Virus del zika
El zika se puede extender fácilmente donde existe su vector, el mosquito ‘Aedes aegypti’
En marzo de 2014 se detectó por primera vez en América Latina el contagio de una persona con zika, virus que produce una enfermedad parecida al dengue, pero con la agravante de que puede provocar malformaciones cerebrales en los nonatos, en particular microcefalia, condición que puede causar retraso mental severo y, en el peor de los casos, la muerte.
Hasta ahora Brasil, con 3.893 casos de bebés con microcefalia confirmados (cuya dolencia muy probablemente fue causada por esta enfermedad, en tanto sus madres se contagiaron con zika durante los primeros meses de embarazo), ha sido el país que más se ha visto afectado por este nuevo virus. No se tienen datos precisos sobre el número de contagiosos, pero un cálculo gubernamental estima entre 497.000 y 1.482.000 infectados.
En Bolivia hasta el momento se han confirmado cuatro casos. Tres de ellos contrajeron la enfermedad en Brasil; por tanto, se trata de casos importados. Sin embargo, existe un cuarto caso de un varón que reside en el municipio rural de Portachuelo (Santa Cruz) que, según dice, no ha viajado a ninguna zona endémica, de allí que se trataría de un caso nativo, que ha puesto en alerta máxima a las autoridades de salud.
Cabe recordar que si bien este virus es endémico de África (se identificó por primera vez en Uganda en 1947, en los bosques de Zika), se sabe que se puede extender fácilmente donde existe su vector, el mosquito Aedes aegypti, el mismo que transmite el dengue y la chikungunya. Eso quiere decir que el 60% del territorio boliviano, donde habita el 40% de la población, está en riesgo. Por tanto, sería deseable que los diferentes niveles de gobierno comiencen a trabajar conjuntamente para eliminar los potenciales criaderos de este mosquito, como llantas, latas, baldes o macetas. Asimismo, urge la fumigación en las regiones del país donde podría expandirse esta enfermedad.
Adicionalmente se debe dotar a todos los centros de salud con los reactivos necesarios para diagnosticar el virus allí donde podría presentarse. Y es que las personas infectadas se convierten en los principales propagadores del virus, pues al ser picados por mosquitos sanos, éstos a su vez se convierten en vectores infecciosos, y la enfermedad tiende a diseminarse. De allí la importancia de detectar cuanto antes a los posibles portadores tanto del virus zika como de la chikungunya y del dengue.
Y eso pasa no solo asegurándose de que los diferentes municipios del país cuenten con los reactivos necesarios para identificar estos virus, sino también por educar a la población para que acuda a los centros de salud en cuanto sienta los síntomas de estas enfermedades tropicales (fiebre alta y dolor en las articulaciones), y no se automedique con remedios caseros, perdiendo tiempo valioso para tratar y controlar el avance de estas enfermedades.