Agua, un conflicto sin límites
La obra teatral interpretada en alemán y español será presentada en el Fitaz el 26, 28 y 29 de abril.
Una persona que no ha terminado de ducharse, un ángel que da un mensaje que apuesta por la esperanza, un elefante que se encarga de la acústica, un pez que ha perdido a su familia por la contaminación del lago, una tortuga que no encuentra un sitio donde pueda incubar sus huevos y una señora en apariencia amable que lucra con el líquido cuentan sus preocupaciones en torno al agua. Así se puede resumir Agua/Wasser, una obra teatral bilingüe en la que se juntan las capacidades de actores alemanes y bolivianos, y que se presentará al público como parte del Festival Internacional de Teatro de La Paz (Fitaz).
En una cafetería del centro histórico paceño, en medio de un mate de coca, un café yungueño y un sándwich de marraqueta con palta, los integrantes de la compañía de teatro alemán Marabú cuentan cómo fueron los entretelones para armar una obra sobre la base de los problemas que conlleva el exceso, la falta y la contaminación del líquido.
A través de la cooperación entre los gobiernos municipales de Bonn (Alemania) y La Paz (Bolivia), además de la fundación Engagement Global NRW, actores de ambos países unieron sus talentos con el objetivo de mostrar los conflictos con respecto al agua de manera humorística, sarcástica y también crítica.
La producción fue atípica desde el inicio, porque después de encontrar el agua como línea conductora del libreto, cada uno se encargó de investigar y escudriñar en la forma en que influye en su vida este elemento vital.
“Sobre su experiencia, cada uno eligió un personaje; pero como todos eran distintos (un elefante, un ángel, una tortuga, una flor, una mosca, un pez dorado, un buitre, un traductor, un consumidor y una dama que representa a la empresa Nestlé) se planeó que la historia girara con relación a un congreso sobre el agua”, explica Tina Jücker, cofundadora de Marabú, la compañía de teatro que reúne a los actores procedentes de Alemania.
Por ejemplo, Walter Zick eligió una persona que aún tiene champú en la cabeza, por lo que va al congreso para exigir que le dejen terminar de bañarse. Fatma Girretz representa un ángel que pregunta cómo es que el ser humano gasta tanta agua. En cambio, Jücker encarna a la señora Nestlé, en representación de una multinacional de alimentos que ha comprado todas las fuentes de agua para lucrar, aunque muestra lo contrario a los demás.
En un principio, la coordinación en los ensayos no fue sencilla, ya que la coproducción tiene actores alemanes (Tina Jücker, Claus Overkamp, Walter Zick, Fatma Girretz y Elmar Schmidt) y bolivianos (Sergio Ríos, Avril León, Jhazel Vargas, Carmencita Guillén, Alejandro Beltrán y Denisse Avilés).
Schmidt —literato y traductor— fue pieza importante en esta etapa, porque se encargó de que los artistas se entendieran. Por esa razón, a la semana fue incluido en la obra, como el moderador del congreso que debe intentar ordenar el encuentro y, a la vez, traducir a los personajes.
El agua es vital para el ser viviente, por ello también es una preocupación por inundaciones, sequías y la contaminación. La sede de gobierno sufrió hace un año escasez de líquido como consecuencia de la falta de lluvias. En Bonn —de donde proceden los actores de Marabú— no tienen ese problema, pero son conscientes de que esto afecta el orbe. Por ello, no fue casual que el estreno de la obra —en noviembre de 2017— coincidiera en esa urbe con la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP 23).
Este año, aprovechando que la sede de gobierno es Capital Iberoamericana de las Culturas, el colectivo de actores se volvió a reunir para presentar Agua/Wasser como parte del Fitaz el jueves 26 de abril en el Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez, el sábado 28 en la Casa Distrital de Culturas Jaime Saenz y el domingo 29 en el Espacio Interactivo Pipiripi. Además, en el Teatro 3 de Febrero de Sucre (el jueves 3 de mayo), en el Teatro Achá de Cochabamba (el sábado 5) y en AECID de Santa Cruz (el lunes 7).
En comparación con la presentación en Alemania, en Bolivia habrá más diálogos en español. Por esa razón es que todos los actores se fueron a Coroico, para encontrarse otra vez y tener su propio congreso, sin límites de tiempo ni de idioma, sino con el objetivo de influir en la población para que tome conciencia del cuidado del medio ambiente y, en especial, del agua.