Cultivos de coca
En 2016 se cultivaron al menos 213.000 hectáreas de coca y se produjeron 1.410 toneladas de cocaína
La presentación, días atrás, del Informe Mundial Sobre las Drogas 2018, de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por su nombre en inglés), ha servido no solo para conocer abundante información sobre el ilícito comercio de sustancias controladas en el mundo, sino también para anunciar que en Bolivia se harán más estudios al respecto.
El señalado informe revela que en 2016 se cultivaron al menos 213.000 hectáreas con el arbusto de coca en el planeta. De ellas, casi el 100% está en Sudamérica, siendo Colombia el mayor productor de la hoja: 68,5% del total de las plantaciones están en ese país. Perú ocupa el segundo lugar, con el 21% de los cultivos; y Bolivia, el tercero, con el 10% de la producción mundial de coca. Por otra parte, se consigna que ese año se produjeron en todo el mundo 1.410 toneladas de cocaína, y que las incautaciones de la sustancia sumaron 1.129 toneladas. El resto de la producción sí llegó a los mercados mundiales, donde se estima que hay 18,2 millones de personas consumidoras de la droga.
El Representante de la UNODC en Bolivia señaló en la presentación del informe que se calcula que el país tiene actualmente 23.100 hectáreas sembradas con coca, tanto en zonas autorizadas como en parques nacionales. La Ley General de la Coca autoriza 22.000 hectáreas para cultivo del arbusto, de las cuales dos tercios están en los Yungas paceños y el resto en el trópico de Cochabamba.
Asimismo informó que a pedido del Gobierno boliviano se han incrementado los informes de monitoreo y se realizan nuevos estudios para conocer el rendimiento de la hoja de coca producida en el país. “Hemos realizado algunos estudios científicos para determinar, precisamente, si realmente este nivel de las 22.000 hectáreas es necesario”, dijo el diplomático.
Agregó que si “los nuevos cultivos de coca corresponden a una demanda nacional”, incluyendo además del consumo tradicional los proyectos de agroindustrialización que el Gobierno planea llevar adelante, “no hay ningún inconveniente, pero al momento en que esa coca sirva para producir cocaína, entonces ahí nos preocuparemos”. También se manifestó a favor de incrementar los operativos conjuntos y las reuniones entre autoridades de la lucha contra las drogas de Bolivia, Perú y Brasil.
A su vez, el Ministro de Gobierno elogió el informe de la UNODC, destacando la importancia de los datos que muestran el incremento de las personas consumidoras de cocaína. También se pronunció a favor de “trabajar de manera conjunta contra el tráfico, producción y consumo de drogas”.
Es previsible que el resultado de los estudios anunciados se publique en pocos meses más, y que esos datos generen polémica, pues es difícil negar que, así sea menor el porcentaje, parte de la producción de coca en Bolivia sirve para fines ilícitos, que deben ser combatidos con urgencia.