CSUTCB
La lucha interna en la CSUTCB llevó a la realización del 2° Congreso Extraordinario en 1998
José Pimentel Castillo
En vísperas de la realización del XVIII Congreso de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), vale revisar su trayectoria y otear la esperanza que se tiene del evento.
La CSUTCB se fundó el 26 de junio de 1979 en el Congreso de Unidad convocado por la Central Obrera Boliviana (COB), siendo su primer ejecutivo Genaro Flores. Sin embargo, la resistencia de los pueblos indígenas se retrotrae a la lucha contra el colonialismo; las figuras de Túpac Amaru, Tomás Katari y Túpac Katari reseñan el deseo de sacudirse del yugo español; Zárate Villca, Santos Marka Tola, Luis Ramos y otros defendieron los derechos de los indígenas campesinos durante los gobiernos oligárquicos.
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La Revolución de abril de 1952 logró la nacionalización de las minas y la reforma agraria; la toma de haciendas en el valle cochabambino aceleró la promulgación de la Reforma Agraria el 2 de agosto de 1953.
La distribución de la tierra creó gratitud hacia el MNR, que la aprovechó para utilizar el voto campesino como pongueaje político; la misma práctica utilizaron los dictadores con el pacto militar-campesino. La coyuntura política en 1970 permitió que el movimiento campesino rompiera sus ataduras, creando el movimiento Katarista y los Independientes; al recuperarse la democracia se creó la Confederación Julián Apaza; estas tres tendencias construyeron la UNICA.
Emergen en la política el año mismo de su fundación, cuando apoyan la huelga general decretada por la COB contra el golpe de Natusch Busch, con el bloqueo de caminos; superado el conflicto, el bloqueo continuó contra las medidas económicas que golpeaban al sector campesino con la subida de los precios de los artículos de consumo y el transporte; la lucha fue exitosa, emergía un nuevo sujeto histórico: el campesinado.
En el gobierno de Siles Zuazo, para luchar contra el minifundio y el latifundio, la CSUTCB planteó la Ley Agraria Fundamental que instituía la producción agrícola asociada: comunitaria, de asociación y cooperativas y las Asociaciones de Desarrollo Agroindustrial. Creó la Corporación Agropecuaria Campesina (Coraca), para promover, apoyar y fiscalizar la autogestión de las unidades productivas. Este planteamiento no fue aceptado por el gobierno, llegándose al bloqueo, con el que lograron cinco decretos y cuatro resoluciones supremas, que paliaron el conflicto sin atender lo central.
El desastre de la UDP llevó a la implantación del modelo neoliberal, donde la ley del mercado determina la economía, se achicó el Estado, así se liquidó a los mineros y se debilitó a la COB; por su parte el movimiento campesino apareció dividido, por lo cual se convocó a su 1° Congreso Extraordinario en 1988, el cual sentenció: ante el fracaso de los partidos, el movimiento campesino debía contar con su instrumento político propio. La consigna tardó en madurar, mientras la lucha contra el neoliberalismo y su expresión en el agro —las leyes del INRA y de la Coca— se agudizaba, perfilando nuevos escenarios y liderazgos.
Con motivo de los 500 años del inicio de la colonización, se fue preparando la Asamblea de las Nacionalidades, el éxito de su convocatoria no logró el funcionamiento de este órgano de los pueblos indígenas, pero se convirtió en objetivo.
El Congreso Tierra, Territorio e Instrumento Político, realizado en marzo de 1995 en Santa Cruz, creó el instrumento político —Asamblea por la Soberanía de los Pueblos— que participó en las elecciones de 1997, logrando tres diputados.
La lucha interna en la CSUTCB llevó a la realización del 2° Congreso Extraordinario en 1998, donde se eligió a Felipe Quispe como su ejecutivo. Su gestión coincidió con las “guerras” del agua y del gas; su movilización, con el bloqueo de caminos, coadyuvó en 2003 a la caída de Gonzalo Sánchez de Lozada. En las elecciones de 2002, el bloque indígena-campesino se presentó dividido, por un lado el MAS-IPSP logró 22% y el MIP, un 6%.
El X Congreso y el XI de la CSUTCB ratificaron la línea de fortalecer el MAS-IPSP y plantearon un programa de gobierno que tenía, entre otros objetivos, la nacionalización del petróleo y la Asamblea Constituyente, consignas que le dieron el triunfo en 2005, siendo elegido presidente Evo Morales Ayma, representante de los cocaleros en la CSUTCB.
Los siguientes congresos hasta el XVII no delinearon medidas para aplicar los preceptos de la nueva CPE como la producción agrícola comunitaria, la limitación de la propiedad de la tierra, la defensa de la madre tierra, los derechos de las naciones originarias, la justicia comunitaria y la educación en los idiomas nativos, etc. Es en ese sentido que la CSUTCB ha acompañado a los gobiernos del MAS-IPSP, perdiendo la iniciativa política.
¿Podrá el XVIII superar el rol de acompañamiento y pasar a ser el conductor del proceso?
(*) José Pimentel Castillo fue dirigente sindical minero