El acoso laboral es la amenaza más recurrente con la que las mujeres se enfrentan
La ministra de Trabajo, Verónica Navia, resaltó que gracias a los mecanismos de la norma en 2021 se recibieron 315 denuncias, de ellas se desestimaron 176 y se resolvieron 139.

Una obrera textil elabora una prenda de vestir. Foto: Ministerio de Trabajo
Imagen: Ministerio de Trabajo
Este 11 de octubre se recuerda el Día de la Mujer boliviana, como homenaje al natalicio de la escritora Adela Zamudio. Una fecha que llega empañada por las altas cifras de violencia laboral; solo en nueve meses, el Ministerio de Trabajo gestionó 111 denuncias y rechazó otras 141 de acoso laboral.
La ministra de esta cartera de Estado, Verónica Navia, informó que esta amenaza es una de las estrategias más utilizadas para empujar a las trabajadoras a renunciar a sus puestos laborales.
Sin embargo, para contrarrestar el acoso laboral se ha pensado en reforzar la normativa que la sanciona, y que actualmente está vigente.
“Incorporamos una serie de sanciones para que este tipo de comportamiento cese en el ámbito laboral”, dijo la autoridad.
“Establecimos inspecciones en el sitio para determinar si efectivamente las trabajadoras están sufriendo un trato menos ventajoso al de sus pares”, añadió.
Te puede interesar: La imprudencia de los peatones es el pan de cada día en la ruta del Tren Metropolitano
Resaltó que gracias a estos mecanismos en 2021 se recibieron 315 denuncias, de ellas se desestimaron 176 y se resolvieron 139.
“En cuanto a las sanciones, en la mayor parte de los casos emitimos una conminatoria para que este tipo de comportamiento pare. Nadie quiere que en su archivo en el Ministerio se registre este tipo de conflictos”, señaló.
La autoridad subrayó que la reversión de despidos a causa de la pandemia del COVID 19 fue uno de los logros de varias mujeres con apoyo del ministerio.
“Logramos que muchas mujeres pudieran ser reinstaladas en sus fuentes de trabajo, previo a la crisis”, dijo.
Sin embargo, Navia admitió que a pesar de que rige la norma, muchas mujeres aún tienen miedo de represalias de sus empleadores, pero no pierden la esperanza de que eso cambie con el pasar del tiempo.