Banco Mundial: ‘Se debe acelerar la igualdad de género’
Ajay Banga, presidente del Banco Mundial, habla con una mujer en Johannesburgo.
Las oportunidades económicas de las mujeres son menores en todo el mundo.
INFORME
Las mujeres disfrutan apenas del 64% de los derechos que gozan los hombres. Una mayor equidad en las oportunidades económicas permitiría que la economía mundial crezca en un 20%.
La brecha global de género en cuanto a las oportunidades económicas de las mujeres es significativamente mayor de lo que se pensaba anteriormente. Aunque los países de todo el mundo han logrado avances sustanciales en la promulgación de leyes que brinden igualdad de oportunidades, la mitad de la humanidad (3.900 millones de mujeres en todo el mundo) enfrenta barreras legales que afectan su participación económica, señala un reciente reporte del Banco Mundial.
Todos los padres esperan que las alegrías y los éxitos de sus hijos eclipsen los desafíos y frustraciones que enfrentarán en la vida. Sin embargo, muchos progenitores sienten indignación cuando se enteran de que en ningún país del mundo sus hijas tendrían las mismas oportunidades, derechos y ventajas laborales que sus hijos.
“No podemos derrotar a la pobreza con la mitad de la población mundial al margen”, dijo al respecto el presidente del Banco Mundial, Ajay Banga. El informe de la institución que preside, titulado “Mujeres, empresas y la ley 2024”, presenta nuevas mediciones para rastrear el progreso global hacia la igualdad legal de género en 190 economías alrededor del mundo. Es el décimo de una serie de estudios sobre esta temática.
En su última edición, el reporte por primera vez va más allá de la medición de las leyes escritas y examina la existencia de los marcos que apoyan su implementación. Considera además las opiniones de los expertos sobre los resultados en la práctica. Así, cubre 10 indicadores: seguridad, movilidad, lugar de trabajo, remuneración, matrimonio, paternidad, cuidado de los niños, espíritu empresarial, activos y pensiones.
BRECHA.
Aunque las economías han logrado avances notables a lo largo de décadas en la promulgación de leyes de igualdad de oportunidades para las mujeres, hoy ellas disfrutan de menos de dos tercios de los derechos legales disponibles para los hombres; no tres cuartas partes como se estimaba anteriormente. La cifra más baja refleja las principales deficiencias reveladas una vez que se dio seguimiento a dos nuevos indicadores por primera vez este año: seguridad y cuidado infantil. Las deficiencias en estas áreas desalientan a las mujeres a ingresar a la fuerza laboral global. Cuando se tienen en cuenta estos indicadores adicionales, ningún país ofrece igualdad de oportunidades para las mujeres.
37 economías otorgan a las mujeres menos de la mitad de los derechos legales de los hombres en detrimento de 500 millones de mujeres, indica el informe del Banco Mundial.
La brecha es incluso mayor en la práctica de lo que sugieren las leyes de igualdad de oportunidades que figuran en los libros. La implementación efectiva de las leyes depende de un marco de apoyo adecuado; por ejemplo, mecanismos sólidos de aplicación, un sistema para rastrear las disparidades salariales relacionadas con el género y la disponibilidad de servicios para las mujeres que sobreviven a la violencia.
El análisis revela una sorprendente brecha en la implementación de la normativa redactada. Aunque las leyes vigentes implican que las mujeres disfrutan aproximadamente del 64% de los derechos de los hombres, las economías, en promedio, han establecido menos del 40% de los sistemas necesarios para su plena implementación. Por ejemplo, 98 economías han promulgado leyes que exigen la igualdad de remuneración para las mujeres por un trabajo de igual valor. Sin embargo, solo 35 economías (menos de una de cada cinco) han adoptado medidas de transparencia salarial o mecanismos de cumplimiento para abordar la brecha salarial. Los expertos perciben que aproximadamente la mitad de las mujeres en las economías examinadas tienen igualdad en cuanto a remuneración y acceso a empleos bien remunerados.
Las mujeres tienen el poder de impulsar la economía global y, sin embargo, las leyes y la falta de cumplimiento tienden a mantenerlas al margen. En una era de crecimiento persistentemente lento, aumentar la participación de las mujeres en la fuerza laboral mundial podría mejorar significativamente las perspectivas, afirma el análisis del organismo internacional.
Cerrar la brecha de género en el empleo y el espíritu empresarial podría aumentar el producto interno bruto mundial en más de un 20%. Eliminar la brecha de género durante la próxima década esencialmente duplicaría la actual tasa de crecimiento global.
REFORMAS.
En 2023, los gobiernos de todo el mundo fueron especialmente asertivos al promover tres categorías de reformas legales para la igualdad de oportunidades: salario, derechos de los padres y protecciones en el lugar de trabajo.
Azerbaiyán, Jordania, Malasia, Omán, Sierra Leona y Uzbekistán promulgaron en conjunto 10 reformas que exigen la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor o eliminan las restricciones a la capacidad de la mujer para trabajar en empleos industriales o peligrosos.
Chipre, Malasia, Omán, Ruanda, Sierra Leona, la República Eslovaca y Togo introdujeron en conjunto 15 reformas que ampliaron las licencias de maternidad y paternidad o prohibieron el despido laboral de una mujer embarazada.
Armenia, Guinea Ecuatorial, Jordania, Moldavia y Surinam promulgaron ocho reformas que prohíben el acoso sexual en el lugar de trabajo.
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Casi todas las economías obtuvieron malos resultados en los dos indicadores a los que se les dio seguimiento por primera vez: seguridad y cuidado infantil. La debilidad es mayor en la seguridad de las mujeres. El puntaje promedio global es de solo 36, lo que significa que las mujeres disfrutan de apenas un tercio de la protección legal que necesitan contra la violencia doméstica, el acoso sexual, el matrimonio infantil y el feminicidio. Aunque 151 economías cuentan con leyes que prohíben el acoso sexual en el lugar de trabajo, solo 39 tienen leyes que lo prohíben en espacios públicos. Por lo tanto, las mujeres enfrentan peligros al utilizar el transporte público para ir al trabajo. En total, 139 economías carecen de una legislación adecuada que prohíba el matrimonio infantil, lo que normalmente anula las futuras oportunidades educativas y económicas de las niñas.
La mayoría de las economías también obtienen malos resultados en materia de leyes relativas al cuidado infantil. Las mujeres dedican, en promedio, 2,4 horas más al día al trabajo de cuidados no remunerado que los hombres, gran parte de las cuales involucran a niños. Ampliar el acceso al cuidado infantil tiende a aumentar la participación de las mujeres en la fuerza laboral en alrededor de un punto porcentual inicialmente, y el efecto se duplica en cinco años. Solo 62 economías (menos de un tercio) han establecido estándares de calidad que rigen los servicios de cuidado infantil. Como resultado, en 128 economías las mujeres pueden pensar dos veces antes de ir a trabajar mientras tienen hijos a su cargo. Las mujeres también enfrentan obstáculos importantes en una variedad de otras áreas.
ECONOMÍA.
A nivel mundial, solo el 44% de las disposiciones legales que apoyan el espíritu empresarial de las mujeres están vigentes. Más aun, en todo el mundo, las mujeres ocupan solo uno de cada cinco puestos en juntas directivas corporativas.
Menos de una de cada cinco economías impone criterios sensibles al género en los procesos de contratación pública, lo que significa que las mujeres quedan en gran medida excluidas de una oportunidad económica de casi $us 10 billones al año, según la estimación realizada por el Banco Mundial.
Las mujeres ganan solo 77 centavos por cada dólar que se les paga a los hombres. En total, 92 economías carecen de disposiciones que obliguen a igual remuneración por trabajo de igual valor; 20 prohíben a la mujer trabajar de noche; y 45 prohíben a una mujer trabajar en trabajos considerados peligrosos.
En 28 economías, una mujer no puede transmitir su nacionalidad a sus hijos de la misma manera que un hombre. En 50 economías, una mujer no disfruta del mismo derecho a conferir la ciudadanía a su cónyuge extranjero.
Estas disposiciones discriminatorias en las leyes de nacionalidad perjudican las oportunidades económicas de la mujer, limitando sus derechos de herencia y propiedad y sus oportunidades de empleo.
En 62 economías, la edad a la que hombres y mujeres pueden jubilarse no es la misma, y las mujeres se jubilan antes que los hombres. En 81 economías, los beneficios de pensión de una mujer no tienen en cuenta los períodos de ausencia laboral relacionados con el cuidado de los niños.
RECOMENDACIONES.
El reporte del Banco Mundial incluye una serie de sugerencias para que los diferentes gobiernos puedan implementarlas y así acelerar el progreso hacia la igualdad de género en las empresas y la ley.
Entre los principales puntos que señala el organismo están los siguientes: – Acelerar los esfuerzos para reformar leyes y promulgar políticas públicas que empoderen a las mujeres para trabajar e iniciar un negocio.
– Mejorar las leyes relacionadas con la seguridad de las mujeres, el acceso al cuidado infantil y las oportunidades comerciales.
– Establecer marcos que apoyen la implementación efectiva de leyes que promuevan la igualdad de género.
– Promulgar reformas legales que exijan la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor y eliminen las restricciones a la capacidad de las mujeres para trabajar en empleos industriales.
– Ampliar las disposiciones sobre licencias de maternidad y paternidad y prohibir el despido de mujeres embarazadas.
– Prohibir el acoso sexual en el lugar de trabajo, en los espacios públicos, en la educación y en línea.
– Proporcionar apoyo financiero a padres con niños pequeños y establecer estándares de calidad para los servicios de cuidado infantil.
– Implementar cuotas legalmente vinculantes para mujeres en juntas directivas corporativas y exigir criterios sensibles al género para los procesos de contratación pública.
– Garantizar igualdad de beneficios de jubilación para las mujeres, teniendo en cuenta los períodos de ausencia laboral relacionados con el cuidado de los hijos.