Más participación de Bolivia en la OMC mejoraría su inserción en el comercio mundial
Un análisis de la OMC indica que varias de las políticas adoptadas por el Gobierno boliviano reflejan la prioridad que le da a la satisfacción del consumo interno por encima de las exportaciones.
Una participación más activa de Bolivia en la Organización Mundial del Comercio (OMC) le otorgaría oportunidades para mejorar su inserción en el comercio global, sostuvo este martes esta institución.
En un informe de la OMC sobre la política comercial de Bolivia, una evaluación a la que periódicamente se someten todos sus Estados miembros, se explica que el país andino no ha ratificado varios acuerdos negociados en el interior de la organización, como el de facilitación del comercio, sobre el comercio de aeronaves civiles o de contratación pública, entre otros.
Se trata de la cuarta evaluación de este tipo que la OMC hace de Bolivia desde 1995, año de creación de la organización, con el último que data de 2005.
Desde entonces se describen una serie de cambios profundos en el modelo de desarrollo económico del país.
En el periodo de 2006-2017 el país andino ha afianzado un modelo económico «social comunitario productivo», en el que el Estado desempeña un papel primordial y tiene el control de los sectores estratégicos de la economía.
El objetivo es redistribuir el ingreso y reducir la pobreza a través de la transferencia de recursos de las áreas estratégicas y que generan excedentes (la minería y los hidrocarburos, en particular) a otros sectores para la generación de empleos e ingresos.
El análisis de la OMC indica que varias de las políticas adoptadas por el Gobierno boliviano reflejan la prioridad que le da a la satisfacción del consumo interno por encima de las exportaciones.
El Productor Interior Bruto (PIB) de Bolivia creció entre 2006 y 2016 a un ritmo promedio anual del 5 %, un resultado al que inicialmente las exportaciones netas contribuyeron.
No obstante, la OMC precisa que esa contribución ha sido negativa desde 2011, con un crecimiento de las importaciones superior al de las exportaciones.
Aunque el informe considera como «progresos» que el incremento de los ingresos y las políticas de asistencia social hayan ayudado a reducir la pobreza, al mismo tiempo enfatiza que «se requieren ulteriores esfuerzos en estas áreas».
Por otra parte, la evaluación destaca que la deuda pública de Bolivia disminuyó en los diez años examinados y pasó de representar un 73,6 % a del PIB a un 30,2 %, lo que se debió a la condonación de la deuda, al crecimiento del PIB y al comportamiento de las finanzas públicas hasta 2014.
«Sin embargo, mantener la deuda pública a niveles moderados requerirá de un mayor esfuerzo de consolidación fiscal», en particular ante «el reciente deterioro de las cuentas del sector público» entre 2015 y 2016.
Las exportaciones de Bolivia se concentran en minerales e hidrocarburos, aunque su importancia se ha rebajado en términos de valor, ya que si en 2006 representaban el 69,8 % del valor total de las exportaciones, en 2016 suponían el 57 %.
Por producto, el gas natural es la principal exportación del país, mientras que entre los minerales, el zinc y la plata ocupan los primeros lugares.
Si los principales mercados para las exportaciones bolivianas son Brasil, Argentina y Estados Unidos, China es el principal proveedor del país desde 2014.
Bolivia importa principalmente materias primas y bienes.