Nacen los ‘nulos’ reaccionarios
Los resultados de la última elección judicial tuvieron como protagonistas mayoritarios a los votos nulos. Quienes votaron así lo hicieron a modo de rechazo contra la postulación del presidente Morales para un nuevo periodo (2019- 2025). Hecho que no corresponde a la convocatoria para elegir a los 26 magistrados titulares y los 26 suplentes del Consejo de la Magistratura y de los tribunales Agroambiental, Supremo de Justicia y Constitucional.
El concepto de nulo, según el diccionario enciclopédico Grijalbo, es tácito en el sentido de “inepto, torpe, ineficaz; que no tiene efecto por ser contrario a leyes, carecer de requisitos de forma”. Esta definición describe exactamente la acometida de los nulos. Y lo que es más grave, esta nueva modalidad reaccionaria de protesta pretende alcanzar el mismo resultado en las próximas elecciones para invalidar la posible elección de Evo Morales.
Hay quienes sostienen que el voto nulo se justifica porque los candidatos no presentaron planes para reformar la Justicia por la prohibición legal impuesta para realizar “campaña” (E. Maclean, La Razón, 27/11/2017), lo que evitó la realización de debates al respecto. Meras excusas ante un acto cobarde que solo pretende desconocer la determinación del Tribunal Constitucional respecto a la habilitación de Evo Morales para una nueva repostulación; lo que según Gabriela Ichaso es inconstitucional (La Razón, 15/12/2017). Además, Ichaso sostiene que si el Tribunal Electoral comete la “aberración” de aceptar la candidatura de Evo Morales, el voto sería marcado “nulo”.
Ante la carencia de programas socioeconómicos de la oposición y ante la ausencia de líderes de la oposición, el panorama político frente a las próximas elecciones enfrenta a dos grupos: el MAS y los nulos. De persistir el ambiente político de rechazo mayoritario (mediante el voto nulo), Evo Morales estaría en condiciones de ganar las elecciones con el 40%; los nulos alcanzarían el 35% y los indecisos (en blanco) el 20%.
Para convencer a los indecisos de los logros obtenidos y aquellos que se buscan alcanzar en la Agenda de Desarrollo con miras hacia el 2025, el Gobierno deberá difundir sus planes de industrialización (gas, minería), de incentivos hacia la inversión privada (nacional y extranjera), de demostrar que las reservas de gas abastecerán el desarrollo, de cuantificar ingresos alternativos al gas en energías alternativas, de incrementar las exportaciones en productos no tradicionales.
Asimismo, sería ideal el nombramiento de un economista de alto prestigio internacional como acompañante de fórmula vicepresidencial. De esta manera, los nulos quedarán nuevamente en situaciones ridículas, sin argumentos académicos ni lógicos, sin poder explicar inteligentemente el porqué del rechazo de Evo Morales.