Carta orgánica
Es deseable que este proceso sea tan abierto y participativo como transparente
Aunque con considerable retraso, el Concejo Municipal de La Paz acaba de iniciar el proceso de socialización del borrador de carta orgánica de la ciudad, documento que sienta las bases para construir una verdadera autonomía municipal en la ciudad más importante del país. Sin embargo, es previsible que el proceso de aprobación de la carta será problemático.
En efecto, iniciado hace más de un lustro, el proceso de construcción del proyecto de carta orgánica afrontó varias demoras, ora porque sucedieron elecciones municipales, que cambiaron la composición del Concejo; ora porque ocurrían sucesos de emergencia en la ciudad y los debates quedaban postergados; o, finalmente, porque no siempre hubo voluntad política entre los diferentes actores para culminar el trabajo.
Por lo que se ha conocido hasta ahora, el proyecto incluye algunas innovaciones más o menos importantes, siendo la más llamativa el cambio de nombre de la ciudad: de Nuestra Señora de La Paz a La Paz–Chuquiago Marka. También se propone renovar las formas de representación vecinal, habilitando grupos juveniles o por otras formas de afinidad.
También se sabe que la carta aspira a impulsar la constitución de la región metropolitana, con el fin de mejorar la coordinación de políticas públicas entre municipios vecinos; así como instituir la figura de la iniciativa legislativa ciudadana para posibilitar la generación de nuevas propuestas normativas desde el ámbito de la población. En línea con un proceso ya iniciado, la carta creará los consejos ciudadanos macrodistritales, iniciativa que a simple vista parece orientada a democratizar el ejercicio del poder.
En el ámbito del comercio y los servicios, se propone crear una autoridad municipal de servicios, una defensa municipal del consumidor y una instancia de conciliación para resolver conflictos entre vecinos, evitando de esa manera la judicialización de asuntos menores.
Por lo pronto ya se han escuchado voces de oposición a este borrador. El presidente del Organismo de Participación y Control Social sostiene que los vecinos no están de acuerdo porque las propuestas contenidas “no solucionan los problemas reales”. A su vez, una concejala del Movimiento Al Socialismo (MAS) afirma que la propuesta de carta no fue construida de manera participativa, evidentemente ignorando todo el proceso realizado años atrás.
Así, es previsible que el proyecto de carta orgánica tendrá que atravesar el escrutinio público antes de llegar a ser una propuesta final, digna de ser sometida al control de constitucionalidad y luego a votación en referéndum. Es deseable que este proceso sea tan abierto y participativo como transparente, pues de eso dependerá que la ley fundamental de la ciudad goce de legitimidad y sea verdaderamente acatada por la población paceña.