Paraísos o infiernos fiscales
Los grandes capitales salen por los grandes bancos con la permisividad de las autoridades
La profundidad y amplitud de la crisis financiera global sigue sorprendiendo porque cuando más se toca más pus brota. Después del fraude de la tasa Libor, inversiones erróneas de grandes bancos como JP Morgan, los problemas de transparencia del banco del Vaticano, saltó un informe en el Senado de EEUU que “estima que unos $us 7.000 millones que circularon por la rama mexicana del HSBC (banco inglés) implicarían que organizaciones criminales mexicanas aprovecharon la falta de control”.
El senador Carl Levin afirmó que HSBC lavó grandes sumas de dinero procedentes de fondos sospechosos desde lugares como México, Irán, las Islas Caimán, Arabia Saudita y Siria. Entre 2006 y 2009, el banco aceptó más de $us 15 mil millones de sus filiales en esos países de alto riesgo de lavado de dinero, y no supervisó esas transacciones. La investigación concluyó que el regulador bancario estadounidense, la Oficina del Controlador de Monedas (OCC), tampoco supervisó de forma adecuada al HSBC, el cual anunció que “acepta sus errores, que responderá por sus acciones y se comprometerá a reparar lo mal hecho”.
Durante la crisis financiera de 2008 y 2009 se prometió, entre otras medidas, aumentar las regulaciones. En abril de 2009, el G20 anunció el fin de los paraísos fiscales, y algunos de sus miembros hablaron de la necesidad de “refundar el capitalismo”. Pareciera con los grandes bancos son los que más bien van a fundir el capitalismo. La teoría y la ideología del libre movimiento de capitales que pregonaba el FMI a principios de los 90 aún continúan vigentes después del Efecto Tequila, la crisis asiática y brasileña y, ahora último, la crisis financiera global que sigue profundizándose.
Un factor fundamental a la libre entrada y salida de capitales fueron los llamados “paraísos fiscales”. De acuerdo con la ONG británica Red de Justicia Fiscal (TJN), cuatro países latinoamericanos se encuentran en la lista de las 20 naciones que más dinero poseen en paraísos fiscales. Dice que los “supermillonarios” de Brasil han enviado a estos paraísos $us 520 mil millones, los de México $us 417 mil millones, los de Venezuela $us 406 mil millones y los de Argentina $us 399 mil millones. China encabeza la lista con $us 1,1 millón de millones, seguido por Rusia y Corea del Sur. Brasil ocupa el cuarto puesto. John Christensen, director de TJN, señaló: “Instituciones como Bank of América, Goldman Sachs, JP Morgan y Citibank vienen ofreciendo este servicio. Como el Gobierno de EEUU no comparte información tributaria, es muy difícil para estos países llegar a estas cuentas y cobrar impuestos a estos recursos”.
La consultora McKinsey indica que los paraísos fiscales albergaban hasta 2010 al menos $us 21 billones (un millón de millones), cifra equivalente al PIB de EEUU y Japón juntos. Llama la atención este enorme ‘agujero negro’ en la economía mundial que nunca había sido medido: la riqueza privada depositada en cuentas off shore y la cantidad de ingresos que produce libre de impuestos. Estos capitales, alentados por los paraísos fiscales, son los que salen súbitamente, acentuando la crisis financiera y de balanza de pagos.
Generalmente, los controles de capitales son ex post, después que salieron y sólo afectan a las transacciones menores, como las remisiones de divisas de inmigrantes. Los grandes capitales salen por los grandes bancos con la permisividad de las autoridades financieras de los principales países y solamente se preocupan, como en el caso de HSBC, cuando se investiga a países “no amigos”, supuestamente relacionados con el terrorismo.