El cáncer en los niños no se puede prevenir, pero hay signos de alerta temprana
La presidenta de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer Patricia Mendoza, informó que en el país, al menos 400 menores de edad padecen de algún tipo de cáncer
Ante el cáncer infantil, los niños han demostrado ser extraordinarios. Foto: APG
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Cada 15 de febrero se recuerda el Día Internacional de Lucha contra el Cáncer Infantil. Padres de niños con el mal recuerdan que esta enfermedad es difícil de detectarla y no se puede prevenir, sin embargo, se puede hacer que sea menos agresiva en los menores de edad.
“El cáncer en los niños no se puede detectar fácilmente, no se puede prevenir, pero si se puede conocer los signos de alerta temprana para realizar un tratamiento eficaz, oportuno que realmente pueda ser a tiempo y menos invasivo”, dijo la presidenta de la Asociación de Padres de Niños Con Cáncer (Aspanicc), Patricia Mendoza.
Informó que, en el país, al menos 400 menores de edad padecen de algún tipo de cáncer y hay tres hospitales oncológicos en el eje central que atienden a los pacientes de todo el territorio.
El cáncer infantil
Mendoza enfatizó que este mal puede ser confundido con otros como una infección. Asimismo, aseguró que algunos padres pasan desapercibidos los signos de la enfermedad, en ese sentido pidió poner atención en los síntomas de los distintos tipos de cáncer que puede aquejar a los niños.
“En el caso de la leucemia (o cáncer en la sangre) el niño comienza a tener fiebres sin razón alguna, presentan moretones en el cuerpo sin haberse hecho ningún golpe. Tienen petequias que son granitos o manchitas en la piel, anemia severa, les da mucho sueño”, explicó.
En relación al cáncer en los huesos u osteosarcoma dijo que “esto se presenta como si les doliera los huesos casi todo el tiempo, pero un dolor que no pasa con nada”.
“El cáncer en el ojito, tienen un puntito en el ojito, no es ni una basurita y sigue ahí en el ojito y sigue creciendo. También tienen dolores constantes de cabeza”, señaló al indicar que estas descripciones “son los signos de alerta temprana” que todo padre y madre debe estar atento.
Pensar y hacer
En ese marco resaltó que hay mucha diferencia “entre pensar en algo o hacer algo” y que este último es muy significativo. La presidenta señaló que una acción temprana pude prevenir un cáncer agresivo que en algunos casos deriva en la muerte.
“Porque insistir a los médicos que puedan derivarle (a tu hijo) a un hospital donde hay profesionales especializados y puedan detectarlo a tiempo hay más esperanza de vida”, aseguró.
Señaló, además, que hay niños que abandonan el tratamiento y que a causa de ello muchos llegan a fallecer, no obstante, resaltó que este grupo tiene más esperanza de vida y superación a la enfermedad.
“Los niños pueden sobrevivir al cáncer, las quimioterapias no son tan fuertes, ni tampoco son tan invasivas y el niño tiene más esperanza de vida”, explicó.
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Aprendiendo de los niños
Mendoza afirmó que los niños son seres extraordinarios y que se aprende “a hacer fuerte” de ellos, pues no solo lidian con la enfermedad, también con la situación y el tratamiento. Un tratamiento que consiste en la quimioterapia, radioterapia, la medicación y la pérdida del cabello.
En ese mismo contexto, la madre destacó el manejo de las emociones de los padres de un niño con cáncer; aseguró que es complicado. “Realmente es tan difícil poderle decir a tu hijo que va a estar bien, pero tenemos que hacerlo”.
Contó que en la situación los padres tienen que aguantarse las lágrimas, llorar cuando nadie los ve o llorar en la noche. Todo esto porque esta es una enfermedad en la que se debe mostrar positivismo a sus hijos.
“En mi caso, a mi hija debo de decirle vamos a salir adelante, vamos tu puedes eres increíble y todas las energías, positivismo posible; sobre todo tener mucha fe y poder transmitir todo eso. Pero no solamente a tu hijo, sino al niño que ésta a lado, a la mamá, a los papás que comparten en la sala, que comparten la internación y también el tratamiento”, contó.
Padres positivos, con hijos con cáncer
Resaltó que a pesar de lo difícil que puede ser manejar la situación, se debe mantener firme el positivismo, ya que “como mamá si bajas la guardia o no estas con esa actitud, el niño se deprime”.
“Dice por mi culpa no estás trabajando, por mi culpa no está yendo a la casa, no estás viendo a mis hermanitos. Por mi culpa yo me he enfermado, no podemos ir a la escuela o no tenemos dinero y por todo eso recae. Es un peso muy fuerte para un niño, que aparte de tener la enfermedad, sufrir los daños y consecuencias que tiene los tratamientos, tener ese peso emocional encima. Es muy difícil”, dijo.
Como padres afirmó que buscan darle la mayor de las confianzas posibles a sus hijos para vencer la enfermedad, ante ello resaltó que los niños les han enseñado a ser fuertes. “No lo hemos buscado, pero hemos sacado fuerzas de donde no lo sabíamos que teníamos”.