Cámara alteña denuncia robos al 80% de los tráilers en tres fronteras
Ladrones se llevan cerebros, llantas de auxilio, guiñadores, entre otros
La Cámara de Transporte Pesado de El Alto denunció que los camiones de sus afiliados son blanco de ladrones de autopartes que operan en las fronteras con Chile, Brasil y Perú. De los aproximadamente 3.000 tráilers, a 2.400 (80%) les sustrajeron una o varias piezas.
La Razón visitó el jueves la localidad binacional de Desaguadero, en los límites con Perú, para comprobar esta información. Recogió los testimonios de camioneros que ratificaron la denuncia. Allí también observó los modos que se dan los propietarios para asegurar las autopartes, con candados, cadenas, placas, remaches, entre otros.
“Estos robos se producen desde hace casi 20 años y suceden cuando un conductor tiene que hacer fila en los recintos aduaneros, donde hay mucha burocracia”, indicó el presidente de la Cámara de Transporte Pesado de El Alto, José Yucra. A diario, centenares de tráilers trasladan toneladas de productos —soya, material de construcción (ladrillos), litros de aceite y alcohol— de exportación y otros ingresan a Bolivia con cargas de bienes importados.
El directivo señaló que una vez en las fronteras, deben esperar por la autorización de la Aduana boliviana desde tres horas hasta una semana para poder cruzar al país de destino. Es en este periodo que sufren los hurtos, pues dejan sus coches abandonados.
Los puntos fronterizos más problemáticos son Tambo Quemado y Chungará (Chile), Desaguadero (Perú) y Puerto Quijarro y Puerto Suárez, en Brasil. Sin embargo, ¿qué tipo de autopartes son sustraídas? Motores, memorias, televisores, tableros de relojes, carpas, llantas de auxilio, portafaroles, stops, guiñadores, antenas, retrovisores, motores de arranque, cerebros, extintores, etc.
“A mí no me pasó, pero cerca del puente (de Desaguadero, en La Paz), mientras esperamos, hay gente que se dedica a robarlos y no hay control”, denunció Néstor Villca, dueño de un motorizado. Ante esto, propietarios y choferes deben reponer lo hurtado. Por ejemplo, solamente la tapa del depósito de diésel en un tráiler cuesta Bs 500; un farol, al menos $us 1.000, y un cerebro nuevo, $us 5.500.
Eran las 10.00 del jueves 2 y La Razón encontró en Desaguadero a unos 65 camiones estacionados en doble fila a un costado de la carretera internacional. Los conductores de los que estaban más lejos de la oficina de la Aduana debían caminar aproximadamente 250 metros para dejar su póliza de seguro, el Manifiesto Internacional de Carga, documentos de embarque (traslado de la carga), sanitarios y de la fuerza policial contra el narcotráfico, en caso de transporte de combustible (cisternas). Unos esperaban en las afueras de la misma oficina a ser llamados por funcionarios de la Aduana de Perú (que comparten el recinto con los bolivianos), y otros optaban por retornar a sus autos.
Testimonios. “Alguna vez en la noche me han robado mi módulo —equipo de control para el funcionamiento del camión—, me han forcejeado la chapa, debe valer unos $us 3.000. Pasa en segundos. Cada uno tiene que estar al tanto de su coche”, comentó Edwin Loayza, chofer de la empresa de transporte Mil Fronteras.
El coronel Jorge Luis Castelú, comandante de la Estación Policial Integral (EPI) de Desaguadero, confirmó la vigencia de este delito. “(Los delincuentes) no necesitan muchos instrumentos (alicates, cuchillas), ni más de dos minutos y los venden ilegalmente”. Este año, esta EPI recibió cuatro denuncias, aunque los afectados abandonaron los casos, que fueron derivados a la Dirección de Investigación y Prevención del Robo de Vehículos (Diprove).
En días hábiles, las filas de camiones superan el centenar, pero los fines de semana esa cantidad se duplica, sostuvo el presidente de la Cámara alteña. “El vehículo se queda abandonado como dos horas. Hay gente que tiene seguro, pero otros no”, complementó Adolfo Philco, secretario de Conflictos de la entidad sindical.
“Siempre hay filas. Llegué a las 09.00, son las 11.00 y sigo esperando, en otras (fronteras) casi es lo mismo, los compañeros a veces nos chocan la plataforma del remolque”, agregó el chofer Ricardo Herrera. “Hacemos fila desde las 05.00. A veces nos quedamos un día”, expresó Valerio Gutiérrez, de la empresa Hermanos Pionel.
La Cámara de Transporte Pesado de El Alto fue establecida legalmente en 2012. Tiene 280 compañías afiliadas, cada una puede tener entre cuatro y diez tráilers, haciendo un total de al menos 3.000. Cada motorizado mide cerca de 18 metros y su costo por unidad alcanza a $us 100.000. “Este año se han abierto tiendas importadoras. Antes debíamos esperar hasta seis meses para que nos traigan autopartes desde Estados Unidos”, subrayó Philco.
Cristóbal Sirvientes, de la firma Ruger’s Trans, contó que en agosto le sustrajeron $us 200, Bs 500, 200 soles peruanos, su radio televisor y algo de ropa. “El empresario no nos repone ello”.
Róger Vacallanos, administrador a.i. de la Aduana Desaguadero boliviana, desmintió que se tarden varias horas o días en procesar los requerimientos. Aclaró que si existe demora es porque los choferes no presentaron todos sus requisitos. “Al día atendemos unas 250 solicitudes que se encuentran listas en una hora, alguna vez vienen 12 camiones y esperan juntos (por eso se producen filas)”.
Los funcionarios aduaneros atienden de 09.00 a 21.00 sin interrupción, pero los tráilers llegan desde las 05.00 y comienzan las colas. Por las tardes no hay demanda.
Yucra denunció que también sufrieron robos en el recinto de Depósitos Aduaneros Bolivianos (DAB) —ubicado en la avenida 6 de Marzo, en El Alto—, que depende del Ministerio de Economía y Finanzas y donde se nacionaliza la carga. En 2013, cada mes se reportaron ocho hurtos en promedio. Allí, los tráilers deben presentar sus trámites de flujo de procesos de importación terrestre de mercadería. “(En una ocasión) hubo complicidad con funcionarios de la DAB, robaban incluso en la madrugada. Las denuncias se han quedado en papeles”, dijo Yucra.
Los directivos mostraron a La Razón las cartas enviadas por las víctimas a la DAB y la Cámara de Transporte Pesado de El Alto sobre este delito. El 8 de marzo de 2013, la gerente de Trans Tambeñito Géminis se quejó por la sustracción de 12 cajas de discos compactos de su camión. Otra carta enviada a la Cámara el 28 de marzo de 2013 reveló el robo del sensor de velocidad de dos camiones.
Olvis Oliva, gerente general de la DAB, explicó que a partir de la creación de su departamento de seguridad física y operativa, y la instalación de cámaras de seguridad en el recinto, solamente se registraron dos hurtos este año, con tres aprehendidos. “En lo que va de esta gestión se han encontrado a algunas personas en flagrancia. En uno de estos hechos tenemos una persona con sentencia, otro grupo con medidas sustitutivas y otros con detención preventiva. Solo le puedo hablar de este año”.
Se construirá un parqueo temporal para los tráilers
La obra será inscrita en el POA 2015 de la Aduana; se dividirá en dos áreas
En 2015, la Gerencia Regional de la Administración de la Aduana en Desaguadero planea construir un parqueo temporal para los tráilers. El estacionamiento (ver infografía) permitirá que los camioneros tramiten la autorización de salida a Perú sin temor a los ladrones de autopartes.
“Hemos pedido a la Alcaldía (de Desaguadero) que nos informe (de) quiénes son los propietarios del terreno y su colindancia. (La edificación) sería para el año siguiente, queremos inscribirla en el Programa Operativo Anual (POA) 2015”, informó a La Razón Róger Vacallanos, administrador a.i. de esa repartición.
El terreno en el que se proyecta erigir la obra tiene una superficie de 1.500 metros cuadrados y se encuentra ubicado frente al actual recinto aduanero, en el puente que conecta Bolivia con Perú.
El estacionamiento contará con dos áreas: una de 160 por 40 metros que será utilizada solo para el ingreso y estacionamiento de los motorizados, los cuales deberán esperar su turno de atención; y otra que será destinada al control, donde habrán dos andenes de 64 metros cada uno, con capacidad para cuatro camiones.
Canales. El funcionario aduanero explicó que el estacionamiento será identificado por tres colores: rojo, amarillo y verde, como los de la tricolor. En el primer canal los efectivos de la Aduana llevarán a cabo la inspección física del tráiler; en el segundo, verificarán la documentación; y en el tercero, darán paso a la salida.
“Tardará entre tres a seis meses la terraplenada (del lugar), además del enmallado del parqueo”, prosiguió el administrador interino de ese recinto fronterizo.
“Conozco solamente mi frontera, pero las mismas iniciativas se han solicitado en todas las fronteras”, complementó Vacallanos.
En una visita que realizó La Razón a Desaguadero observó que hay conductores que colocaron candados, cadenas y fierros a autopartes para evitar robos. “Otros les ponen pernos para que al ladrón no le sea fácil robar porque las tapas del tanque de diésel valen hasta Bs 500”, dijo.
Sin embargo, las sustracciones también se dan por descuido de los choferes, que dejan sus motorizados hasta más de un día. “A veces retornan a La Paz o a su casa (porque les faltaba un trámite) y dejan su camión, otros también son descuidados y se van a embriagar”, apuntó Rómer Vega, de la empresa Tarobey Vega SRL. “En abril intentaron deschapar mi camión metiéndole otra llave”, denunció
La Policía solicita un puesto de control
La Estación Policial Integral (EPI) de Desaguadero solicita un puesto cerca del recinto aduanero para llevar a cabo un control más eficiente a los tráilers que son estacionados por los camioneros bolivianos en el camino y evitar que les roben mercadería o autopartes.
“Hemos tenido una reunión con la Aduana, Migración, la Alcaldía y organizaciones sociales. Se pidió un espacio para tener personal las 24 horas”, informó a La Razón el teniente Jorge Luis Castelú, comandante de la EPI Desaguadero.
Pese a que la dirigencia de la Cámara de Transporte Pesado de El Alto denunció que no existen controles policiales, el entrevistado desmintió esta versión.
“Quisiéramos servirles como corresponde, (pero) mi gente lo que más puede aguantar son ocho horas y necesitaríamos un recurso (más personal) para salir a otro patrullaje (de noche)”, prosiguió.
En esta EPI trabajan 40 uniformados: un grupo hace el control al ingreso del pueblo; el segundo resguarda el paso por el puente internacional, el tercero está en la EPI —policías de tránsito, investigadores anticrimen,— y el cuarto patrulla para resguardar a los tráilers estacionados en la vía.