Algo bueno debe haber
Como ocurre en la política, donde es un pecado reconocer que el del frente lo hace bien, el fútbol boliviano extraña una oposición constructiva que ayude a generar consecuencias positivas.
Como ocurre en la política, donde es un pecado reconocer que el del frente lo hace bien, el fútbol boliviano extraña una oposición constructiva que ayude a generar consecuencias positivas.
Van casi ocho meses desde que la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) cambió de directorio, pero haga lo que haga éste —y no son pocas las buenas señales que ha comenzado a mostrar—, el puñado de dirigentes que perdió la elección sigue con la cantaleta del desprestigio, el ninguneo y los esfuerzos cuyo único propósito es impedir a toda costa los avances.
En esa contienda electoral de abril hubo un ganador y un perdedor. Ahí debió quedar todo. Cada quien a cumplir su labor desde donde le toque. O tendría que haber sido el punto de partida en la búsqueda conjunta de un verdadero horizonte que ayude a nuestro fútbol a salir adelante.
No ocurrió. Hoy, cada que el oficialismo —por llamarlo de esa manera— da un paso, la oposición —lejos de formular una crítica serena y propositiva— pone zancadillas, hace caer, destruye…
Pero en medio del lodo no hay razón para desconocer que algo ha comenzado a cambiar para bien. Habrá que ver cómo acaba; sin embargo, lo importante por ahora son los primeros pasos.
Con un técnico resistido por sus actos, que no tienen que ver con su capacidad futbolística, la selección nacional mayor ha comenzado a tomar una fisonomía renovadora, que es lo que se pedía.
Tanto se habló de ponerle atención a las divisiones menores, que ahora las señales son buenas a partir de la contratación de un cuerpo técnico especializado y exclusivo, una inédita gira de la Sub-20 y una preparación diferente a anteriores de la Sub-17.
Se nota inversión en eso como también en la capacitación. Desde abril, los cursos FIFA han abundado como nunca, aunque quizás no se les da la importancia que amerita. Pero están y algún beneficio tienen que reportar.
A veces es mejor dejar de fijarse en lo malo que siempre es llamativo y prestarle atención a todo lo bueno. Por qué no hacerlo.