Nueva educación
La transformación de la educación fiscal boliviana es posible y necesaria
Al parecer, el Presidente del Estado ha decidido transformar la educación en Bolivia, y en las últimas semanas ha comenzado a hacer sugerencias al respecto, que en el Ministerio de Educación se ejecutan como instrucciones. Así, ya se está trabajando en el incremento en las horas de clases desde 2014 y se busca el modo de transformar el desayuno escolar en almuerzo.
En efecto, en un acto celebrado días atrás, el Primer Mandatario señaló que “hay que cambiar el desayuno escolar a almuerzo escolar, vamos a debatir en los distintos departamentos; al momento de salir el niño puede desayunar con sus padres”. Antes de eso, el 16 de diciembre, en el III Encuentro Pedagógico Plurinacional, el Jefe del Estado pidió la ampliación de cuatro a seis o siete horas de clases en los colegios fiscales. Desde ese momento, el Ministro de Educación avaló y apoyó la iniciativa y declaró que la medida se implementará desde 2014 en escuelas que cuenten con la infraestructura y en 2015 se regularizará en todas las unidades.
La iniciativa presidencial surgió con la evidencia de que en las olimpiadas científicas, que afortunadamente ya se han institucionalizado en el país (lo cual representa un excelente incentivo para las y los estudiantes con vocación para las ciencias), quienes han estudiado en colegios privados tienen mejor desempeño y obtienen más medallas.
En respuesta a la iniciativa presidencial, el Presidente de la Junta Nacional de Padres de Familia expresó su total acuerdo, e indicó que “si se va a ampliar el horario escolar, necesariamente tendríamos que pensar en un almuerzo escolar y ya no en un desayuno”. Por su parte, el Secretario Ejecutivo de la Confederación de Maestros Urbanos de Bolivia dijo que estaba de acuerdo con el almuerzo escolar, siempre y cuando no se quitase el desayuno. Finalmente, la Jefa de la Unidad de Desayuno Escolar de la Alcaldía de La Paz sostuvo que “cualquier aporte nutricional es beneficioso para asegurar el desarrollo integral”; no obstante, en las áreas urbanas, “este tema se dificulta, porque se necesita un área de preparado de alimentos y comedores”.
Asimismo, el Presidente abrió la posibilidad de incrementar el sueldo a los profesores con mayor carga horaria, idea que agrada a la dirigencia del magisterio paceño, pues señalan que a más trabajo también corresponde mejor pago. Sin embargo, es evidente que no basta con tener más horas de clases, mejores salarios, más aulas para los nuevos cursos e incluso comedores y cocinas en las escuelas.
Sin un cuerpo docente motivado y entrenado, y un plan de estudios renovado para cubrir las nuevas necesidades de conocimiento, es poco lo que cambiará a la hora de evaluar los resultados. La transformación de la educación fiscal boliviana es posible y necesaria, pero hace falta considerar todos los aspectos para asegurar su éxito.