfondo de lo que viene ocurriendo en la región, entendiendo estos altercados como síntomas de procesos mas complejos, conversamos con el sociólogo y diputado supraestatal, Adolfo Mendoza Leigue; también con el doctor en economía y director ejecutivo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag). A continuación, les presentamos los diálogos sostenidos.

ALFREDO SERRANO

¿Cuál es su punto de vista sobre lo ocurrido en la Embajada de México en Ecuador, cuando se aprehendió a Jorge Glas, exvicepresidente de ese país?

Se trata de un hecho de una gravedad inusitada en materia de relaciones internacionales. Es un conflicto geopolítico con unos rasgos más propios de una guerra. Es decir, estaríamos frente a un episodio bélico porque es la violación del derecho internacional, es la entrada con policías, con fuerzas de seguridad, en el territorio de una embajada extranjera de otro país. Es con premeditación y alevosía, porque no es fruto de una situación puntual en la cual se reacciona frente a algo, sino que estaba planificado, a sabiendas de las consecuencias. Creo que abre un momento de alta tensión entre dos países y en la región latinoamericana. Muestra un poco cómo empieza a haber una normalización y naturalización en la comunidad internacional sobre este tipo de episodios, donde no se respeta el derecho internacional y las reglas pacíficas de convivencia en el mundo.

La violencia, la guerra, empieza a ser una constante y, además de todo eso, habría que añadirle la responsabilidad que tiene un presidente como Daniel Noboa, un gobierno como el ecuatoriano, en llevar a cabo este tipo de actos bélicos, donde por un lado no hay el más mínimo respeto a la ética, pero por otro lado tampoco tiene ningún sentido pragmático. ¿Por qué está rompiendo relaciones con un país con las que tiene un importante intercambio económico, comercial, inclusive con una variable relevante como es el tema de los migrantes? Por lo tanto, pareciera muy irresponsable, además de la falta de ética, del señor Noboa en este tipo de acciones. Dejo una hipótesis en el aire y es que a veces pareciera que algunos presidentes creen que se puede gobernar sólo con la misma responsabilidad que se le exige para hacer un vídeo en una campaña electoral a través del TikTok. Dicho de otro modo, existe cada vez más una disociación entre candidatos y gobernantes. Creen que pueden ser presidentes o gobernantes con facultades que le permitieron ganar una elección, pero que demuestran ineptitud, incapacidad, a la hora de gestionar un país y en este caso en materia de relaciones internacionales.

¿Cómo se entiende esta serie de incidentes y altercados que vienen calentando el ambiente político en la región?

Estamos ante un clásico de un nuevo intento, uno más, no será el primero y desgraciadamente no será el último, de dividir, de atomizar, de fragmentar, de separar al máximo las relaciones entre los países en América Latina que tienen diferencias ideológicas. Hubo momentos en la reciente historia latinoamericana donde, a pesar de las discrepancias ideológicas y políticas, podían convivir en instancias como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) diferentes gobiernos que representan a diferentes países y pueblos. Creo que estamos asistiendo en este momento a un capítulo más de la historia donde pareciera que desde la política exterior estadounidense pretenden llevar a cabo una gran división, una fragmentación y una grieta entre los países latinoamericanos en función de lo que piensen. Para esto, están usando a los gobiernos de derecha en la región para impulsar esta ruptura, esta fractura, como la venía encabezando el señor Javier Milei, abriendo conflicto con los tres países probablemente con mayor volumen de Producto Interno Bruto (PIB) per cápita y de PIB en la región. Hablamos de México, Colombia y Brasil, donde Milei prácticamente ha abierto conflictos exteriores con ellos. Este caso de Ecuador se une a esta tendencia. Esta secuencia es sumamente contraproducente para tener un bloque relativamente unido, lo cual no significa que tengan que estar pensando de la misma manera, pero pareciera que hay otro impulso por parte de la política exterior estadounidense para fomentar estas fracturas.

¿Cómo afectan los conflictos en Europa del Este y Oriente Medio a América Latina y en específico a Sudamérica?

Todo afecta a todo, siempre y el mundo está interconectado, altamente globalizado. Cada cosa que ocurre en cualquier lugar del planeta, afecta. Estamos viviendo un momento otra vez de alta densidad bélica, con muchos focos de guerra y con una gran pasividad de toda la arquitectura de organismos internacionales. Si bien lo máximo que hacen es poder condenar, en el mejor de los casos, no logran tener instrumentos efectivos para que no continúen estos procesos tan de guerras. El mejor ejemplo es lo poco o nada que se está haciendo frente al genocidio del gobierno de Israel contra el pueblo palestino con más de 33 mil muertos en estos seis meses y con un conjunto de cifras que aterra incluso decirlas. Esto es relevante para América Latina porque esta ola de conflictos bélicos a nivel global puede llegar a contaminar a la región latinoamericana y empiezan a notarse algunos brotes como son las formas de hacer política exterior del gobierno de Argentina, con Milei a la cabeza, con un lenguaje hostil y el caso reciente de la invasión de la embajada mexicana en Ecuador.

¿Cuál es su perspectiva sobre la situación actual del mundo y qué se puede atisbar en el horizonte?

Yo diría que estamos en un momento donde la unipolaridad desapareció y estamos ante un mundo multipolar, pero con algunos fuertes síntomas de una suerte de darwinismo geopolítico, si se permite el término. Se trataría de un sálvese quien pueda, a nivel país Una individualización de las relaciones exteriores que incluso llegan a fragmentar aún más la idea de los bloques. Es decir, están hoy en día en disputa conviviendo estos dos modelos; la multipolaridad, que existe y hay bloques que están consolidados y participan como tal a nivel comercial, financiero, a nivel de relaciones institucionales, como bloques sólidos.

También se percibe y advierte que hay muchos países que están, de alguna manera, haciendo su vida en las relaciones exteriores de manera individual y de ahí se explica la dificultad incluso que hay a nivel mundial de que existan acuerdos bloque a bloque. Un buen ejemplo es lo que ocurre en la relación entre Mercosur y la Unión Europea, que no logran ponerse de acuerdo precisamente porque los países al interior de Mercosur y los países al interior de la Unión Europea, por fuertes asimetrías entre ellos, están poniendo sobre la mesa relaciones más individuales que por bloque. Esto ya vino ocurriendo hace años en la región latinoamericana, de ahí la poca importancia que hoy en día tienen diversos intentos, desde la Comunidad Andina de Naciones hasta otros más recientes que no logran proliferar, justamente porque, creo, que estamos en este momento de disputa de paradigmas de política exterior.

ADOLFO MENDOZA

¿Cuál es su perspectiva sobre lo ocurrido en la Embajada de México en Ecuador?

En términos formales, ya lo han dicho la mayoría de los países que de manera contundente han condenado el asalto a la embajada mexicana en Quito. No solamente es una ofensa, sino que es contrario a el derecho internacional, a la inviolabilidad del asilo y a la soberanía, en este caso de México, entre otros componentes. Esto es algo no solamente inédito, sino que también va a tener consecuencias probablemente muy complicadas para Ecuador, porque en América ha generado genera una censura conjunta. Mucho más cuando México ha anunciado la presentación de un recurso ante La Haya, lo cual puede derivar en sanciones adicionales para Ecuador.

Si bien esto ocurre en el concierto internacional, surge la pregunta sobre qué es lo que animó a Daniel Noboa para semejante actuación. La respuesta está en la consulta popular y el referéndum del 21 de abril de este año en Ecuador. ¿Qué es lo que propone Noboa en esta consulta? Primero, modificar la Constitución para otorgar mayores competencias al Ejecutivo y adicionalmente permitirle negociar otro tipo de asuntos del Estado ecuatoriano a nivel internacional, con la clara intención de desmontar lo construido en la médula de la propia Constitución Política del Estado de Ecuador. Es decir, ganar en el referéndum implicaría un serio retroceso a los avances establecidos en la Constitución del Estado ecuatoriano. Pero además están las preguntas de la consulta popular y las preguntas de la misma tienen una tonalidad policial. Generan una mayor atribución al presidente, generan atribuciones a las Fuerzas Armadas, a las fuerzas represivas del Estado.

Generan una lógica de penalización brutal y generan lo que yo llamo un Estado policiaco, un Estado gendarme. Esto es mucho más grave que lo que está haciendo Nayib Bukele en El Salvador, donde se generó políticas de acción en temas de seguridad ciudadana al margen de la propia Constitución de El Salvador, avasallando competencias de los otros Órganos del Estado, pero nunca animándose a poner esto en firme, como una especie de plan de gobierno. En el caso de Noboa está la intención no solamente de asumir atribuciones de Estado policiaco, sino dejar las bases sentadas para que esto continúe después de su presidencia. Entonces, detrás de todo esto están esos elementos en el caso de Ecuador. Nada más que parece ser una tendencia que se opera a nivel latinoamericano, caribeño y a nivel global.

Prestándome el concepto de René Zavaleta construido en torno a democracia, pero resignificándolo, podríamos decir que vivimos en un movimiento general de la época, muy parecido a ese movimiento general de la época que se dio en el proceso de independencia, hace más de 200 años.

¿Por qué razón se puede comparar ambas épocas?

Porque está en juego el tipo de Estado, ya no solamente la forma de gobierno. En proceso de independencia se estableció el paso del Estado colonial al Estado republicano, republicano colonial. Ahora ha entrado en crisis el propio estado republicano, hace bastante tiempo, junto con otras crisis en el mundo entero. La caída de la Unión Soviética, del muro de Berlín, la crisis de los estados de bienestar en Europa, la reaparición de guerras civiles e insurrecciones en África y finalmente la crisis de los Estados nacionalistas, que eran el par, digamos así, del Estado de bienestar europeo en América Latina. En el caso de Bolivia, la crisis del Estado del 52, en el caso de México, la crisis del Estado que nació de la Revolución Mexicana, etcétera. Entonces, es un largo periodo de crisis y de tránsito, como lo fue en el proceso de independencia que duró varias décadas. Imaginemos en ese momento, desde 1760 aproximadamente hasta 1820, incluso 1840, cuando cae la Federación de Estados Centroamericanos. Estamos hablando de unos 80 años de transición de un tipo de Estado a otro.

La transición en este nuevo movimiento general de la época se está dando desde fines de los 80, para ponerlo en el escenario de los acontecimientos de ese entonces, y todavía no se ha cerrado ni se va a cerrar rápidamente. Estimo que va a pasar al menos una década y un poco más para que se cierre esta transición de un tipo de Estado a otro. Ese otro tipo de Estado no se sabe cómo se denominará, pero tiene en el centro de atención ya no el modelo que los Estados nación, sino el reconocimiento de la heterogeneidad de las naciones, de la pluralidad de las naciones. Es por tanto un momento en el que se están construyendo los pilares de lo nacional heterogéneo, o, para ponerlo en clave boliviana, de lo nacional plural o lo plurinacional. Pero este nuevo tipo de Estado que todavía está en construcción requiere encontrar sus formas.

¿Cómo se viene definiendo esto?

Así como en Ecuador, en Argentina, en México, en Bolivia, hubo varios proyectos de nación en el momento de la independencia y triunfó uno de esos proyectos de nación, lo que está en juego también aquí es cuál de esos proyectos de nación plural triunfa. Y eso se verifica a partir de la forma de Estado que se vaya a asumir. En ese campo, creo que lo que se esconde en lo que está sucediendo en Ecuador, en El Salvador, en Argentina, en Perú, a su modo en Chile, por el rechazo de las dos propuestas de reforma constitucional, también en Ucrania, Marruecos, Palestina, en Oriente Medio, en todo el mundo, es cuáles de las formas de Estado predominan en esta nueva caracterización de lo nacional heterogéneo.

Recuerdo que en algún momento Homi Bhabha decía que estaba muy de acuerdo con Benedict Anderson, cuando decía que las naciones son comunidades imaginadas, y él decía, está bien, son comunidades imaginadas, pero, ¿imaginadas por quién? Entonces, aquí está el juego de estas formas de estado que pugnan para repensar la idea de lo nacional plural. Una de esas formas es el Estado gendarme. Otra de esas formas es una especie de visión reciclada del Estado de bienestar, a nivel mundial, no solamente en Latinoamérica. Otra, es la pretensión de una forma de Estado en clave heterogénea, específica. Son las tres formas de Estado que se están jugando.

¿Cómo afecta esto a la calidad de la democracia?

La forma del Estado gendarme implica mucho más que la óptica neoliberal clásica de achicar el Estado. Implica reducirlo a su carga coercitiva, incluyendo a la ley. En todo lo que se habla de la judicialización de la política, en realidad es darle una carga coercitiva a la definición de la ley. Por tanto, no existe desde el punto de vista ya solamente el Estado webberiano como el monopolio de la violencia justa, a partir de policía y las fuerzas armadas, sino fundamentalmente a partir de la ley. Pero es incluso acotar mucho más la óptica neoliberal. El Estado gendarme es un Estado policiaco.

En ese orden de cosas es que se puede entender varios de los otros temas en juego y que aparentemente están dispersos, pero tienen una lógica común. Por ejemplo, Bukele ha reducido la cantidad de municipios y arremetió contra el Legislativo para reducir escaños. Noboa está intentando ya no reducir los escaños, pero acortar los alcances de las competencias legislativas. Lo mismo hace Milei con el plan que intentó aprobar. Y lo mismo, no es casual, se están planteando algunos sectores de la oposición en Bolivia para eliminar escaños de los senadores, para eliminar a los diputados plurinominales, etcétera. Es decir, para limitar el alcance, por un lado, de los cuerpos legislativos, que son el principal Órgano de los Estados y para generar una acción de domesticación interna de las democracias.

(*)Pablo Deheza es editor de Animal Político

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