Festejo del Día de Acción de Gracias
La unidad en la diversidad puso sello al discurso de Larry Memmott
La unidad en la diversidad puso sello al discurso de Larry Memmott, que en un depurado aymara, un fluido castellano y, por supuesto, en su lengua madre, compartió la experiencia de la fiesta de Acción de Gracias y la satisfacción de poder reunir a amigos bolivianos para disfrutar de una de las tradiciones más importantes de su cultura. Sus palabras estuvieron alejadas de la coyuntura política, las relaciones bilaterales y los tradicionales balances de la misión diplomática; enfocándose más bien en la experiencia de vivir y conocer un país como Bolivia, en el que él y su familia han descubierto la maravillosa cultura, la música, la gente, los bailes y, sobre todo, el rock nacional del que se considera un verdadero fanático.
Fue un homenaje a la amistad, una oportunidad para hacer sentir en casa a quienes están lejos de sus países y de disfrutar, como cierre de la velada, de un fantástico show de fuegos artificiales.
En los jardines de la residencia de la embajada americana se llevó a cabo la celebración del Día de Acción de Gracias. Aproximadamente 500 invitados compartieron de esta tradicional fiesta que reúne a las familias en Estados Unidos y de muchas otras partes del mundo con el fin de compartir y agradecer a la vida. El encargado de negocios a.i., Larry Memmott, y su esposa Tatyana dieron la bienvenida, personalmente, a cada uno de sus invitados, para luego departir en una fiesta que se destacó por el espíritu fraterno, la típica variedad gastronómica y las cervezas americanas traídas especialmente para la ocasión. Luego de la entonación de himnos y el discurso, una banda de rock amenizó la reunión con clásicos de este género musical.