La decisión de Natxo
Introducción: el presidente Marcelo Claure manda un mensaje desde la lejanía del Twitter. “Todos claros. No hay excusas. A dejar todo en la cancha mañana. A sofocarlos desde el primer segundo”. El entrenador vasco Natxo González no lee redes sociales y toma su decisión: la de la paciencia, la de la tranquilidad, la de trabajar el partido desde el toque, sin nervios, apostando al desgaste, no al ahogo que deseaba/soñaba el mandatario. La vida se construye con decisiones, cada momento es una decisión y la de Natxo, como la de Sophie en la mítica/hermosa película de Alan J. Pakula es la que es. Montevideo Wanderers llega a un Siles vacío con la penalidad del Covid en varios jugadores, incluido su arquero titular.
Nudo: la otra decisión del director técnico celeste es la apuesta por Hernán Rodríguez de enganche y Erwin Saavedra de puntero por derecha. El “dibujo” (4-2-3-1) no se mueve pero en el tablero del vasco las piezas de su ajedrez comienzan a ser polivalentes, como el fútbol moderno y físico de hoy en día lo requieren. El gol tempranero tras magnífica asistencia del catalán Granell no cambia la idea inicial de la “Academia”. El “tempo” no se negocia. Bolívar utiliza todo el ancho de la cancha, filtra por medio, controla pelota/juego, lateraliza y profundiza, ataca los espacios, rompe líneas, traza diagonales, bascula, sorprende con cambios de juego. Es inteligente, práctico y eficiente. Hernán y Saavedra se reparten protagonismo estelar y Ramos comienza a justificar su fichaje, arranca el camino necesario para hacer olvidar a Riquelme. El segundo gol celeste también es psicológico, llega sobre el final de la primera parte, como la roja absurda de un hombre “bohemio” y desesperado.
Desenlace: la segunda parte es más de lo mismo. A la hora de juego, el “score” sentencia con un 4-0 en el vetusto marcador con un golazo en suspensión (a lo Cristiano) de Leo Ramos, una postal estética para el recuerdo. El arquero uruguayo Silveira se queda manco para componer una estampa de conmovedor héroe trágico. En la otra valla, Rojas vuelve a demostrar que es el mejor “goal keeper” boliviano hoy en día. Luego llegan los cambios para dar minutos al albanés Sadiku (por Miranda); y a la juventud prometedora de la “Academia”: el cruceño/prometedor/encarador Kevin Salvatierra, el veloz Víctor Ábrego –que hace el quinto- y Gabriel Villamil.
Post-scriptum: Bolívar está buscando una manera identificable de estilo/idea. Duerme a la presa con tiempo/paciencia y ataca vorazmente el espacio. Ya lo dijo un día el culé Xavi Hernández, “el fútbol es espacio y tiempo”.
(16/03/2021)