Partidos 2019
En Bolivia hemos apostado desde la transición democrática por el multipartidismo.
Si bien resulta prematuro hablar de las próximas elecciones generales en el país, es oportuno en cambio hacer un inventario del sistema de partidos con el cual llegaremos a esos comicios dentro de dos años. Y es que las candidaturas, sobre todo para el binomio presidencial, están atadas a las organizaciones que puedan postularlas. Y en ello no se vislumbran novedades.
En la actualidad existen ocho partidos políticos con personería jurídica otorgada por el Tribunal Electoral, es decir, habilitados para participar en elecciones.
En los comicios de 2014, dos partidos perdieron su registro por falta de votos: el Movimiento Sin Miedo y el Partido Verde de Bolivia. Desde entonces ningún otro partido ha sido conformado. Hubo solicitudes de registro, pero no cumplieron el requisito mínimo de militantes equivalente al 2% de votos válidos (poco más de 100.000 firmas).
¿Cuántos partidos necesita una democracia para garantizar que haya competencia y pluralismo en la conformación, por voto popular, de los órganos del poder público? Si asumimos que no tenemos tradición bipartidista y que tampoco es deseable la atomización, en Bolivia hemos apostado desde la transición democrática por el multipartidismo (entre tres y cinco partidos “que cuentan”). Claro que una cosa es el número de partidos y otra, a veces muy distinta, su fortaleza orgánica y su respaldo electoral.
En 35 años de democracia es posible identificar tres sistemas de partidos. El de la transición (años 80), con centro en la Unidad Democrática y Popular.
Luego vino el sistema de pluralismo moderado de la democracia pactada, sustentado en el MNR, ADN y MIR. Y desde 2005 se ha ido modelando un sistema de partido predominante: el MAS-IPSP, seguido de dos fuerzas hoy relevantes: Demócratas y UN, y cinco partidos testimoniales: MNR, PDC, UCS, FRI y Frente para la Victoria.
Este último es, precisamente, el sistema de partidos que se proyecta para 2019. ¿Cuál será su expresión en candidaturas presidenciales? En el oficialismo está clara su poción única sin relevo. En la oposición persisten el gobernador Rubén Costas sin proyección nacional y Samuel Doria Medina, cercado por el caso Akapana. Tuto Quiroga fue desalojado del PDC y los otros partidos carecen de candidatos. ¿Partidos nuevos? Sol.bo podría llegar, Jaime Paz Zamora no tiene con qué, Carlos Mesa no da señales, y los colectivos siguen siendo colectivos.
Más allá del cálculo estratégico y desempeño electoral de los partidos en los próximos comicios, está pendiente la reconfiguración del sistema de representación política garantizando pluralismo y expresión de la diversidad plurinacional, territorial y social del país. No olvidemos que además de los partidos hay casi una centena de agrupaciones de alcance subnacional. Impulsar sólidas organizaciones políticas de representación es imprescindible para la calidad de la democracia. Y está por hacerse.