Torres y Allende en 1971
Magasich se refiere a los contactos entre los gobiernos de Juan José Torres y Salvador Allende en 1971
La edición santiaguina del semanario Le Monde Diplomatique de diciembre pasado contiene un interesante artículo de Jorge Magasich, historiador chileno (nacido en Valparaíso en 1952) que se doctoró en la Universidad Libre de Bruselas con una tesis sobre la oposición de miembros de la Armada de Chile al golpe de Estado de 1973 que colocó al Gral. Pinochet como presidente de facto. En su texto Magasich se refiere a los contactos político-diplomáticos entre los gobiernos de Juan José Torres y Salvador Allende en 1971, cuando el gobierno de la Unidad Popular (UP) había iniciado gestiones para restablecer relaciones con Bolivia, rotas en 1962 por el desvío de las aguas del río Lauca.
Bolivia atravesó entre la muerte del Gral. René Barrientos (1969) y el derrocamiento del Gral. Torres una de las etapas más convulsas de su vida política, marcada por sucesivos golpes de Estado, el experimento de la Asamblea Popular y la intervención norteamericana bajo la doctrina de la seguridad nacional.
En el artículo Bolivia y el mar, Magasich se refiere al llamado a una huelga general que la COB hiciera contra el golpe liderado por el Gral. Miranda, quien exigía la renuncia del Gral. Alfredo Ovando. El 7 de octubre de 1970 Torres fue proclamado presidente, mientras Miranda se exiliaba en Paraguay. En su corta gestión, recuerda Magasich, el Gral. Torres tomó medidas que lo aproximaron al gobierno de Allende, y que los contactos entre ambos gobiernos “se dieron naturalmente”.
Allende fue elegido presidente de Chile bajo la coalición de partidos de izquierda, la UP. Asumió el cargo el 3 de noviembre de 1970. El historiador puntualiza que en su primera cuenta a la Nación (21 de mayo de 1971) el Mandatario chileno anunció los esfuerzos para normalizar las relaciones entre Bolivia y Chile; y cita textualmente la parte del discurso en la que Allende señala que “ha tenido ya la ocasión de lamentar que nuestra relación con la República de Bolivia se mantenga en una situación anómala, que contradice la vocación integracionista de ambos pueblos”.
Asimismo revela que el Presidente trasandino encomendó al senador del Partido Comunista Volodia Teitelboim viajar a La Paz a discutir con los dirigentes bolivianos “cómo apartar los escollos al restablecimiento de relaciones”. Y cita al senador, quien en una entrevista grabada en 1997 afirma que “el presidente Salvador Allende tenía una disposición muy abierta para un entendimiento con Bolivia”. Los encuentros se produjeron a principios de febrero de 1971 entre Teitelboim y el propio general Torres y su canciller Huáscar Taborga en el mismo Palacio Quemado.
Las citas trascendieron a la prensa, y Taborga tuvo que declarar públicamente acerca de la demanda marítima boliviana, señalando que encontraba “mayor comprensión de las autoridades chilenas”. Siempre según Jorge Magasich, “después de escuchar los argumentos bolivianos sobre la importancia de recuperar un acceso soberano al mar, el emisario chileno aceptó conversar sobre el tema, y estudió con Torres la manera de alcanzar el reencuentro entre Bolivia y el mar”.
Teitelboim recordó en la entrevista que “se había pensado en la posibilidad de establecer una especie de corredor al norte de Bolivia, entre la frontera peruana, al norte de Arica”, que permitiera a Bolivia obtener un puerto y una salida al mar.
El golpe de Estado de agosto de 1971, encabezado por Hugo Banzer, dio fin al gobierno izquierdista del general Torres, quien fue asesinado en Buenos Aires en 1976. Y el 11 de septiembre de 1973 Salvador Allende fue derrocado por el Gral. Augusto Pinochet. Magasich concluye su artículo señalando que “el valioso testimonio de Volodia Teitelboim permite establecer que el gobierno de la Unidad Popular acogió favorablemente la demanda marítima boliviana y que las negociaciones llegaron bastante lejos”.
Es abogado, exministro de Defensa de Bolivia.