¿Es posible un ecuador sin miedo?
El presidente Guillermo Lasso
Ecuador enfrenta un escenario complejo ante a una cita anticipada con las urnas.
DIBUJO LIBRE
Con el decreto de muerte cruzada, el presidente Lasso disolvió la Asamblea Nacional y activó la convocatoria a elecciones generales anticipadas. Los plazos previstos por el Consejo Nacional Electoral para la definición de candidatos y para la campaña electoral son muy cortos, por lo que los actores políticos han empezado a correr. La primera vuelta está prevista para el 20 de agosto, y de haber balotaje, será el 15 de octubre.
Es la primera vez que un presidente aplica este mecanismo constitucional vigente desde 2008, luego de dos años de gobierno y en medio de un juicio político en su contra. Guillermo Lasso ganó la presidencia en las elecciones generales de 2021 con el 52, 36% de los votos, frente a Andrés Arauz de la coalición Unión por la Esperanza (UNES), liderada por el ex presidente Rafael Correa. En esas elecciones, la nueva Asamblea Nacional se configuró de tal manera que se convirtió en el principal escollo para el gobierno no sólo por la imposibilidad de generar acuerdos para la aprobación de leyes, sino por la constante búsqueda desde el bloque opositor, de poner fin al mandato del presidente. La oposición, liderada por la bancada mayoritaria de UNES, consiguió la adhesión de la bancada del Partido Social Cristiano (PSC), así como el apoyo de asambleístas desertores del Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik, de la Izquierda Democrática, e independientes que se sumaron a esa causa. El gobierno, con una bancada minoritaria, nunca logró articular una coalición que le permitiese gobernar.
El gobierno de Lasso tuvo un inicio exitoso, cuando durante los primeros 100 días vacunó a nueve millones de personas, luego de que el país se ubicara entre aquellos con mayores índices de contagios y muertes del mundo. La estrategia de poner en orden las variables macroeconómicas y confiar en los efectos de goteo para mitigar la crisis, no dio resultado. El desempleo, la falta de atención en salud y educación, la corrupción generalizada y la inseguridad, configuran un escenario de desesperación.
En los dos años de gobierno transcurridos, los conflictos entre Ejecutivo y Legislativo fueron constantes. Los desacuerdos en torno a una nueva ley de inversiones, y a una reforma laboral, fueron la punta del iceberg de una incapacidad de legislar que ha llevado a que el 90,2% de la gente desconfíe de la Asamblea Nacional.
El primer intento para sacar al presidente del poder se dio en junio de 2022, cuando la bancada de UNES solicitó la destitución por “grave crisis política y conmoción interna”, en medio de fuertes protestas lideradas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) que paralizaron el país durante 18 días. La oposición no logró reunir los votos que se requería para la destitución. Como resultado, el gobierno y el movimiento indígena iniciaron un proceso de diálogo que duró 8 meses, hasta que, en febrero de 2023, Leónidas Iza, presidente de la CONAIE, exigió la renuncia del presidente y pidió a la Asamblea Nacional que inicie un juicio político en su contra.
Tres meses después, el 16 de mayo, el presidente Lasso asistió a la Asamblea Nacional para defenderse en el juicio político en el que se lo acusó de ser “responsable político” del delito de peculado alrededor de un contrato para transporte de petróleo y combustibles entre la Empresa Pública Flota Petrolera Ecuatoriana (FLOPEC) y la multinacional Amazonas Tanker. Lasso centró su defensa en el hecho de que el contrato y sus términos habían sido firmados durante el gobierno anterior de Lenin Moreno. Tras una sesión marcada por acusaciones y gritos entre asambleístas, al día siguiente, el presidente Lasso emitió el Decreto 741 activando la muerte cruzada.
La campaña electoral girará en torno al tema que domina la opinión pública: seguridad. Las masacres provocadas por la lucha entre bandas del narcotráfico dentro de las cárceles han dejado 419 muertos, y desde el 2022 Ecuador se ubica entre los países más violentos de la región.
En el espectro del centro a la izquierda los pre candidatos son, en su mayoría, figuras con trayectoria política. Yaku Pérez, ahora líder del movimiento eco-feminista Somos Agua, busca superar los votos que en 2021 lo pusieron muy cerca de la segunda vuelta electoral. Yaku abandonó Pachakutik por desacuerdos con la bancada legislativa electa en 2021, que se dividió a partir de pactos y alianzas con el correísmo, por un lado, y con el gobierno, por otro. Su movimiento propone una tercera vía “ni con el neoliberalismo, ni el populismo autoritario, un pacto ético político ecológico para combatir contra la corrupción y el crimen organizado”. Pachakuik por su parte, ha designado como su candidato a la presidencia a Leonidas Iza, en medio de conflictos y desacuerdos entre facciones. Iza en su discurso invitó a “creer en el único camino, porque no hay primera, segunda, ni tercera vía, hay un solo camino de los sectores populares”. Fernando Villavicencio, ex asambleísta, perseguido por el régimen de Correa por denunciar corrupción en Petroecuador durante sus gobiernos, busca la presidencia con una amplia coalición de la tendencia, que propone “un gobierno valiente, no un gobierno violento”.
El Movimiento Revolución Ciudadana, del ex presidente Rafael Correa, busca repetir el triunfo de las elecciones subnacionales de febrero, en las que ganó las alcaldías de Quito y Guayaquil, y las prefecturas de Pichincha, Azuay, Manabí y Guayas. Sin embargo, las cifras sugieren que la RC no ha incrementado su apoyo electoral a nivel nacional y que está en iguales condiciones que en 2021 cuando el candidato Andrés Arauz perdió frente Guillermo Lasso en segunda vuelta. Aún está pendiente la definición de su binomio.
En el espectro de la derecha vuelven a escena figuras como el empresario bananero Álvaro Noboa, que ha sido 5 veces candidato a presidente por el Partido Renovación Institucional Acción Nacional (PRIAN), y que en esta ocasión se enfrenta con su hijo, el ex asambleísta Daniel Noboa, quien participará con apoyo de otras fuerzas políticas y afirma que “el correísmo no es intocable”.
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Irrumpe en la escena de manera sorpresiva Jan Topic, quien anunció su candidatura afirmando no tener vínculos partidistas, algo que duró muy poco, pues a las pocas horas aceptó el apoyo formal del PSC. Actualmente es presidente de Telconet, empresa de telecomunicaciones, y de Cajamarca, compañía de seguridad de su propiedad. Su padre, Tomislav Topic, está vinculado con el manejo de dinero de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, sin embargo, este tema no lo detiene en su firme decisión de llegar a la presidencia.
Topic afirma estar preparado para enfrentar los principales problemas del Ecuador actual: la economía y la inseguridad. Su principal carta de presentación es ser soldado de la Legión Extranjera Francesa y haber combatido en Siria, África y Ucrania. Sus estudios en la Universidad de Pensilvania, en London School of Economics, y Harvard, completan su hoja de vida. Dice admirar la “mano dura” del presidente Nayyib Bukele, y promete enfrentar al narcotráfico “de frente”. Su lema de campaña es “por un Ecuador sin miedo”.
Durante el tiempo que le queda en el poder, Guillermo Lasso gobernará mediante decretos ley de urgencia económica, y ha dicho que decidirá si es candidato “en su momento”. Ha iniciado una etapa de gran incertidumbre que no terminará con las elecciones anticipadas, ya que las autoridades electas gobernarán por un período aproximado de 18 meses, en un contexto marcado por las elecciones generales de enero de 2025.
(*)Sofía Cordero es politóloga