Voces

Wednesday 8 May 2024 | Actualizado a 12:39 PM

Papel higiénico

Los comunicadores no tienen papel higiénico, sólo servilletas. Pero su poder para engañar está creciendo

/ 19 de junio de 2013 / 04:02

El poder de la palabra es inmenso. La palabra nos libra de la dependencia del presente, cuando narra el pasado o pronostica el futuro. Con palabras, los grandes poetas acuñan nuevas realidades, los grandes narradores nos hacen coexistir con personajes como Don Quijote o como la Chaskañawi. Con la palabra accedemos a nuevos mundos descubiertos por los científicos. Gracias a la palabra habitamos no sólo en el minúsculo planeta Tierra, sino en el inconmensurable cosmos galáctico y, al mismo tiempo, con los corpúsculos microscópicos. Así, el horizonte en el que existimos es fantásticamente inmenso en las dos dimensiones. 

Pero la palabra puede también ser corrosiva, destructora. Todo el mundo sabe que una palabra puede destruir a un amante. Hay palabras que matan, lo dice cualquier vendedora del mercado. Pero la más peligrosa de las palabras es la subterránea. Dicen algo, pero el sobreentendido es otro. Mienten, pero parece verdadero. Defienden valores supremos, pero están al servicio de intereses de los poderosos.

Un ejemplo de ellos es la noticia de que “en Venezuela no hay papel higiénico”, publicitada a nivel internacional. ¿Se está simplemente refiriendo a la ausencia de un elemento de uso cotidiano? No, señor, lo que en verdad dice la noticia es lo siguiente: “Ni siquiera hay papel higiénico en Venezuela. Todo falta”. La pericia en el uso del lenguaje de la oposición venezolana es extraordinaria, pues está dirigida por comunicadores expertos en el uso del lenguaje manipulador. Los asesores de Capriles, el grupo J.J. Rendón, son los mismos que asesoraron a los partidos políticos de ultraderecha en América, desde El Salvador hasta Colombia, Perú y Venezuela. El lema es: cómo destruir a un candidato utilizando todos los recursos de lenguaje, la mentira, el engaño, la tergiversación. 

Preguntémonos: ¿Qué pasa con papel higiénico en Venezuela? Dos hechos reales y concretos. Del primero soy testigo. Estuve en Cumaná, cuna del Mariscal Sucre, en diciembre de 2002, durante la huelga general contra Chávez. No había papel higiénico por ninguna parte. Pero, por casualidad, me tocó presenciar la llegada de un tráiler cargado de paquetes de papel higiénico que ingresó a un inmenso galpón que ya contenía inmensas cantidades de ese auxiliar de un baño. Mi presencia causó evidente malestar en los dueños. Había mucho material oculto.

El otro hecho revelador. En la actualidad, tampoco hay papel higiénico en Venezuela, pero las empresas productoras aumentaron inmensamente la producción de servilletas, sustitutos de ese delicado utensilio. El beneficio es doble: por un lado, desprestigio del Gobierno; por el otro, incremento de las ganancias. Los expertos comunicadores no tienen papel higiénico, sólo servilletas. Pero su poder para engañar está creciendo en América Latina.

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Firmeza económica

El país invierte en proyectos de energías renovables para reducir la dependencia de los combustibles fósiles

Miguel Clares

/ 8 de mayo de 2024 / 12:30

En un escenario global caracterizado por la volatilidad económica, Bolivia emerge como un ejemplo de crecimiento económico acompañado de estabilidad de precios. Más allá de las palabras, estos logros evidencian el impacto positivo del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP) en la protección del bolsillo de los hogares bolivianos. El MESCP, con su enfoque social y su orientación hacia el crecimiento económico sostenible, ha demostrado ser un baluarte en momentos de auge y recesión a nivel mundial.

A diferencia del contexto internacional adverso y los sabotajes internos, el MESCP se erige como el pilar que resguarda a las familias y empresas bolivianas de las inclemencias económicas, tanto internas como externas. Los resultados de la inflación a marzo de 2024 sitúan a Bolivia entre las economías con menor inflación en la región y el mundo con una inflación acumulada de 0,74%, un logro impresionante considerando la situación inflacionaria al primer trimestre del año de países vecinos como Argentina (36,6%), Colombia (2,7%), Uruguay (2,2%), Paraguay (2,0%) y Chile (1,6%), entre otros. ¿Se imaginan en cuánto llegarán a cerrar el año?

Lea: Economistas visionarios

¿Cómo se alcanzaron estos resultados en medio de desafíos internacionales y sabotajes económicos? La respuesta radica en la adaptabilidad del MESCP, que ha resistido a las crisis internacionales y ha evitado que las familias y empresas sufran desproporcionadamente las consecuencias. A pesar de los retos, el país se mantiene firme contra el agio, la especulación y el contrabando, gracias a políticas sostenibles aplicadas desde la implementación del MESCP.

Las medidas implementadas, como el apoyo a la producción, las subvenciones a alimentos y combustibles, el control de precios y la lucha contra el contrabando, no son respuestas improvisadas, sino parte integral del MESCP desde su inicio, consolidándose como herramientas efectivas para preservar la estabilidad económica.

El MESCP no solo es la columna vertebral de la economía boliviana, sino que también se ha convertido en objeto de estudio a nivel internacional. Su capacidad para generar estabilidad económica ha captado la atención global, consolidando su posición como referente en políticas económicas sostenibles.

En un contexto donde las declaraciones políticas pueden desestabilizar el desempeño macroeconómico, la responsabilidad de proteger la estabilidad económica del país recae en los bolivianos. El MESCP se presenta como una garantía tangible de hechos que generan y seguirán proporcionando estabilidad para Bolivia.

Históricamente, con el antiguo modelo neoliberal, Bolivia fue percibida como una nación en declive económico, pero hoy está en el centro de atención del mundo por razones muy diferentes. ¿Cómo ha logrado este país mantener la estabilidad de precios en un contexto internacional desfavorable? Este notable logro proviene, como se mencionó anteriormente, del éxito del MESCP.

En ese sentido, es importante señalar también que, la política de subvención a los carburantes ha sido fundamental para mantener la estabilidad de precios. En un contexto de aumento de los precios de los derivados del petróleo, estas subvenciones han mitigado las presiones inflacionarias, beneficiando en gran medida al sector agropecuario.

Además, el país está invirtiendo en proyectos de energías renovables para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y fomentar el desarrollo sostenible. En consecuencia, Bolivia ha demostrado que es posible alcanzar el crecimiento económico con estabilidad de precios en un mundo marcado por la incertidumbre. El MESCP ha sido —y sigue siendo— clave en este éxito; su enfoque social orientado al desarrollo sostenible lo convierte en un modelo digno de admiración a nivel internacional.

(*) Miguel Clares es economista

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Mil oficios: autorretrato

¿Puede un niño ‘cobrar’ como salario tres revistas deportivas de un mismo número? Así fue

Rubén Atahuichi

Por Rubén Atahuichi

/ 8 de mayo de 2024 / 06:56

El niño recorre feliz los campos sobre la espalda de su padre, cual si fuera el lomo de un corcel, con la diferencia de que las manos cruzadas hacia atrás hacen de estribo. Abrazado del hombre bueno de cerca de 40 años, desde las alturas, el pequeño tiene una vista privilegiada: un horizonte de cerros blancos, el bofedal, la planicie de espinas, thola y yareta; el camino polvoriento, los pasos y al fondo, Llallagua, la serranía azul en forma de conos, tendidos por la naturaleza lado a lado.

Van camino a la cantera en Cantuyo, a picar piedra a punta barreno, combo y cincel. Maestro de profesión, el joven padre había decidido mejorar sus ingresos con la venta de piedra caliza, cotizada por los constructores del pueblo para los cimientos y la base de las casas. Pilas y filas de pesadas piedras, algunas pulidas finamente y otras brutas, esperaban a los camiones.

Lea: En vida, hermano, en vida…

Acompañado de su hermano mayor, un flaco moreno y con el ceño siempre fruncido, pero capaz de domar toros bravos y montar el yugo para el barbecho o la siembra, el pequeño supo que las piedras eran la gallina de los huevos de oro, aunque para su edad ser picapedrero resultaba inalcanzable. Era una inspiración de mil oficios.

Un día, el niño fue confinado, un decir, a la estancia de su tío Esteban. Partió con el encargo de ayudar en tareas pecuarias, al cuidado de ovejas y llamas. Ha debido ser su primer oficio.

Al llegar a Qutaña, las primas lo esperaban con un asado. Luego, serían las compañeras de faena y de juegos.

Pero el chiquillo no aguantó la ausencia y a los pocos días decidió volver a casa. Tomó la misma ruta, aunque tuvo que —entre lágrimas y temor— armarse de valor para cruzar praderas y pajonales, escarpados caminos y desoladas rocas. La reprimenda que lo esperaba.

Meses después, otras tareas le abrieron los ojos. Con la intercesión de su padre, llegó a la pensión de don Gilberto, un tipo dicharachero y hasta matón. Solo la sazón de las comidas de doña Rogelia pudieron retenerlo por un par de vacaciones escolares. Y los dos panes de yapa diarios que don Pedro le daba al recoger el saco.

¿Puede un niño “cobrar” como salario tres revistas deportivas del mismo número? Así fue. Eran del homenaje a la Academia Tahuichi, campeona del primer Sudamericano Infantil de Clubes en Argentina. Aquel memorable equipo de Rolando Aguilera (+), Eduardo “Zorro” Rivero o de Francisco Takeo, Joaquín Ardaya, Rolly Paniagua y otras pequeñas figuras descollantes.

Pero sus expectativas mejoraron cuando fue “contratado” como el vendedor de la cooperativa comercial del pueblo. Uno a uno, los socios le encargaban su turno a cambio ropa, dinero o una cámara fotográfica instantánea Polaroid.

¡Qué gran emolumento resultó este novedoso aparato con el que logró su independencia laboral! El Carnaval era la época propicia para sus ganancias, aunque el dolor de hacerle un retrato a su primo fallecido a las horas de nacer, Sócrates, y no uno a su abuela Micaela lo marcó.

Con más experiencia en los negocios, aprovechó cada campeonato de fútbol y básquet del pueblo para sellar números y nombres de los clubes a plan de soplete, pintura y gasolina. Era todo un oficio, desde dibujar y cortar moldes con Guillete, hasta plagiar logotipos de Nike o Adidas.

Artista, tuvo que incursionar en el dibujo a lápiz y a marcadores Faber Castell para sus compañeras de la promoción, que le pagaban cómodos precios por un cuadro o unas carátulas.

Pero el radio Philips de la abuela y la simulación de comunicación con un hilo y dos vasos a cien metros de distancia, en el colegio, fueron la inspiración de su oficio de vida: periodista.

(*) Rubén Atahuichi es periodista

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Vulnerabilidad hídrica

Marlene Quintanilla

/ 8 de mayo de 2024 / 06:51

¿Futuro hídrico seguro o incierto?… en plena era de la inteligencia artificial. Uno de los mayores retos de la humanidad es la seguridad hídrica de todos los seres vivos, sin agua no es posible ningún tipo de vida. Si bien dos de los sistemas hídricos de agua dulce más grandes del planeta nacen en Bolivia, las cuencas de la Amazonía y del Plata muestran cada vez más realidades de extrema sequía; sus habitantes son cada vez más vulnerables a sus impactos.

En un mundo azul, en 2023 la escasez del agua fue la gran protagonista. En plena Amazonía, Ecuador experimentó una crisis energética que continua, sus hidroeléctricas quedaron sin agua. En Brasil, el río Negro, un afluente del río Amazonas, deja de ser navegable, y el déficit hídrico junto al calor extremo en el lago Tefé provoca la muerte de un centenar de delfines.

Consulte: Bosques en pie

La tragedia ambiental también golpeó a Bolivia, más de 160 municipios en emergencia ante la falta de agua, ciudades como Santa Cruz, Villamontes y San Matías con olas de calor superiores a los 40°C, con aumentos en cuadros de deshidratación, calambres e insolaciones. La falta de lluvias fue implacable con la fauna y la flora silvestre, dejando un rastro desolador de muerte de animales que perecieron ante la falta de agua.

Una ruleta de condiciones extremas nos golpea; mientras las sequías son más extremas, las inundaciones arrasan sin piedad. La fuerza del agua avanza sin límites cuando ya no están los bosques ribereños. Esta semana, las inundaciones nos dejan un rastro de devastación; en el sur de Brasil, cientos de desaparecidos y decenas de personas muertas. En Yapacaní, los márgenes del río Ichilo están bajo el agua, con comunidades altamente impactadas.

Junto a otros países amazónicos, Bolivia es vulnerable a los efectos del cambio climático que va agudizando sus impactos a medida que aumentan la deforestación, los incendios y la contaminación de sus aguas (minería, lixiviados agropecuarios, basura, etc.). El agua disponible en ríos, lagunas y acuíferos requiere de infraestructura apropiada para que sea segura para el abastecimiento en calidad y cantidad.

Según parámetros de la disponibilidad de agua, una persona es vulnerable cuando su acceso al agua es menor al estándar internacional establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2003) de al menos 20 litros al día por persona, que equivalen a 7,3 metros cúbicos al año. Sin embargo, si solo consideramos actividades como bañarse y cocinar, el consumo mínimo varía entre 27 y 200 litros diarios per cápita. Existen regiones y comunidades en el país que solo cuentan con entre 20 y 50 litros de agua por día para una familia entera, que deben acarrear desde distancias lejanas para cubrir esta necesidad mínima.

Nos quedan solo seis años para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible y estamos muy retrasados para lograr como mínimo las metas relacionadas con el agua. Miramos y evaluamos a las sequías, junto a las olas de calor, como eventos climáticos pasajeros y no logramos avanzar en la preparación para afrontar un mundo con menos agua, y con más riesgos climáticos. Necesitamos dar pasos rápidos para alcanzar la seguridad hídrica. Experimentamos un quiebre en la historia humana: ¿el cambio climático y la inteligencia artificial serán capaces de impulsar la innovación para lograr la gobernanza hídrica planetaria?

(*) Marlene Quintanilla es directora de Investigación y Gestión del Conocimiento de la FAN

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Población activa y alza salarial

Los grandes, medianos, pequeños y micro empresarios lamentan la unilateral determinación del Gobierno

Rolando Kempff Bacigalupo

/ 7 de mayo de 2024 / 06:54

Un reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indica que Bolivia es el país con mayor trabajo informal del mundo, con aproximadamente el 80% de su fuerza laboral, lo cual la sitúa inclusive ampliamente por encima de la informalidad de América Latina y el Caribe, que tiene un 53,7%, según los últimos datos al 2022.

En recientes días, el Gobierno dispuso para este año un aumento del 5,85 % al salario mínimo y un 3% al haber básico.

Consulte: Bonos verdes o inversión privada

A fines del año pasado, la Población Económicamente Activa (PEA) de Bolivia fue de 6,9 millones de personas. De este universo, solo 1.053.470 personas tienen un trabajo formal. Pero, si solo considerásemos como empleo formal a aquellos que tienen determinada calidad medida en un contrato registrado en el Ministerio de Trabajo, beneficios sociales, cobertura médica, estabilidad laboral, derechos laborales satisfechos y otros, la población con un empleo formal y de calidad, solo estaría rondando un 5% de toda la fuerza de trabajo del país.

Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), afirmó de manera clara que el 1 de mayo no solo deberían ser homenajeados los trabajadores, sino también quienes permiten que se establezcan fuentes de trabajo legales. Los mayores empleadores en el país son los micro, pequeños y grandes empresarios.

El mismo día que se conocía el acuerdo Gobierno-COB sobre el aumento salarial, el INE expuso que en los dos primeros meses de este año el país registró un déficit comercial de $us 295 millones.

Los grandes, medianos, pequeños y micro empresarios lamentan la unilateral determinación del Gobierno de elevar el salario mínimo nacional y el haber básico, muy por encima de la inflación registrada el año pasado y sin evaluar la realidad empresarial.

La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia rechazó la propuesta de la COB, porque considera que este aumento es “insostenible para el sector empresarial, provocará el cierre de unidades productivas y una mayor precarización del trabajo formal”.

Considerando la coyuntura económica actual, es inviable el incremento acordado entre el Gobierno y la COB. El 3% al haber básico tiene un efecto multiplicador en las planillas salariales.

El empresariado boliviano, respaldado por leyes nacionales, ha pedido una negociación tripartita entre Gobierno, trabajadores y empresarios, como claramente lo establece el Convenio 131 de la OIT, ratificado en Bolivia por la Ley 2120 “que instruye la consulta exhaustiva e igualitaria a los trabajadores y a los empleadores antes de definir el salario mínimo nacional”.

El Gobierno, junto con los empresarios, busca encontrar una salida a problemas como la caída de los ingresos nacionales, la escasez y encarecimiento de dólares y, por tanto, el incremento en el precio de productos básicos. Todo ello debe llevar al Ejecutivo nacional a velar por la estabilidad del sector privado, que puede ser su aliado para el mejoramiento integral del país. En síntesis, debemos dejar de pensar en los resultados cortoplacistas y tener una visión de estadista.

Entendemos que el incremento salarial es una demanda social genuina de los trabajadores, sin embargo, debe ser consensuado con el empresariado.

Las estadísticas sobre el incremento salarial en el país nos muestran que entre 1991 y 2005 el aumento del Salario Mínimo Nacional fue de 267%, mientras que entre 2006 y 2022 la cifra subió a 350%.

Los dirigentes de la COB parecen olvidar que las empresas no solo deben cumplir con el porcentaje de aumento salarial dispuesto, sino que a esto se suman otras obligaciones que incrementan sus erogaciones.

(*) Rolando Kempff Bacigalupo es economista, licenciado en la UMSA, académico de Número de la ABCE y presidente del Directorio de la UREAL

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Mi derecho a una jubilación oportuna

Richard Silva Gutiérrez

/ 7 de mayo de 2024 / 06:49

Seguramente éste como otros días, muchas personas acudirán a los centros de salud y hospitales, y se lleven la sorpresa de que algunos trabajadores del sector salud vienen cumpliendo paros con el argumento del rechazo al proyecto de Ley 035/23, que propondría supuestamente una jubilación forzosa a los 65 años, generando perjuicio a la población.

Es evidente que mucha gente adulto mayor de nuestro país ya cuenta con la edad para jubilarse, pero no lo hace por temor o desconocimiento de la norma, siendo que se trata de un derecho que les asiste por disposición de la misma Constitución Política del Estado, la cual establece que el Estado garantiza el derecho a la jubilación.

Revise: De la política, su judicialización

De esta manera, a través de este espacio, quiero compartir con los lectores algunos aspectos relacionados a los requisitos de acceso a la jubilación, entre los que se encuentran la edad y otros datos, para que se comprenda por qué es importante ejercer el derecho a la jubilación.

La vigente Ley 065 de Pensiones, promulgada bajo los lineamientos de la Constitución aprobada en 2009, implementa como una de sus innovaciones que las y los bolivianos puedan jubilarse a la edad de 58 años y con tan solo 120 aportes, en el caso de mujeres pueden reducir la edad en tres años, uno por cada hijo o aumentar su densidad.

Por lo que en Bolivia ya se tiene prevista una edad de jubilación que se otorga al trabajador mediante una pensión vitalicia y con un número mínimo de aportes (10 años), siendo una de las más bajas en Latinoamérica, respecto a Uruguay, Brasil, Argentina, entre otros países de la región.

Ahora bien, se ha visto en la población una confusión con el actual planteamiento del Gobierno que propone la edad de 65 años para que el trabajador ejerza el derecho a la jubilación, para lo cual paso a brindar un razonamiento personal de los alcances de la discutida disposición adicional de proyecto de Ley 035/23, que tendría como objeto que los trabajadores se acojan y ejerzan el derecho a la jubilación a los 65 años, derecho que se enmarca en la misma Constitución, en resguardo de la salud y bienestar del trabajador de la tercera de edad, no encontrando contravención al texto constitucional y entendiendo que lo que se pretende es que el derecho a la seguridad social se vea efectivizado con la jubilación a la edad citada.

Habrá que comprender que la jubilación, por definición es un medio de subsistencia generado desde la seguridad social, no comparable a un salario, que tiene su origen en lo laboral; ambas materias tienen naturaleza y propósito distinto, aspecto que ciertos dirigentes y opinadores aprovechan para confundir a la población. La seguridad social es universal porque beneficia a médicos, profesores, choferes, trabajadoras del hogar y otras ocupaciones sin distinción y en igualdad de condiciones, y no es obligatoria cuando se trata de determinar una edad para su ejercicio objetivo, aspectos que están protegidos por la Constitución.

Pues habrá que pensar un momento para evaluar si la posición de algunos sectores que buscan protagonismo puede truncar con paros el ejercicio de los derechos del resto de la población que es la mayoría, como ser el acceso a la salud, educación, y también a una seguridad social oportuna.

(*) Richard Silva Gutiérrez es abogado

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