Pelea en un asentamiento deja dos casas destruidas
Parcopata. Los asentados se dividieron y se agreden entre ellos
Los hechos se precipitaron el domingo 14 de agosto, cuando ambas viviendas fueron afectadas por una presunta arremetida del sector Candelaria, en contra de Kantuta. Los primeros dicen que quieren pagar por sus lotes al dueño de los predios, y los segundos acusan a los primeros de que quieren extender sus espacios. El grupo Candelaria está compuesto por 500 familias y el Kantuta por 700.
El enfrentamiento se generó en agosto del año pasado cuando un grupo de dirigentes intentó liderar los trámites para agilizar el derecho propietario de los asentados ante el dueño, de quien nadie sabe decir su nombre.
Luego se dividieron y decidieron formar cada grupo su propia zona. Ahora ambos bandos se encuentran en emergencia porque recibieron amenazas de sus oponentes.
Alberto M., vecino de Candelaria, informó que presentaron una denuncia ante la FELCC por los destrozos del domingo 14. El viernes de la semana pasada, este grupo marchó hasta las puertas de la entidad policial para solicitar su intervención.
El asentamiento de 1998 consta de un millar de viviendas, la mayoría de adobe, de tres por tres metros, donde actualmente viven las familias sin ningún servicio básico.
«Quieren que nos salgamos y no pagar al dueño de los terrenos. Sin embargo, nosotros hemos decidido hacerlo y de esa manera tener al día nuestra documentación y hacer otro tipo de construcciones e incluso entrar en la legalidad», explicó Máximo C., vecino de Kantuta.
Indicaron que sus lotes tienen 250 metros cuadrados y que con el dueño quedaron en que extenderían a 320. «Si decimos algo en contra de quienes viven en Candelaria, éstos vendrán y nos amenazarán o destrozarán nuestras viviendas aprovechando nuestra ausencia», explicó Alberto M. sobre la tensión que existe en la zona.
Los vecinos de Candelaria dijeron que su preocupación es que apareció mucha gente que no es parte de los asentamientos, y que se están apropiando de terrenos que los primeros asentados decidieron abandonar porque no se presentaba el propietario.
«Estas personas quieren agrandar los terrenos. No conformes con quedarse con lotes que no son de ellos, buscan el modo de ingresar a los nuestros; no lo vamos a permitir, por eso queremos que intervengan las autoridades, para poner fin a este problema que ya lleva más de un año», convocó Casiano Ticona.
Los vecinos de este sector niegan las acusaciones de destrozos e insisten en que fueron los del sector de Kantuta los que siempre provocan e incitan a las peleas e incluso amenazan con derribar sus viviendas.
«Ellos mismos han destrozado esas casas, porque saben que allí no vive gente. Su intención es quedarse con los terrenos e intentar sacarnos, pero no vamos a caer en ese juego», declaró el vecino Ticona.
Ambos grupos piden la presencia del dueño, de apellido Sanjinés, «pero no sabemos mucho sobre él, lo importante es que se aproxime para que él determine qué pasará con los lotes», expresó el asentado Pelagio Choque.
Un sector sin servicios básicos
Parcopata se encuentra a 25 minutos de la Ceja, no cuenta con servicios básicos, aunque sí tiene luz eléctrica pero con medidores comunitarios. Las calles son de tierra y carecen del servicio de recojo de basura.