Revolución Orgullo: voces que se alzan por los derechos
El Carnaval de las mujeres trans
Colectivas transfeministas, LGBTQI+, hombres y mujeres trans son parte de esta muestra cruceña
Creyeron que lo destruyeron, pero el Escudo Plurisexual de Bolivia, violentado, se luce aún con orgullo en el Museo de la Ciudad El Altillo Beni de Santa Cruz de la Sierra, reflejando un país que si en los papeles reconoce la diversidad sexual, en la práctica no defiende los derechos de la población LGBTQI+ (lesbianas, gais, bisexuales, transgénero/transexuales, queer, intersexuales y demás realidades no citadas en el acrónimo). Una docena de individuos, cerca de las 11.00 del martes 14 de junio, ingresaron al centro cultural, gritando e insultando, y destruyeron la obra diseñada por La Pesada Subversiva, pieza que es parte de la exposición Revolución Orgullo, que se verá hasta el 30 de junio.
Se trata de una muestra que ve el orgullo más allá de la agenda tradicional del amor y parte desde una perspectiva feminista y antipatriarcal. Es sobre todo informativa y se concentra en la definición de las diferentes palabras que forman parte del abanico LGBTQI+, además de mostrar recortes de prensa sobre la primera marcha de las diversidades sexuales del país en 2000 y sobre crímenes de odio. Una parte muy importante son los retratos de las y los integrantes de las diferentes comunidades: mujeres trans en sus actividades anuales, hombres trans, incluyendo uno gestante y otros que se realizaron la mastectomía (retiro de los senos), las disidentes sexuales de La Pesada Subversiva y los movimientos transfeministas. En el último piso se pueden ver biografías de personalidades del movimiento y el trabajo de la drag queen Andrómeda.
“Sobre la orientación sexual e identidad de género y población LGBTI se han realizado importantes avances normativos constitucionales y legales (art. 14.2 CPE y Ley 807 de Identidad de Género), reconociendo en forma expresa la prohibición de discriminación por motivos vinculados a la orientación sexual e identidad de género (…) Sin embargo, no se ha juzgado a ningún responsable por los asesinatos y crímenes de odio, de alrededor de 80 personas del colectivo LGBTI ocurridos desde 2004 en Bolivia”, señala La Pesada Subversiva, colectiva transfeminista y disidente sexual que propone la muestra con colectivas de hombres trans, mujeres trans y feministas, con curaduría de Nadia Callaú.
Quedan temas pendientes: el sistema judicial es reticente a proteger contra la violencia cuando se trata de parejas del mismo sexo (Ley 348) o aplicar el tipo penal de feminicidio cuando se trata de mujeres trans. El Tribunal Constitucional ha dictado la SC 0076/2017 que declara inconstitucional un párrafo de la Ley 807 que reconocía todos los derechos fundamentales, sociales, económicos, culturales y otros a las personas transexuales y transgéneros que cambiaron de dato de sexo, imagen e identidad. Esta sentencia es restrictiva en relación al matrimonio igualitario, adopción y participación política, impidiendo el acceso y ejercicio a derechos en condiciones igualitarias que la población heterosexual.
Por eso, respondiendo a la invitación de las autoridades del municipio —la secretaria de Culturas, Sarita Mansilla, ha expresado su firme apoyo a la muestra, pese a presiones desde el Concejo Municipal— se organizó esta muestra para que con orgullo y esfuerzo se construya “una sociedad para todas, todes y todos, haciendo frente a la violencia, el odio y la discriminación, poniendo en valor los principios de diversidad, pluralidad y justicia”.
¿Y la obra destruida? Permanece, más fuerte que nunca. “Tiraron la obra al piso y se rompió en al menos siete partes. Pero no la destruyeron. En un acto de enorme dignidad, el colectivo transfeminista La Pesada Subversiva agarró las partes y re-colocaron la obra. El escudo retornó a su lugar, pero ya no unificado, sino resquebrajado —resalta la escritora y periodista trans Eva Sofía Sánchez—. He aquí el valor del Escudo Plurisexual: esa obra consiguió lo que pocas obras de arte logran: tocar un nervio, interpelar, reaccionar. El escudo Plurisexual original, con las banderas de los colectivos LGBTQ+, inmaculado y hermoso, era un ideal. La obra que ahora tenemos, resquebrajada pero aún impactante, es una fiel representación de la realidad. Esa obra no fue asesinada. Esa obra vive. Esa obra quedó registrada. Y esa obra trascendió. Esa obra tocó un nervio en el sentir del boliviano promedio. Recuerden, fachos: la obra no es el objeto. La obra es lo que ustedes sienten al verlo”.
LA GRÁFICA
‘La muestra va a quedar para el recuerdo y la historia‘
Revolución Orgullo es una muestra de arte sobre diversidades y disidencias sexuales, en busca de reivindicar las causas LGBTIQ+ desde un enfoque plural, feminista y antipatriarcal.
Es la primera vez que una instancia municipal cruceña abre sus puertas para conmemorar el mes del orgullo y no podíamos montar una exhibición reducida al tema del amor, lo tocamos claro que sí, desde una visión crítica con la violencia, pero la muestra tiene un horizonte transversal con muchas otras causas de las diversidades: las mujeres, los pueblos indígenas, la despenalización del aborto, las mujeres y hombres trans, la no binariedad, etc. Es una muestra transgresora y rabiosamente diversa.
Este es un tema que todavía genera grandes discusiones dentro de las colectivas feministas y LGBTIQ+, pero no nos importa, no podemos estancarnos en ese debate muchas veces violento y sin rumbo, nosotras y nosotros defendemos la pluralidad de las luchas, creemos que si alguna otra colectiva logra algo tan importante como ha sido esta muestra y lo hace desde una visión separatista o excluyente, va a estar retrasando. Las diversidades son feministas y los feminismos son diversos, es un lema que hemos producido con La Pesada Subversiva y lo hemos puesto con letras grandes en los dos muros principales de la primera sala del museo.
También nos parece que, con todo lo sucedido en torno a la muestra, las amenazas de quemar las banderas que se colgaron en la fachada del museo, la destrucción de una de las obras, el pronunciamiento fascista de la Unión Juvenil Cruceñista y la insistencia del Concejo Municipal por querer sacarnos y censurar la muestra, le ha devuelto al movimiento LGBTIQ+ de Santa Cruz su tono político y subversivo con el que nació en 2000 en la primera marcha del orgullo.
Hemos logrado que el orgullo vuelva a ser un tema de discusión general, demostrando que todavía hay muchas razones para luchar y organizarse. El movimiento nos ha acompañado en los momentos más duros y se han apropiado de la muestra porque se ven reflejados y reflejadas en ella, porque la sienten suya y, de hecho, es suya.
Ante la trayectoria machista, tiránicamente conservadora de las instituciones cruceñas, esta muestra es un acto de reparación histórica para las personas gais, lesbianas, bisexuales y trans que vivimos en Santa Cruz. No es una muestra simplemente artística y estética, es política, es de protesta, es de disputa con las hegemonías cruceñas que se niegan a ver la diversidad como un valor profundo de la cruceñidad.
De todas maneras, rescatamos el masivo interés, no ha habido ni un solo día que no recibiéramos visitantes, algunos jóvenes se nos acercan con lágrimas en los ojos y nos agradecen por la exposición. Ninguna exhibición artística en un museo público había logrado tamaña convocatoria, eso también nos emociona mucho.
Obviamente que ha sumado muchísimo la firme defensa que tuvo la Secretaría de Culturas encabezada por Sarita Mansilla y la jefa de patrimonio Benicia Chávez, nos ha sorprendido gratamente. La muestra va a quedar para el recuerdo y para la historia de las luchas LGBTIQ+ y feministas.
(*) Christian Egüez, Marica Marginal, integrante de La Pesada Subversiva