Industrialización: Bolivia es una ‘plaza importante’ para inversiones
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Los Ministros de Planificación e Hidrocarburos explican los esfuerzos del país.
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Sergio Cusicanqui: Abordó también los sectores clave para la industrialización que se ha identificado en el país.
ENTREVISTA
Desde 2006, en Bolivia se implementó el Modelo Económico Social Comunitario Productivo, el cual permitió recuperar los recursos naturales y, por ende, los excedentes económicos para su posterior redistribución de ingresos. Gracias a ello, el siguiente paso fue la industrialización con sustitución de importaciones. La implementación de esta política conduce al desarrollo de plantas industriales, las cuales contribuirán a fortalecer el sector productivo con sustitución de importaciones en temas de hidrocarburos, fertilizantes y otros sectores de impacto económico y social.
Esta contextualización y el avance de la industrialización, además de su relevancia para el país son explicados por el ministro de Planificación para el Desarrollo, Sergio Cusicanqui.
—¿Cuál es la relevancia de la industrialización para la economía boliviana?
—Es necesario contextualizar este proceso de industrialización con sustitución de importaciones. Desde 2006, se implementó el Modelo Económico Social Comunitario Productivo, en su primera etapa ha sido fundamental la recuperación de los recursos naturales, que han permitido dejar en el país los excedentes económicos para encarar el proceso de redistribución de los ingresos. En ese contexto, el siguiente paso es la industrialización con sustitución de importaciones. Eso significa generar una economía de base ancha que no dependa de un solo sector o de la producción o exportación de un solo producto, y que más bien pueda tener una diversidad de productos y sectores para generar un proceso de crecimiento económico sólido, pero fundamentalmente sostenido en el tiempo. Esa es la importancia del proceso de industrialización en nuestro país, poder generar diferentes industrias en los diversos sectores, que generen nuevas fuentes de empleo, ingreso y un efecto dinamizador dentro la economía boliviana.
—¿Cuáles son los sectores clave para la industrialización que se ha identificado en el país?
—Claramente hay sectores que tienen un gran potencial en la economía boliviana, uno de los más importantes es la producción de alimentos, porque somos capaces de abastecer el mercado nacional. Pero también hemos identificado ese potencial para exportar productos agrícolas y alimentos transformados con valor agregado hacia diferentes mercados como el de China, donde incursionamos con la exportación de productos cárnicos o el mercado de Brasil que también tiene una gran demanda por alimentos. Sin lugar a dudas, los sectores tradicionales mantienen una importancia significativa; por ejemplo, el sector de hidrocarburos en el que estamos recuperando el tiempo perdido en exploración, para fortalecer la producción y destinarla a la industrialización a través de la implementación de una segunda planta de urea y amoniaco en Santa Cruz. Asimismo, industrializaremos al sector minero, con el desarrollo de plantas de zinc en los departamentos de Oruro y Potosí, con lo que se busca mantener la importancia de este sector productivo y de esta manera dejar de exportar solamente concentrados y más bien producir mineral refinado. Ahí radica la importancia de la industrialización en los sectores tradicionales y también los sectores vinculados a la producción agropecuaria. Tenemos otras industrias que estamos llevando adelante. Por ejemplo, se ha entregado en septiembre de la pasada gestión, la planta de producción de fertilizantes NPK en base a fósforo y nitrógeno en Cochabamba. Asimismo, la planta siderúrgica del Mutún que se encuentra en su última fase de construcción. La planta de biodiésel en Santa Cruz, la planta de industrialización de la hoja de coca en Cochabamba, también se encuentran en última fase de implementación. Además de lo mencionado, el Gobierno nacional implementó otro tipo de medidas como el programa SIBolivia, que ha permitido, desde noviembre de 2020, reactivar los emprendimientos desde los más pequeños hasta los más grandes a través de créditos con una tasa de interés prácticamente simbólica de 0,5%. Hasta la fecha se han desembolsado más de Bs 1.600 millones que permitieron incentivar esos emprendimientos después de la pandemia. También, el restablecimiento de las metas de cartera de crédito productivo en el marco de la Ley de Servicios Financieros, medida orientada a dinamizar la economía boliviana con la otorgación de créditos al sector productivo. Estamos impulsando la importación de bienes de capital y maquinaria, para modernizar y mejorar la producción de todos los emprendimientos que acceden a este beneficio, a través de la exención del IVA para su importación y esto por supuesto está generando un cambio tecnológico en la industria nacional tanto pública como privada y se mejora el rendimiento de las inversiones. Además, desde el Gobierno nacional hemos generado un fondo concursable para los diferentes municipios, orientado a fomentar y explotar las potencialidades que tienen las regiones en términos productivos e industriales. Con este fondo productivo se están implementando más de 80 plantas industriales que están empezando a cambiar la realidad de los municipios con la generación de empleo y nuevas fuentes de ingresos. Está claro que la política de industrialización tiene varias aristas que nos permiten alcanzar esta economía de base ancha en los siguientes años.
—¿Cómo se están promoviendo las inversiones tanto nacionales como extranjeras, públicas y privadas, en proyectos industriales dentro del país?
—El primer aspecto que hay que tomar en cuenta para promover las inversiones tanto públicas y privadas, nacionales y extranjeras, es generar un escenario económico dinámico, que tenga crecimiento económico, pero también estabilidad y certidumbre en cuanto al comportamiento de los precios. Y eso es lo que desde el Gobierno nacional se ha impulsado, a pesar de los problemas internos y un contexto internacional complejo y desfavorable que ha llevado a muchas economías de la región a registrar recesión económica. Es decir, crecimiento económico negativo. Entonces, desde el Gobierno nacional la visión es que la primera condición para fomentar la inversión es precisamente un escenario de crecimiento económico dinámico, propicio para atraer más y mejores inversiones públicas y privadas, apuntalando todo el proceso de industrialización. Asimismo, con la firma de convenios para la explotación del litio con diferentes empresas de China, Rusia e India, el acercamiento a otras empresas y el lanzamiento de nuevas convocatorias, dan el ejemplo, desde el sector público, de que se puede hacer emprendimientos productivos e industriales de gran envergadura en acompañamiento con el sector privado. Tal es el caso del acercamiento de Bolivia con la empresa argelina vinculada a la explotación de hidrocarburos, demostrando que Bolivia es una plaza importante para poder recibir inversión extranjera; liderando como Gobierno el proceso de industrialización y que coincide con la visión del empresariado nacional. De esta manera, en los siguientes meses esperamos ir concretando las iniciativas del sector privado para poder acompañar de manera sólida este proceso de industrialización en el país.
—¿Cuáles son las inversiones que se vienen realizando en el país desde que el Gobierno nacional optó por la política de industrialización con sustitución de importaciones?
—Los primeros resultados de este proceso de industrialización se van concretando, las industrias que se habían iniciado hace algunos meses se han ido entregando o están en la última etapa antes de la puesta en marcha, como mencionábamos anteriormente, fertilizantes, biodiésel, coca y hierro son algunos ejemplos de que el proceso de industrialización se va consolidando en todo el territorio nacional. Estamos trabajando como Gobierno para poder acelerar la construcción y la implementación de estas industrias y también poder trabajar en el ingreso a los mercados de estos nuevos productos tanto a nivel nacional y posteriormente proyectar la exportación de los mismos a los mercados internacionales.
—¿Cuáles son los principales resultados hasta el presente de la política de industrialización con sustitución de importaciones?
—En primera instancia es importante ver y reiterar el rol estratégico de la política de industrialización con sustitución de importaciones y en ese marco, ese rol estratégico de la industrialización está vinculado a generar un proceso de crecimiento económico sostenido y también generar nuevas fuentes de empleo. En ese marco, Bolivia ha logrado mantenerse en la senda del crecimiento económico, con la reducción del desempleo, incluso ser reconocido como uno de los países que ha recuperado de mejor manera los niveles de ocupación previos a la pandemia. Entonces, todo eso cobra mayor importancia en un contexto internacional desfavorable que está causando recesión económica, es decir, crecimiento económico negativo en las economías del mundo y fundamentalmente de la región. Esos son los principales resultados que podemos mencionar. Ya de manera un poco más específica, hace un tiempo, el Viceministerio de Comercio Exterior publicó una cifra que es bastante interesante y nos señala que, durante 2023, las importaciones se habrían reducido en alrededor de 658.000 toneladas en más de 200 productos de rubros como alimentos, dentro de los que destacan harina de trigo, arroz, frutas, lácteos, productos a base de cereales, pescado y derivados, entre otros. Y esto ya nos demuestra los primeros grandes resultados de este proceso de industrialización con sustitución de importaciones. Estamos llevando adelante más de 150 plantas de industrialización en todo el territorio nacional. Aproximadamente, 77 ya se encuentran en etapa de ejecución y el resto están en proceso de adjudicación o en etapas de licitación o estudios de preinversión. Actualmente se avanza en ese marco dentro de lo que es la construcción y llevar adelante todas estas plantas de industrialización y esperamos que estos resultados se vayan mejorando y se demuestre que se está generando esta economía de base ancha.
—Crear una base industrial viene acompañado de formación de profesionales, infraestructura vial, energética y logística, entre otros elementos. ¿Cuáles son los principales desafíos del país en ese sentido y qué planes se tiene para mejorar las condiciones?
—Por supuesto, un proceso de industrialización tiene diferentes desafíos, uno de los más importantes es mejorar las condiciones de transitabilidad en el país, por eso venimos gestionando diferentes proyectos de infraestructura vial, para poder dar certidumbre y mejorar en los costos logísticos del transporte y traslado de la producción nacional. Estamos comprometidos, dentro de nuestras posibilidades, a buscar más financiamiento externo para llevar adelante estos proyectos viales y de esa forma crear condiciones óptimas para el transporte de nuestros productos. Una vez más instamos a la Asamblea Legislativa Plurinacional pueda tratar con prontitud estos proyectos de infraestructura, que van en beneficio de la población y del sector productivo. El país necesitará profesionales especializados, capaces de liderar, administrar, dirigir y gestionar el proceso técnico de la industrialización por lo que va a ser importante el acompañamiento de todas las universidades del país en la formación de estos profesionales. Como Gobierno nacional estamos impulsando el Programa de Becas Bicentenario, con 200 espacios para posgrados, maestrías, doctorados y especialidades médicas y de esa manera preparar a nuestros jóvenes para que con su conocimiento fortalezcan y lleven adelante este proceso de transformación e industrialización del país. Contamos también con el Fondo de Investigación en Ciencia y Tecnología, que busca integrar a la investigación con el sector productivo, como mecanismo fundamental para poner la ciencia al servicio de la producción e impulsar la industrialización.
—¿Cómo se está abordando la sostenibilidad en el proceso de industrialización?
—La estrategia integral de industrialización inicia con la producción de materias primas para abastecer de manera permanente a las plantas industriales, permitiendo la creación de productos con valor agregado que puedan ser comercializados en diversos mercados del país; así también, orientamos esfuerzos a mejorar la producción agrícola para alcanzar la Seguridad con Soberanía Alimentaria. Entonces la sostenibilidad del proceso de industrialización, en esa visión integral, va desde el fortalecimiento de la producción de materia prima a través de proyectos de riego tecnificado mejorando el rendimiento de los productos en las diferentes zonas ecológicas de nuestro país.
—¿Qué oportunidades de desarrollo industrial se están identificando en las diferentes regiones de Bolivia?
—Nuestro país tiene un gran potencial productivo y lo que queremos es que cada región pueda aprovechar esa potencialidad para producir primero la materia prima y después transformarla. Por ejemplo, en minería destacan la planta de industrialización del Mutún en Santa Cruz, la industrialización del Litio y del Zinc en Potosí y Oruro, que fortalecen el potencial minero. Así también, en La Paz la planta de procesamiento de papa está a punto de finalizar su construcción. En Beni y Pando se está estableciendo plantas de procesamiento de frutos y productos amazónicos, mientras que otra planta arrocera ya ha sido entregada en la misma región. Además, hay otros proyectos de menor escala en marcha, como el aprovechamiento de la producción de ajo en el municipio del Puente, en Tarija, y la instalación de la industria de camélidos en Oruro. En Chuquisaca, se está impulsando la producción de frutas en la zona de los Cintis. Cómo no mencionar también la industria de la química básica y los productos farmacéuticos. Por tanto, cada departamento tiene diferentes potencialidades y estamos enfocados en aprovechar cada una de las mismas para fortalecer este proceso de industrialización y de incremento de la producción a nivel nacional.
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Perfil
Nombre: Sergio Cusicanqui
Profesión: Economista
Cargo: Ministro de Planificación del Desarrollo
Trayectoria
Estudió Economía en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), alcanzando el grado de licenciatura en la gestión 2005, cuenta con una Maestría en Economía Corporativa y Financiera en la Universidad Andina Simón Bolívar, Diplomado en Métodos Cuantitativos para el Análisis Económico en la Universidad Privada Boliviana y un Diplomado en Evaluación y Administración Pedagógica del Aula en Educación Superior. En su trayectoria profesional, tiene más de 14 años de experiencia en el sector público, desarrolló funciones como Analista en la Unidad de Gestión y Análisis de Deuda, Director General de Crédito Público y ejerció el cargo de Viceministro del Tesoro y Crédito Público en el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. En la gestión 2022 asumió el cargo de Ministro de Planificación del Desarrollo.
Sergio Cusicanqui: El Ministro de Planificación del Desarrollo habló sobre la relevancia de la industrialización para la economía boliviana. Abordó también los sectores clave para la industrialización que se ha identificado en el país. Señaló, además, cómo se están promoviendo las inversiones tanto nacionales como extranjeras, públicas y privadas, en proyectos industriales dentro del país. Enfatizó, asimismo, las inversiones que se vienen realizando en el país desde que el Gobierno nacional optó por la política de industrialización con sustitución de importaciones. Mencionó los principales resultados hasta el presente de esta política. Apuntó los principales desafíos del país en ese sentido y qué planes se tiene para mejorar las condiciones. Finalmente, compartió cómo se está abordando la sostenibilidad en el proceso de industrialización.