‘Hackers’ I
Un ‘hacker’ se esfuerza para que la tecnología esté en función del ser humano, no al revés
Es muy probable que haya escuchado a algún amigo o pariente decir que le hackearon la cuenta de correo electrónico. Eso significa, en la mayoría de los casos, que se les ha impedido el acceso a su cuenta, le han cambiado la contraseña o que alguien está enviando mensajes a sus contactos sin su permiso desde sus cuentas pidiendo dinero para salvarlos de una desgracia o haciendo declaraciones bochornosas.
A partir de estas experiencias se ha popularizado el término hacker en Bolivia, como un experto en tecnología que se introduce en los sistemas informáticos para piratear y delinquir, o al menos incomodar. Quiero salir en defensa de este perfil de gente tecnológica, los hackers, porque se ha malentendido su naturaleza.
En 2004, Pekka Himanen junto a Linus Torvalds y Manuel Castells escribieron el libro La ética del hacker y el espíritu de la era de la información, en el que describen esta ética hacker como contraria a la ética protestante expuesta por Max Weber, ética protestante que es la base del espíritu capitalista y que incluye el valor del dinero, la rutina y el sacrificio. El hacker, en cambio, está inspirado en la curiosidad, es un ser apasionado por lo que hace, ingresa a los sistemas para hacerlos funcionar bien, su mayor motivación no es el dinero, sino la creatividad, el aprendizaje y un trabajo bien hecho. Desea crear algo que la comunidad formada por sus iguales considere valioso.
Su principal valor es el libre acceso a la información. Un hacker se esfuerza para que la tecnología esté en función del ser humano, no al revés. Por tanto, un hacker nunca ingresaría a un sistema y publicaría información privada, eso lo hace otra gente, los malos de la película, los que están del lado oscuro de la fuerza. Esos son los crackers, quienes también están apasionados por la tecnología pero están dispuestos a hacer daño.
Sin embargo, en el incidente de la cuenta de correo electrónico hackeada, que mencioné al inicio de este artículo, hay que decir que lo más común es que no haya sido hackeada ni crackeada, sino sea más bien un descuido de seguridad del usuario.
Si bien es posible descifrar una contraseña (sólo hay que googlear para conseguir un software que lo hace), se requiere tiempo y algo de conocimiento para hacerlo. Es decir, si alguien quiere ingresar a una cuenta de correo electrónico, tiene que dedicar tiempo y tener mucho interés para hacerlo. Por lo tanto, es más probable que sea un descuido del usuario que cuando cierra su cuenta de correo electrónico, lo hace cerrando el navegador y no el servicio. De esa manera, cuando la siguiente persona que usa la computadora abre ese navegador y el servicio web, le aparece una cuenta ajena abierta.