Control social para producir coca, una política de Estado
Mediante la base de datos el sistema registra la circulación de coca en los puntos de control; así se puede conocer información sobre el productor, la cantidad que transporta, su procedencia y el destino de la hoja.
El control social de la producción de coca, un programa que fue impulsado por el Gobierno con financiamiento de la Unión Europea, va camino a constituirse en una política de Estado.
Dicho proyecto, que tuvo una duración de cinco años, finalizó el jueves, pero el viceministro de la Coca, Dionicio Núñez, aseguró que por su importancia y dado que es una política efectiva, se dará continuidad al mismo.
Sin embargo, aún no está claro de dónde provendrán los recursos para financiarlo, dónde funcionará operativamente, o de qué instancia dependerá, aunque Núñez ya piensa en exportar la experiencia a Colombia o Perú.
“El Estado está interesado en su continuidad, esperamos que haya cooperación internacional, pero si no fuera así, el Estado va a destinar recursos”, aseveró.
A fin de que este mecanismo prosiga, los ejecutores del Programa de Apoyo al Control Social para la Producción de Hoja de Coca (PACS) presentaron una propuesta para que este proyecto se constituya en una Dirección.
En principio, las actividades del PACS serán transferidas al Viceministerio de Defensa Social porque fue la entidad a través de la cual se ejecutó.
Entre 2008 y 2013, el Programa recibió un financiamiento de 12,1 millones de euros (15,9 millones de dólares) de la comunidad europea y del Ejecutivo.
El viceministro Núñez y el monitor del proyecto, Bruno Terceros, coincidieron en que la implementación del proyecto incidió en la reducción de la producción de coca en 12%, según el último reporte.
“Se ha reducido 12% con participación social y sin violencia. Esta reducción se debe, tanto a instituciones del Estado como al compromiso de las organizaciones sociales, lo que antes no ocurría”, enfatizó Terceros.
Tareas. El PACS, dijo su coordinador, Milton Lozano, orientó sus esfuerzos a que los productores de coca asuman conciencia sobre la importancia de ejercer el autocontrol comunitario. Además —explicó— desarrolló un sistema tecnológico que permite contar con información en línea del estado de los cultivos, datos de los productores y la cantidad de coca que va a los mercados legales.
Para ejercer el autocontrol, las organizaciones elaboraron un reglamento, el cual establece sanciones para quienes excedan la producción.
El trabajo se desarrolló en el trópico de Cochabamba, en Caranavi, Apolo y algunas zonas tradicionales como Irupana.
El especialista en registro del PACS, Pedro Ferrano, afirmó que el control social llegó a un 90% en el trópico cochabambino y a 100% en las otras áreas.
La verificación de ese control abarcó a 400 sindicatos de 1.000 que hay en el Chapare, y 315 en Caranavi y Apolo.
Recursos del programa
- Duración
El Programa de Apoyo al Control Social para la Producción de Hoja de Coca (PACS) se ejecutó entre 2008 y 2013.
- Dinero
Al PACS se le asignó un presupuesto de 12.139.000 euros (aproximadamente 15,9 millones de dólares). De este monto, la cooperación europea aportó con 10 millones de euros y Bolivia con 2.139.000 euros.
- Finalidad
El objetivo del PACS fue el de incrementar las capacidades institucionales del Gobierno y de las organizaciones sociales de productores de coca.
Se diseñó moderna base de datos
El control social a la producción y circulación de coca tiene su base de información en el Sistema de Información de Cultivos de Coca (Syscoca).
Este instrumento fue creado por el Programa de Apoyo al Control Social para la Producción de Hoja de Coca (PACS) y según el especialista de registros, Pedro Ferrano, permite que tanto organizaciones sociales como Estado tengan acceso a información en línea.
El sistema registra datos sobre la circulación de coca en los puntos de control; así se puede conocer información sobre el productor, la cantidad que transporta, su procedencia y el destino de la hoja.
Además, el Giscoca, parte del Syscoca, ayuda a identificar a productores u organizaciones.
Así se puede ver cuáles predios cumplen o exceden la producción de coca que está autorizada.
Impulsan cultivo orgánico de la hoja en la zona tradicional
Elisa Medrano
El Programa de Apoyo al Control Social para la Producción de Hoja de Coca (PACS) coadyuvó a la siembra orgánica de ese producto en la zona tradicional, es decir, en Irupana, la Asunta y Chulumani, una apuesta que logró que Imo Control e Imo Latino certifiquen 500 hectáreas.
Pedro Ferrano, especialista en registro del PACS, explicó que el programa no sólo estuvo orientado a que se deje de cultivar más coca de la que está autorizada, sino que también buscó revalorizar la producción tradicional y ecológica.
Ese criterio fue aplicado, dijo, porque a nivel mundial va cobrando fuerza la producción orgánica.
“Hemos logrado que 500 productores, 500 parcelas sean certificadas como producto orgánico por las instancias de Imo Control e Imo Latino, que tienen acción en todo el mundo, eso quiere decir que si en algún momento se levanta el veto de la ONU, automáticamente la coca tiene certificación como producto orgánico”, afirmó Ferrano.
El viceministro de la Coca, Dionicio Núñez, también ponderó el hecho de que el PACS haya trabajado para que las organizaciones sociales revaloricen la hoja de coca y la producción ecológica.
Ferrano precisó que para impulsar la producción orgánica de la hoja se identificó a comunarios que también se dedican al cultivo ecológico de café, amaranto y otros productos.
Esa experiencia, expresó, no sólo permitió cultivar un producto más sano, sino también incidió en que se frene la erosión de los suelos.
Bruno Terceros, monitor del PACS, explicó que la producción orgánica también fue utilizada como un mecanismo de control social porque fomenta a que los productores puedan orientarse al cultivo de otros alimentos o frutas.
Informó también que dentro del programa se promovió dos estudios: uno referido a si existe mercado para la coca ecológica, es decir, si hay gente que está dispuesta a pagar más porque es ecológica, lo que dio resultados positivos.
Un segundo diagnóstico estuvo enfocado al consumidor, o sea que esté consciente de que la coca que está consumiendo es orgánica.
Esta experiencia de producción ecológica se enfocó en la zona tradicional porque los productores no permitieron que el PACS ingrese de forma directa con el control social.
Ferrano mencionó que dentro del programa se dio un trato preferente a esa región porque es la única reconocida por la Ley 1008.
Producto ecológico
Con la producción de coca ecológica, es decir, que además se seguir los usos tradicionales y ancestrales, se pueda dejar de utilizar fertilizantes químicos.
UE sugiere que se llegue a los Yungas
El delegado de la Unión Europea en Bolivia, embajador Timothy Torlot, recomendó consolidar los procesos iniciados en materia de control social, pero además ampliar la cobertura de este mecanismo hacia la región de los Yungas, donde no se implementó.
Ese desafío, así como la incorporación de ese mecanismo en la ley de Régimen de la Coca para que forme parte del ordenamiento jurídico del país, fue lanzado en la evaluación que hizo sobre la implementación de este programa.
El documento en el que el embajador hace esas recomendaciones forma parte del informe presentado el jueves 21 por el Programa de Apoyo al Control Social de la Producción de la Hoja de Coca (PACS).
Torlot destacó los resultados alcanzados por el PACS, a través de la implementación del Syscoca, el registro biométrico de productores, entre otros. “Ya se ha tenido un claro y visible impacto en la racionalización y la reducción de la superficie de coca excedentaria en Bolivia”, afirmó.
En septiembre del pasado año, el representante de Naciones Unidas, César Guedes, también ponderó los logros alcanzados por el control social y expresó su intención de replicarlo en otros países.