El teatro NUNA ESPACIO ARTE celebra una década de arte y cultura
Teatro Nuna de La Paz. Foto: La Razón
Este espacio es un epicentro de las artes escénicas en La Paz. Este mes, sentará la octava versión del Nuna Fest
La Paz, Boliva. La historia del Teatro Nuna es bien conocida. Tras 11 años viviendo en Canadá, Luis Daniel Iturralde vuelve a La Paz y se da cuenta de que en la ciudad no había un lugar donde el artista fuese el cliente, brindándole un buen servicio de luces, de sonido y de otros aspectos técnicos. Montreal, la ciudad que lo había acogido durante más de una década, es un punto de encuentro cultural, con gente de todo el globo, y es cuna de un sinfín de festivales, centros culturales e industria dentro de la cultura.
Y todo se alinea para la creación de un nuevo espacio que tuviera las características de los café-concerts del norte, pero recontextualizado para el universo paceño. Al principio lo acompañaban unos pocos, entre ellos Mariela Jordán, su compañera de vida y de armas. También estaba a su lado el entrañable Ramiro Nuñez, primer jefe de personal del Nuna, que hace unos años dejó un gran vacío con su partida.
“Son 10 años que hemos compartido con artistas de distintos lugares, nacionales, internacionales, distintos estilos. Hemos formado parte de los festivales más importantes, FestiJazz, Fitaz y Danzénica, hemos trabajado con todo tipo de entidades públicas y empresas privadas. En la pandemia hemos hecho filmaciones que ahora ya se han vuelto parte de un servicio que se ofrece de transmisiones en vivo”, resume Luis Daniel, sin poder abarcar el gran alcance de este espacio.
Desde un principio, el Nuna ha abierto sus puertas a todos los públicos, “tanto sinfónicos, como públicos de rock pesado, como de teatro experimental o teatro más popular, o danza folklórica, danza contemporánea, ballet clásico; realmente nos movemos en una diversidad muy grande de públicos y hay un intercambio entre artistas, públicos y gestores culturales”, explica su principal gestor.
El Nuna es su gente
Pero más allá de Luis Daniel y de su visión, existe un equipo de trabajo verdaderamente comprometido con la causa. No podemos dejar de mencionar a René Mendoza en el sonido, un verdadero referente de las consolas con el que la comunidad musical del país se entiende de primera mano. Tiene a su cargo los estudios del Nuna, donde la gente puede ir a ensayar en salas totalmente equipadas y aisladas para no interferir con los espectáculos del Teatro.
Por su lado, Diego Ayala (El Oso Rojo) es un reconocido luminotécnico que ha aportado un estilo visual al escenario desde sus comienzos. Y no puede dejar de mencionarse el excelente equipo del bar y la cocina. Asimismo, el Nuna trabaja con distintos productores independientes o directamente con los artistas. Como centro cultural, está abocado a la formación, con ejemplos como el taller permanente de actuación Ser y Estar de Pati García, que ya viene dictándose desde hace muchos años. También están Bloco Runatiña, la escuela de percusión dirigida por el propio Luis Daniel; la compañía de danza Efecto Tango y el ciclo de clases de teatro para niños dictadas por Jhazel Vargas.
Y la mejor forma de celebrar al Teatro Nuna es el Nuna Fest, que este año ofrecerá 12 eventos, ocho espectáculos en vivo y cuatro talleres de formación. Se trata de la octava versión del festival y promete ser una de las mejores.
Habrá algo de jazz y tango, de la mano de Minino Garay y Hernán Jacinto; Bloco Runatiña, también celebrando un decenio, traerá batucada y música afro-bahiana con Olodúm; Grillo Villegas reformulará sus canciones acompañado de un octeto; habrá electrónica fusionada con música autóctona junto Chancha Vía Circuito desde Argentina y Radio Cutipa, ensamble del cual forma parte Luis Daniel junto a RaBeat, René Hamel e Imilla Cósmica.
En cuanto a danza, estará el Ballet Folklórico de La Paz (Bafopaz), desplegando su gran experiencia. Y el teatro tendrá una gran representación, como la obra Yo También Me Llamo HOKUSAI, protagonizada por Iván Hochman, el intérprete de Fito Páez en la serie de Netflix. También estará La Cena de Los Tontos, una comedia francesa que ha sido adaptada a La Paz por Percy Jiménez y Agustín Vásquez desde Argentina. Finalmente, el Teatro de los Andes con el Grupo Las Miskis presentaran En la Cueva del Lobo, una obra para toda la familia.
La gestión cultural independiente
El apoyo a la gestión cultural independiente en nuestro país es más precario que en otros lados, existen muy pocas propuestas estables por parte del estado. Tampoco disponemos realmente de asociaciones fuertes de artistas o gestores donde uno pueda encontrar una herramienta de presión para negociar políticas culturales, las cuales a su vez son escasas y no poseen reglamentaciones claras; tomemos como ejemplo el caso de la ley 2206 que apoya a los artistas nacionales con la exención de impuestos a sus entradas, pero que funciona de manera directa solamente en espacios estatales, pues si un espacio independiente quiere beneficiarse de dicha ley existe una gama de trámites extenuantes a realizar para cada presentación, burocracia que nos hace pensar que el apoyo a los artistas nacionales se ejerce solamente cuando estos se presentan en los espacios estatales. Este contexto dificulta el trabajo de los espacios independientes quienes, de todas formas, realizamos los trámites correspondientes y generamos mucho movimiento, y aunque existan iniciativas interesantes como las “certificaciones de centro cultural” avaladas por la Secretaría de Culturas (en el caso de La Paz), estas no generan un beneficio real con respecto a esta importante ley.
También puede leer: Apuntes sobre ‘Cuidar el fuego’
Creo que es fundamental elaborar políticas claras e integrar a los espacios independientes que demuestren su compromiso con el desarrollo y la promoción de la cultura para lograr trabajar de manera eficaz en beneficio de la profesionalización del sector, ya que la materia prima —que vendrían a ser las propuestas artísticas— está presente por demás en nuestro territorio que goza de una enorme diversidad y riqueza cultural, más los espacios estatales no abastecen y necesitan de la existencia de espacios independientes serios para satisfacer las necesidades del creciente sector. Por el momento es solamente el público y su gusto por las artes escénicas el que sostiene a nuestros espacios y nosotros siempre estaremos agradecidos por su gran apoyo.
Luis Daniel Iturralde Gestor cultural
Texto: Pedro Pablo Siles R.
Fotos: Teatro Nuna.