Había que ganar y apareció Messi
Argentina comienza su andadura en procura del título con una victoria apretada sobre Bosnia
Si hay algo importante para una selección que aspira a lograr la corona mundial es ganar de entrada, eso hizo ayer Argentina sobre una complicada Bosnia-Herzegovina (2-1), más allá de que su juego hubiera convencido poco, salvo cuando un golazo de Messi —el segundo— animó más a la albiceleste, aunque un descuento cerca del final le produjo algún susto y le dio emoción a la recta final.
El partido terminó con un resultado apretado y la sensación de que Argentina pudo ganarlo con mayor diferencia si embocaba alguna situación más que tuvo desde que se puso 2-0; sin embargo, acabó sufriendo y, por tanto, dejó sabor a poco porque, en su desarrollo, tuvo intermitencias, o bisagras, de las que dependió mucho el ánimo para encarar lo que faltaba.
Queda clara una cosa. Aunque no hizo mucho, Messi tuvo destellos de buen fútbol —el gol que hizo fue a través de una magnífica definición, propia de su sello— que hacen avizorar que puede convertirse en la figura que se espera de él, pero también que Argentina por ahí va a depender demasiado de su astro.
Aunque fue un gol a su favor, al conjunto sudamericano le hizo mal ponerse en ventaja tan pronto, a los dos minutos, con un autogol de Sead Kolasinac, porque frenó los instintos ofensivos con los que seguramente entró a la cancha, y le dejó metros a Bosnia para que aparte de ofrecer una buena imagen, tuviera opciones, como que Romero —el golero sudamericano— fue exigido hasta un par de veces y evitó el empate en el primer tiempo.
Bosnia se animó a jugarle de igual a igual a Argentina, que no hizo pie por largo rato. Estuvo bastante cerca de igualarle.
Los cambios que hizo Sabella para el segundo tiempo recompusieron el sistema táctico, que antes estaba demasiado conservador, y sobre todo con Gonzalo Higuaín en la cancha armó un cuadro más ofensivo.
De esa manera, el volumen de juego fue en incremento, Messi tuvo más la pelota y generó situaciones que no terminaron bien por mala definición.
Bosnia no se quedó e hizo que el partido fuera de ida y vuelta.
Pero Argentina, mediante Messi, asociado con Higuaín, logró anotar el segundo.
La albiceleste pudo haber convertido uno más, mientras Bosnia no se rindió y en ese afán generó una buena jugada “entre líneas” que Ibisevic la definió mandando la pelota entre las piernas de Romero para descontar a cinco minutos del final.
Argentina optó por cuidarse y ya no pasó más sustos; así firmó una victoria, la primera, pero con la necesidad de mejorar sí o sí.
Sabella cambió sistema al 4-4-2
Muy poco
En el primer tiempo, Argentina —aparte del autogol a su favor— recién llevó peligro al arco rival a los 30’.
Cambios
El DT argentino hizo un cambio de sistema, del conservador 5-3-2 al 4-4-2 ofensivo, con Higuaín y Gago.
‘Hicimos un gran segundo tiempo’
AFP – Río de Janeiro
El escenario estaba armado con el mítico Maracaná lleno de simpatizantes argentinos en el debut mundialista de su selección. Pero faltaba la estrella principal. Hasta que de repente Lionel Messi apareció y llenó de fútbol la noche.
El crack del Barcelona no tuvo un partido brillante ni mucho menos, aunque su hermoso gol mediando el segundo tiempo, que definió el duro debut de Argentina ante Bosnia (2-1), le bastó para dejar su sello y ser elegido el mejor del encuentro.
“Es importante empezar ganando los tres puntos, si bien tenemos cosas que mejorar”, destacó el rosarino, reconociendo que el debut en Brasil 2014, su tercer mundial, no fue fácil por “los nervios y la ansiedad”.
Tras un primer tiempo más que discreto, Messi cambió cuando el técnico Alejandro Sabella abandonó su planteo conservador y colocó a Higuaín y Gago para unir a los “cuatro fantásticos” del ataque con Sergio Agüero y Ángel di María.
“Hicimos un gran segundo tiempo, tuvimos la pelota, creamos ocasiones. Así es como tenemos que seguir”, afirmó.