Lo generoso y lo mezquino
La producción cultural y artística en Bolivia se mueve en un péndulo entre estos dos extremos. Vivimos de la generosidad de los extraños, los colegas y los amigos. Necesitamos de la generosidad de nuestras audiencias, de la prensa, de los críticos. Mendigamos generosidad en los largos procesos de investigación, de creación, de desarrollo técnico y sobre todo en las dolorosas búsquedas de financiamiento. Y en Bolivia todavía se encuentra generosidad en abundancia, solo así se explica que sigan naciendo películas, obras de teatro, esculturas, poemas, canciones, novelas…
De la generosidad depende, más que del talento o de la suerte, que nosotros los artistas trabajemos. Y a la mezquindad, que también abunda, se deben muchas veces nuestros fracasos personales, creativos y sobre todo financieros.
Solo gracias a la generosidad de decenas de personas e instituciones ha sido posible plasmar en un ensayo audiovisual las reflexiones, dudas y dolores que me han perseguido desde noviembre de 2019. El resultado es Noviembre Rojo, una serie documental de 10 episodios que está emitiéndose en redes de televisión abierta y en espacios digitales. Han sido muy generosas las 62 personas que, desde ambos lados del conflicto, han compartido conmigo sus ideas y sus testimonios. Ha sido muy generoso el acompañamiento de los miembros del equipo técnico y han sido generosos los amigos fotógrafos, dibujantes, músicos y cineastas que han cedido el uso de sus obras para el proyecto.
Agradezco en especial la generosidad de las instituciones públicas y privadas que nos han cedido infraestructura, acceso a archivos, nos han facilitado contactos y en general nos han alentado a seguir adelante en un proyecto que no solo hacíamos a pulmón, sino que además lucía desmesurado.
Por eso resulta especialmente doloroso el comunicado de la municipalidad de La Paz aclarando que no apoyaron nuestro proyecto a través de su Secretaría de Culturas. Resulta irónico que, precisamente la institución de la ciudad cuya función es apoyar proyectos culturales, haga un esfuerzo específico para negar haberlo hecho. Y resulta hasta ridículo que el propio Alcalde se tome la molestia de replicarlo. Es un ejemplo de la mezquindad, que balancea toda la generosidad que recibimos.
La generosidad de la familia Cordero dispuso que las fotografías que tomó don Julio Cordero a principios del siglo XX sean patrimonio de la ciudad y estén a disposición de la población a través de sus instituciones de cultura. La producción de Noviembre Rojo solicitó el uso de algunas de esas imágenes históricas para el proyecto, pagó la tasa determinada y firmó un compromiso para poner a la Secretaría de Cultura y al gobierno municipal en los créditos. A pesar de la mezquindad, seguimos agradeciendo la posibilidad de acceder a ese maravilloso patrimonio.
Tengo claro que las ideas que se expresan en el ensayo audiovisual que presento pueden ser polémicas porque hay una polarización brutal alrededor de los eventos de 2019. Estoy preparada para conversar sobre los datos, las interpretaciones, las ideas. De hecho: para eso hice el esfuerzo de producir este proyecto, para abrir espacios de discusión y diálogo. Me alegró saber que el diputado de CC Alejandro Reyes tuvo la generosidad de ver mi trabajo, pero es triste que lo haya hecho solo para escudriñar los créditos buscando a quién culpar por el contenido. La única responsable soy yo, como bien lo aclara el municipio paceño. Los creadores culturales estamos siempre solos ante la mezquindad y la generosidad de los otros.
Verónica Córdova es cineasta.