Día de Internet
El objetivo de este Día es dar a conocer la relevancia que tiene este recurso mundial
Desde junio del año pasado, el acceso a internet es un derecho humano reconocido por la Organización de las Naciones Unidas. Así, es normal que la materialización de este anhelo sea objeto de permanente reflexión. El Día Mundial de la Sociedad de la Información, celebrado ayer, ha sido la ocasión más apropiada para alimentar el debate sobre internet y su potencial.
Identificado originalmente como Día de Internet, el 17 de mayo adquirió pronto estatus de internacional al celebrarse en varios países, y finalmente en 2005 la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información lo reconoció oficialmente. Lo importante de esta efeméride radica en el objetivo que se persigue: “dar a conocer mejor la importancia que tiene este recurso mundial, en especial, las posibilidades que pueden ofrecer las TIC a las sociedades y economías, y las diferentes formas de reducir la brecha digital”.
Si bien la introducción de nuevas tecnologías y las diversas prestaciones de las telecomunicaciones inalámbricas están reduciendo a pasos agigantados la brecha (que en Bolivia sigue siendo muy grande) entre quienes pueden acceder a la red de redes y quienes no, hay otras formas que diferencian el acceso de uno y otros a internet, siendo la principal de ellas el ancho de banda disponible, que a su vez determina la velocidad de conexión, y por tanto la posibilidad o no de acceder a ciertos contenidos y servicios disponibles en la red.
Bolivia es un caso paradigmático de estas limitaciones, pues según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el país tiene la conexión a internet más lenta y a la vez más costosa de Sudamérica. El doble que en Perú, el triple que en Argentina o cuatro veces más que en Brasil, y en todos los casos con un ancho de banda equivalente al 10% del de esos países.
La principal causa para este rezago boliviano en el acceso está en la mediterraneidad del país, pues por el solo hecho de no tener acceso propio y soberano al océano, debe pagar un cargo de conexión adicional para acceder a la fibra óptica de la Costa del Pacífico. Irónicamente, el alto costo de acceder a internet para cualquier boliviano, igual que en muchos otros países menos desarrollados, es el que subsidia el impecable servicio en los países que dominan los accesos a la red y los servicios que ofrece y comercia.
Es, pues, bueno tener ocasión de reflexionar sobre el acceso a internet, aun sabiendo que las determinaciones geopolíticas impiden una mejor conectividad, problema que se busca resolver con el satélite, cuyo lanzamiento está anunciado para 2013, pues lo que en el fondo debe importar a la hora del debate y la propuesta es asegurar que las personas, además de acceder a internet, aprendan el modo de apropiarse de su tecnología para ponerla al servicio de los intereses nacionales.