Alcaldía amplía demoliciones controladas de casas a Kupini II
Deslizamiento. La Dirección de Riesgos identificó al menos 20 viviendas inhabitables
La información fue transmitida la noche del miércoles a una asamblea de vecinos por personal técnico del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GAMLP), confirmó ayer el director de Coordinación Territorial, Fabián Siñani.
La noticia cayó como un balde de agua fría entre los damnificados, cuyo descontento forzó al GAMLP a comprometer una nueva inspección técnica para identificar qué viviendas deben ser demolidas. «Las casas que están en el borde del deslizamiento deben ser derruidas después de tener una autorización de los dueños. Esto es por precaución, ya que hay grietas en el terreno y en algunas viviendas las hacen inhabitables», dijo Siñani a La Razón.
«En la Asamblea se dijo que al menos 20 casas deben ser derruidas, pero a insistencia de los vecinos, que indicaron que muchas de las viviendas no tienen rajaduras, se hará una segunda evaluación para determinar el número exacto de viviendas que deben ser derruidas», agregó.
Hasta la fecha, el GAMLP había informado de la necesidad de echar abajo inmuebles sólo en Pampahasi Bajo (96) y en Callapa, donde debían demoler el 74% de las viviendas, aunque no se precisó el número.
«El miércoles, la Alcaldía nos indicó, con informes y mapas, que cinco manzanos —C, B, J, H y F— de la franja de seguridad deben ser derruidos. Pero se exigió que se haga nuevo reporte para que se compruebe que muchas no tienen rajaduras y son habitables», dijo Pedro Mercado, miembro de la mesa directiva de Kupini II.
«Ninguno de los dueños de las casas que están en pie accederemos a esto», comentó otro vecino, David Terceros. La segunda evaluación fue encargada a la Subalcaldía San Antonio y a dos técnicos de la DEGIR.
«Después de esta evaluación se darán memorandos de desalojo a los que viven en casas marcadas como inhabitables», apuntó la subalcaldesa Patricia Velasco.
‘Tampoco recibimos agua…’
Vecinos de las casas en pie en Kupini II indicaron que cisternas que proveen de agua al campamento del lugar, no dan agua a los vecinos que se negaron a evacuar sus viviendas porque no tienen rajaduras considerables. «Los conductores de los carros dicen que tienen un cronograma y llenan agua a contenedores del campamento, pero no quieren ir a dos cuadras para darnos agua; hay que pelearse por el líquido», denunció Nora Aro.
Refugio en vía pública, sin agua hace 4 días
Las cisternas no llevan agua potable desde el domingo al campamento levantado sin permiso edil en las calles 3 y 4 de Pampahasi Bajo. Los damnificados deben recorrer las calles con sus baldes en busca de alguien que les regale el líquido vital.
«Primero, la Alcaldía no nos reconoce como campamento y desde el domingo que las cisternas no llenan nuestros contenedores; los conductores de las cisternas nos dijeron que no tienen autorización edil para dar agua a este campamento», comentó Ángel Ilvense, presidente de la junta vecinal.
«Tenemos que mendigar por agua a los vecinos del lugar; nuestros hijos no se pueden lavar con tranquilidad porque hay que hacer alcanzar a todo esto», reclama Jaqueline Tinaco. Fabián Siñani, de la Alcaldía, dijo ayer que el Gobierno Municipal no emitió ninguna instrucción al respecto y que pedirá explicaciones a EPSAS.
Disgusto de los vecinos de Kupini II
Pedro Mercado
Mesa directiva Kupini II
«Volvimos a nuestras casas a vivir porque no tenemos nada de rajaduras y ahora la Alcaldía nos dijo que cinco manzanos deben ser derruidos de manera controlada para estabilizar la zona».
David Terceros
Casa en la Calle 5, manzano H
«No nos moveremos, no dejaremos que derrumben nuestras casas que no tienen nada; cómo es posible que en la asamblea digan que la franja de seguridad debe desaparecer».
Nora Aro
Casa N° 340, manzano F
«En el mapa que nos mostraron mi casa no está, aparece como parte del deslizamiento. No tiene nada de rajaduras y quieren demolerla, yo ya volví a habitar en el lugar hace dos semanas».
Elisa Uscamaita
Casa N° 800, manzano H
«Cuesta un montón hacer construir una casa, yo gasté $us 40.000, y no me voy a mover de aquí, tendría que sacarme la Alcaldía muerta antes de dar mi casa para que la derruyan».