Voces

Friday 24 May 2024 | Actualizado a 19:45 PM

Medias mentiras

/ 18 de julio de 2013 / 04:03

Un diario brasileño (conocido por su sistemático asedio a los “gobiernos bolivarianos”) señaló que a fines de 2012 Bolivia revisó una aeronave oficial del vecino país, por la sospecha de que allí estaba escondido Róger Pinto, asilado desde hace 14 meses en la Embajada de Brasil en Bolivia. Pretendían forzar así una similitud con el bloqueo aéreo que sufrió el presidente Morales tras el rumor de que llevaba consigo al exagente Snowden.

Pronto la “información”, desmentida por el propio Ministerio de Defensa de Brasil, se reveló como una media verdad. O mejor, como media mentira. Su título era elocuente: “Bolivia revisó avión de Amorim (ministro de Defensa) en busca de opositor”. La entidad brasileña aclaró que en efecto un avión de la FAB fue revisado en el aeropuerto de Santa Cruz, pero en octubre de 2011, es decir, siete meses antes del asilo de Pinto.

Así, la supuesta búsqueda de Pinto es una falsedad del diario en cuestión. ¿Y la revisión no autorizada de la aeronave brasileña? La reacción del Gobierno boliviano ha sido contradictoria. Para el Canciller se trata de una “tomadura de pelo”. La Ministra de Comunicación, en tanto, asegura que nunca hubo tal revisión ni tampoco una nota de protesta de Brasil. Queda por aclarar oficialmente el hecho de manera inmediata y seria.

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El fin de la polio, a la vista

Gran parte de este éxito se debe al uso de la vacuna oral Sabin en lugar de la vacuna inyectable Salk

Richard Conniff

/ 24 de mayo de 2024 / 11:20

La lucha para erradicar la polio ha sido larga y difícil. Han pasado casi 50 años desde que las vacunas eliminaron la enfermedad en Estados Unidos. Pero la polio continúa hasta el día de hoy incapacitando o matando a niños en algunas partes del mundo a las que es más difícil llegar. La buena noticia es que ahora estamos a punto de erradicar esta terrible enfermedad en todas partes y para siempre.

La Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Polio es un consorcio de actores importantes en la lucha: la Fundación Gates, Rotary International, la Organización Mundial de la Salud, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y Gavi, la Alianza para las Vacunas. El grupo tiene el ambicioso objetivo de poner fin a la transmisión del virus que causa la enfermedad, el poliovirus salvaje, para finales de año en Afganistán y Pakistán, los dos países donde todavía infecta activamente a los humanos. Si la iniciativa tiene éxito, será la culminación de una campaña que ha reducido la incidencia del poliovirus salvaje paralizante de unos 350.000 casos estimados en 1988 a solo 12 casos conocidos el año pasado.

Consulte: Brecha salarial de género

También será el resultado de lo que puede parecer una estrategia contraria a la intuición: el conocimiento sobre la enfermedad fluye no solo de los expertos médicos de los grandes centros de investigación a las personas de los países en desarrollo, sino también en sentido inverso, con los trabajadores en primera línea proporcionando información crucial para detener la enfermedad en sus propias zonas y más allá. La lección aquí es que las herramientas médicas necesarias para detectar y contener cualquier enfermedad funcionan mejor en manos de las personas más directamente afectadas por ella. Después de haber utilizado esta estrategia para detener la polio, la gente de los países en desarrollo ya está buscando aplicar esas mismas herramientas contra otras enfermedades, tanto conocidas como emergentes.

Por supuesto, el virus podría propagarse fuera de estas regiones, como ocurrió en 2022, cuando los viajes aéreos internacionales llevaron la polio a un puñado de otros países, incluido Estados Unidos. Pero los trabajadores de primera línea en Pakistán y Afganistán sirven como una red para rastrear sus posibles rutas de escape, mientras las familias van y vienen a través de la frontera.

Gran parte de este éxito se debe al uso de la vacuna oral Sabin en lugar de la vacuna inyectable Salk. La vacuna oral, que contiene un virus vivo debilitado, es más fácil de administrar y tiene la ventaja fundamental de inducir inmunidad no solo en el torrente sanguíneo de los receptores, como lo hace la vacuna Salk, sino también en sus intestinos. Eso significa que detiene la transmisión del virus en las condiciones insalubres que son comunes en las áreas afectadas (y universales en los niños). En cambio, la propia vacuna viva se propaga y protege a los niños que, de otro modo, no estarían vacunados.

En Pakistán y Afganistán, las mujeres en primera línea ven el fin de la polio a la vista. Esta lucha les ha dado la oportunidad de trabajar fuera de casa, ganar dinero y marcar una diferencia que salve vidas en sus aldeas. Cuando el gobierno de Pakistán los encuestó recientemente sobre su experiencia, una gran pregunta que hicieron fue: ¿En qué podemos trabajar a continuación?

Los trabajadores de la salud pública de todo el mundo ya tienen la respuesta. Si se les dan las herramientas, las naciones en desarrollo aplicarán las lecciones aprendidas en esta lucha contra enfermedades infecciosas como la tuberculosis, la malaria, el sarampión, la fiebre tifoidea y otras aún desconocidas. El resultado final será un mundo más seguro para todos nosotros.

(*) Richard Conniff  es escritor y columnista de The New York Times

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La ciudad de Nueva York

Patricia Vargas

/ 24 de mayo de 2024 / 11:13

Existen ciudades en el planeta que por su cotidianidad efervescente, su permanente transformación y evolución de la vida citadina, lograron convertirse en grandes metrópolis, como es el caso de Nueva York.

Una urbe que comenzó a edificarse inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, por lo que fue en 1940 que nació como la más vibrante metrópoli del orbe. Denominada también la ciudad de los 20 km, se unía con el continente a través de puentes y subterráneos. Una bella ciudad que en ese entonces ya contaba con 1,9 millones de habitantes.

Consulte: El Greenwich Village de Nueva York

 Con ella nació la genial idea del crecimiento vertical de las edificaciones y se hicieron populares los grandes edificios en altura. El primero, el Empire State, de 105 pisos, fue terminado en 1931. Una gran obra que legó a la Arquitectura y la Ingeniería Civil  nuevos conceptos de diseño y cálculo estructural.

Cabe recordar que en la primera mitad del siglo XX se afirmaba que mientras Washington crecía con mecanismos fatigados y la construcción de edificios pomposos del siglo XVIII, Manhattan comenzaba a brillar como “la ciudad nueva”.

Mucho más, en esos momentos Nueva York era una urbe con infinidad de imágenes y realidades, que ya contaba con barrios con identidad propia (nos referimos a uno de ellos en el anterior artículo).

Momentos en que distintos escritos exaltaron la historia de la Nueva York del siglo XX, representada por el gran Empire State, un rascacielos que maravilló al mundo en esos años por su gran altura y su atractivo formal.

Hoy, el planeta tiene grandes metrópolis, cuyos centros urbanos son por demás atractivos y cuentan, en la mayoría de los casos, con edificios que rebasan los 100 pisos de altura. Algo que caracteriza a la ciudad del presente, cuyos orígenes se remontan a 1931, en Nueva York.

Para nadie es desconocido que la ciudad neoyorquina recibió y aún recibe a infinidad de inmigrantes de diferentes culturas, razas y costumbres de todo el orbe, quienes se encargan de construir un entorno urbano rico y diverso, que tiene como sello la pluralidad cultural que allí se respira. Una superposición arqueológica, por tanto, de ciudades en la vertical del tiempo, como afirman ciertos escritos.

Asimismo, las expresiones de orígenes diversos le otorgan signos de identidad a cada uno de esos lugares por las distintas culturas que allí se asientan, lo cual realza el significado de esta metrópoli. Por eso, para los millones de turistas que la visitan anualmente, esa superposición de culturas que reina en Nueva York es inocultable, pues los más de 200 barrios que acoge en su interior la reflejan.

Actualmente, la imagen urbana de Nueva York está remarcada por decenas de edificios en altura que semejan un pentagrama musical donde existen los fuertes acompañados del silencio. Una estampa que no deja de ser armónica en su multiplicidad de formas, alturas, materiales de acabado y colores, sin olvidar la naturaleza que acompaña a la arquitectura. Todo ello, rodeado siempre de la riqueza de la vida urbana que allí se desenvuelve.

Desde la perspectiva que se prefiera, no se puede negar que la ciudad del futuro tendrá un crecimiento urbano cada vez más vertical debido al crecimiento poblacional, lo cual conduce inevitablemente al incremento de las edificaciones en altura. Un detalle simbólico de la ciudad contemporánea y seguramente del futuro. Este, que tuvo su origen en Nueva York, en la tercera década del siglo XX.

(*) Patricia Vargas es arquitecta

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Para una adecuada política exterior nacional

El principio rector de la política exterior es la promoción y la defensa del interés nacional

Jorge Lizárraga

/ 24 de mayo de 2024 / 11:08

La política exterior es una de las funciones indeclinables del Estado, es así que la representación, promoción y defensa de los intereses nacionales ante gobiernos extranjeros y foros o entidades regionales e internacionales, y la protección de sus ciudadanos en el exterior, son los elementos fundamentales de la política exterior de un país.

El principio rector de la política exterior es la promoción y la defensa del interés nacional y, como tal, debe ser el único criterio para determinar su diseño y continuidad, con independencia de consideraciones ideológicas o partidistas.

Revise: La IA y sus bemoles

Nuestro país mantiene una desinstitucionalidad galopante, que no hace sino permitir “dibujo libre” de parte de nuestros representantes, a pesar de la Ley 465 del Servicio Exterior, sus objetivos, alcances y perspectivas (artículo 5 y siguientes).

A pesar de la claridad meridiana del artículo 5 y siguientes, a la fecha muy pocos servidores están capacitados para desempeñar altas funciones diplomáticas o en servicio exterior, y no solo hablamos de capacidad profesional, sino capacidad moral o ética para ejercer un cargo de tremenda responsabilidad para el Estado, “demasiado politizado”, y al menos en estos tres años de gobierno no se logra apreciar la dimensión de resultados de nuestros representantes.

Solo por poner ejemplos, tenemos ocho países (Estados Unidos, España, Argentina, Brasil, China, India, Alemania y Chile) con los cuales el Estado debiera concretar, formalizar y demostrar que estamos a la altura de fortalecer relaciones bilaterales. Y al menos cinco organismos a través de los cuales nuestros representantes debieran hacerse conocer como altos interesados dentro la multilateralidad, para que Bolivia sea identificado como un potencial país en desarrollo y con oportunidades, estos son la Organización de Naciones Unidas (ONU, misión en Nueva York y Ginebra), la Organización de Estados Americanos (OEA), la Comunidad Andina de Naciones (CAN), la Comunidad de Estados Latinaomericanos y Caribeños (Celac) y una mención importante al Mercado Común del Sur (Mercosur), y al menos incidir en la apertura de la embajada de Bolivia en África (lo de Egipto, un saludo a la bandera).

No obstante, a la fecha las relaciones con los países antes señalados se caracterizan por más bien creer que no existe relación bilateral alguna, todo un fracaso en España, Brasil, Argentina e India, una incógnita en relación a Chile, Alemania y China; nada que decir ante los organismos referidos o peor aún: ¿pensar en abrir una embajada en África?

Las labores del servicio exterior están definidas por ley, existiendo un margen muy amplio sobre el modo y la forma en que éstas pueden cumplirse, y aun así, los resultados no se aprecian más allá de los intentos que se hagan por las fotitos y los tecitos, y ello es algo que irremediablemente debe cambiar por el bien del país y por el mejoramiento de nuestras relaciones e imagen en el exterior.

No estamos en contra de quienes nos representen en el exterior sin ser parte de la Academia Diplomática y/o sean nombrados políticamente, en lo que estamos en contra es que se designen a hombres o mujeres incapaces para hacer gestión por el bienestar de un pueblo que merece de atención, trabajo y decisión de estas personas, porque más allá de no hacer gestión lo que están haciendo es cobrar por nada, por lo que quedarnos sin embajadores puede incluso significar un ahorro para el Estado y una oportunidad para ministros consejeros o consejeros, y demostrar capacidad e idoneidad real ejerciendo funciones en el exterior.

La promoción de las relaciones económicas, concretamente del comercio y la inversión, en coordinación con los organismos competentes de estas tareas y del Gobierno central, es esencial y debiera ser prioritario para los representantes en el exterior.

Las perspectivas para una adecuada política exterior nacional deben caracterizarse por darle al país una presencia internacional correcta, tarea que dará muy buenos frutos si y solo si se nutre con el aporte de una nueva generación de representantes nacionales que en realidad hagan país y digan “Bolivia presente”.

(*) Jorge Lizárraga es abogado

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Lo que ocurre en Gaza no es guerra, es genocidio

La comunidad internacional puede demostrar en este instante que el ‘nunca más’ no es un mero discurso

Thomas Becker

/ 24 de mayo de 2024 / 10:59

Durante los últimos siete meses, el mundo se ha horrorizado ante las imágenes de fosas comunes, cuerpos mutilados, niñas y niños muriendo de inanición y ciudades arrasadas en Gaza. La devastación no tiene precedentes: más niñas y niños han muerto en cuatro meses, que aquellos privados de su vida en el marco de todos los conflictos del mundo entero en los últimos cuatro años; la tasa de inanición se ha convertido en la más veloz que se haya observado; y este conflicto constituye el episodio más mortífero para periodistas y personal humanitario que se haya registrado.

No nos equivoquemos. Esto no es simplemente una guerra. Es un genocidio.

Lea: La Nakbah y la limpieza étnica en Palestina

Soy parte de un grupo de especialistas en derecho internacional, integrado por profesionales de diferentes programas académicos, clínicas y proyectos de derechos humanos. Este grupo —integrado por University Network for Human Rights (UNHR), y por las universidades de Boston, Cornell, Pretoria y Yale— ha investigado las acciones de Israel en Gaza. La semana pasada, en el marco del aniversario de la Nakba (“catástrofe” en árabe) —que conmemora la expulsión de más de 750.000 palestinos a manos de fuerzas israelíes durante el establecimiento del Estado de Israel—, hemos publicado un informe de 100 páginas que concluye que Israel comete genocidio contra la población palestina de Gaza.

Nuestro informe, Genocidio en Gaza: Análisis del derecho internacional y su aplicación respecto de las acciones militares de Israel, desde el 7 de octubre de 2023, desarrolla la naturaleza genocida de las operaciones israelíes en Gaza. En los últimos siete meses, Israel ha asesinado, al menos, a 35.000 palestinos; de ellos, 15.000 niñas y niños. Además, Israel ha herido a más de 75.000 personas. El 75% de las y los habitantes de Gaza han sido desplazados por la fuerza mientras que Israel destruye hospitales, escuelas, viviendas y, a su vez, impide la entrega de ayuda humanitaria y asesina personal humanitario. Las acciones de Israel han desencadenado el actual escenario, en donde cuatro de las cinco personas más hambrientas del mundo se encuentran en Gaza.

Estos hechos se han desatado al mismo tiempo que dirigentes israelíes de todos los niveles han instado abiertamente a la destrucción de Gaza y del pueblo palestino que la habita. Funcionarios han exhortado a las tropas a “borrar Gaza entera de la faz de la tierra” y han hecho declaraciones como: “Estoy orgulloso de las ruinas de Gaza, y de que cada bebé —incluso en 80 años— contará a sus nietos lo que hicieron los judíos”. El primer ministro Netanyahu y otras autoridades han referenciado pasajes bíblicos para justificar la aniquilación total de los palestinos. Asimismo, el presidente israelí ha exigido el castigo colectivo de todas las y los gazatíes, y Galant, el ministro de Defensa, articuló sucintamente la intención de las operaciones de Israel en Gaza de esta forma: “Eliminaremos todo”.

Es raro que los autores de este crimen sean tan honestos sobre sus intenciones genocidas.

Las conclusiones de nuestro informe coinciden en un momento en que Israel enfrenta serias consecuencias jurídicas ante tribunales internacionales. En enero, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) dictó una orden de medidas provisionales en la que observa “un riesgo real e inminente” de genocidio. El 20 de mayo, el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional solicitó una orden de detención contra Netanyahu, el primer ministro, y Galant, el ministro de Defensa, por sus participaciones en crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.

Si bien la responsabilidad de Israel debe ser determinada, cabe subrayar que la comunidad internacional también es responsable de poner fin al derramamiento de sangre en Gaza.

Lo singular del crimen de genocidio es que todas las naciones tienen el deber de prevenirlo, así como la responsabilidad de no ser cómplices. Esto significa que mi propio país, Estados Unidos —siendo el mayor proveedor de armas de Israel— también está sujeto a la determinación de responsabilidad internacional.

El Gobierno boliviano fue el primer país no musulmán y el primer país latinoamericano en apoyar públicamente la demanda realizada por Sudáfrica en contra de Israel frente a la CIJ. La declaración de Bolivia fue elogiada por la comunidad de derechos humanos y suscitó declaraciones de apoyo por parte de otros países en todo el Sur Global. Mientras Israel asedia Rafah, el último “lugar seguro” en Gaza, Bolivia puede demostrar ante el mundo su liderazgo en materia de derechos humanos, al unirse formalmente al caso contra Israel en la CIJ.

La comunidad internacional puede demostrar en este instante que el “nunca más” no es un mero discurso.

(*) Thomas Becker es abogado y activista estadounidense

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Las derechas periféricas

No será nada extraño que asistamos las y los ciudadanos al maximalismo discursivo ultraconservador como oferta electoral

César Navarro

/ 23 de mayo de 2024 / 07:03

En estas semanas circuló información sobre una reunión en EEUU convocada por una fundación a varios partidos de derechas para buscar una fórmula unitaria para las próximas elecciones, unos salieron a validar la información y resaltaron el hecho, otros no quisieron darle mucho realce y los que no participaron descalificaron el evento; cada facción dio su versión y el tono folklórico de la reunión. Pero qué son las derechas en nuestro país. La matriz de estas corrientes ideológicas gira en torno al Estado, la raza, la clase, la religión, el regionalismo y la supremacía urbana sobre lo rural, sin estos ejes es imposible entender a las derechas en la política y el poder.

Además, las derechas siempre fueron colonias ideológicas y políticas de la metrópoli imperial, su accionar nunca estuvo en función del interés del criollaje local, porque los grupos económicos y políticos actúan como la periferia, pero se autoconsideran clases dominantes y dirigentes.

Revise: Sionismo

La titularidad en el poder de las derechas en el siglo pasado se restituyó a través de los golpes de Estado, fue la reapropiación militar con características fascistas del control estatal que no perdieron las derechas con la democracia; por el contrario, fue un viraje en la forma de acceder al poder, es decir las derechas siempre estuvieron en el Estado y su reproducción en el poder dependía de su control y presencia estatal.

En 2005, la élite eterna del poder fue sustituida por la movilización social. Los movimientos sociales campesino, urbano, populares y el soberano, a través de voto; este hecho es trascendental, porque no hacemos referencia solo a un resultado electoral sino a la construcción activa de la autoconciencia de los sectores subalternos, ello implica que estamos superando la visión lineal de la democracia representativa y vamos describiendo que la noción de pueblo y democracia tiene sentido por la constitución del sujeto histórico como movimiento social anticolonial.

Las derechas creyeron que su derrota era electoral y en esa dimensión elaboraron su respuesta con diferentes frentes políticos desde 2005, se organizaron al calor del corto tiempo electoral, duraron mientras existe campaña y las elecciones, es decir menos que una estación del año. El apelativo de autonombramiento es ser “oposición”, porque no tienen otra forma de presentarse públicamente.

Ahora que estamos en la fase preelectoral, la agenda es reiterativa de anteriores elecciones, discursiva y emotivamente tiene la misma connotación, hablan de unidad para “recuperar la democracia y la libertad, liberar a Bolivia del totalitarismo masista y de la dictadura sindical”. Los convocantes y convocados son siglas con y sin personalidad jurídica, plataformas ciudadanas, cada uno tiene el cartel rimbombante que unirá a las oposiciones y será el salvador del país; ofrecen una cartelera sin contenido, son organizaciones sin militantes, evitan presentarse ideológicamente, puede ser por vergüenza o porque no tienen la capacidad de autoidentificarse, pero su narrativa  exacerba el “anti” izquierdismo indígena acompañado de adjetivos raciales, regionales, religiosos, como el sumun de la verbalización política. 

La fraseología empleada es válida para estar en los medios de comunicación, pero no es el factor de cohesión alternativa, si quieren tener alguna posibilidad electoral necesitan tutela imperial, como lo tienen todas las derechas de la región, por ello no es casual ni novedoso la noticia difundida sobre la reunión y la firma secreta del “Pacto de Washington”.

Los voceros y las cabezas de las diferentes facciones están reafirmando lo que naturalizaron como forma de vida las derechas, ser la periferia colonial de la metrópoli imperial, los pasos que dan tienen huellas impuestas y aceptadas sumisamente, saben que sin la intervención del padrinazgo del norte no irán más allá de la retórica, por ello las reuniones dentro y fuera del país se irán dando con mayor frecuencia, necesitan forzar un acuerdo, imponer o fabricar una candidatura, inventar la narrativa que les dé la plataforma ideal para las elecciones.

En la ruta delineada, la extrema derecha absorberá a las derechas, no será nada extraño que asistamos las y los ciudadanos al maximalismo discursivo ultraconservador como oferta electoral con similitudes a Trump, Bolsonaro y Milei, graficando dramáticamente la condición servil de las múltiples derechas criollas bolivianas.

(*) César Navarro Miranda es exministro, escritor con el corazón y la cabeza en la izquierda

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