Ilegalidad sindical
Los dirigentes de la FTPLP desconocen y no aplican principios anotados en el estatuto de la organización
Las organizaciones sindicales se caracterizan por estar estructuradas por personas con diferentes posturas; y las actividades que desarrollan generalmente se guían por principios que son aceptados por todos sus miembros. Cuando esto sucede, las decisiones que asumen este tipo de organizaciones están enmarcadas de legalidad.
No obstante, esto no ocurre con la Federación de Trabajadores de la Prensa de La Paz (FTPLP), porque las personas que se atribuyen su representación desconocen y no aplican principios anotados en el estatuto. Por ejemplo, la FTPLP no ha aceptado los últimos aportes sindicales del sindicato de trabajadores de La Razón, cuyo monto alcanza a cerca de Bs 14.000. Esto pese a que el reglamento interno establece que todos los afiliados deben cumplir con esta responsabilidad, y en ningún lado atribuye a una o a varias personas la facultad de decidir quién puede o no cumplir con esta responsabilidad, tal como ocurrió en el ejemplo señalado.
Esta irregularidad responde a una actitud política, que se inició con la convocatoria para la inscripción de frentes a fin de renovar el Comité Ejecutivo de la FTPLP. Convocatoria que, dicho sea de paso, no fue conocida por todos los sindicatos, por la falta de una adecuada difusión.
El rechazo de los aportes sindicales de los trabajadores de La Razón fue una argucia de la supuesta representación de la FTPLP, para quitarnos el derecho de elegir y ser elegidos. Pero el mayor perjuicio deviene por la falta de atención médica, pues muchos de los trabajadores buscan el consejo de galenos del centro médico afiliado a la federación en alguna de las especialidades, por su bajo costo, pese a la falta de equipos médicos que debería tener.
A esta irregularidad se suma el hecho de que la entidad no cuenta con un Tribunal de Honor, para que resuelva las controversias internas que se puedan presentar, pese a que el estatuto establece la existencia de esta instancia. Otra transgresión es la decisión asumida al margen de las bases respecto al aporte mensual del 1% que deben realizar los medios de comunicación sobre sus ingresos brutos para el Seguro de Vida. Este hecho, por ejemplo, impidió un incremento salarial mayor al 8% para los trabajadores de La Razón. Y si esto pasa con nuestra empresa, que es una de las más grandes del rubro, ya se imaginarán la difícil situación de otras más pequeñas. A este rosario se suma la falta de una rendición transparente de cuentas de los ingresos percibidos en los últimos cinco años. Por ejemplo, en ese periodo la FTPLP recibió $us 100.000 por el alquiler de ambientes, según datos de la exsecretaria de Finanzas Carla Cardozo. ¿A caso los afiliados no tenemos derecho a saber qué se hizo con esos recursos?