Gazprom inyectará gas a China
El acuerdo comercial de astronómicas cifras entre Rusia y China tiene además un contenido político
El 23 de mayo dos gigantes como son China y Rusia suscribieron un acuerdo valorado en $us 400.000 millones. La empresa estatal rusa Gazprom suministrará por 30 años, a partir de 2018, a la empresa estatal china China National Petroleum Corporation (CNPC) 38.000 millones de pies cúbicos de gas natural por año. El acuerdo fue suscrito en la ciudad de Shangai por los presidentes de Gazprom y CNPC, Alexei Miller y Zhou Jiping, respectivamente.
El acuerdo comercial de astronómicas cifras tiene además un contenido político. Refuerza las relaciones entre Moscú y Beijing en plena crisis de Ucrania, el país por el cual atraviesan los principales gasoductos de Rusia hacia Europa. El liderazgo de Vladimir Putin se fortalece, Rusia abre nuevos mercados y China asume seriamente dejar de depender del carbón, combustible altamente contaminante. Como dato adicional, el intercambio comercial bilateral tiene un volumen cercano a los $us 90.000 millones por año, pero se prevé que en 2020 esta cifra se duplicará.
El propio Presidente ruso declaró a la agencia Itar-Tass que el acuerdo firmado con China es “el mayor en la historia soviética y rusa”. La estatal CNPC importará el gas ruso a través de un gasoducto que partirá de Irkutsk (la legendaria ciudad de la región de Siberia). Gazprom y su socia china invertirán $us 70.000 millones en infraestructuras y gasoductos. La dimensión de este acuerdo coloca a Rusia y a China como socios estratégicos y se produce luego de varios años de negociaciones en el que el precio del suministro fue el tema más complejo. Pero sin duda fue el conflicto en Ucrania el que agilizó los acuerdos entre Moscú y Beijing. Kiev es un gran deudor de Gazprom, al punto que la estatal rusa advirtió con dejar de suministrar gas a Ucrania a partir del 3 de junio si es que no se pagan las deudas acumuladas.
Los expertos en política exterior han señalado que la alianza energética entre los dos gigantes ha causado recelos en Estados Unidos y en la Unión Europea e inquietud en Japón y Corea del Sur. Esto podría provocar turbulencias en la política exterior de estos países, preocupados por la fortaleza de un eje Moscú-Beijing. Conviene recordar que Rusia y China son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, y en el reciente pasado han coordinado varias decisiones a fin de bloquear (con su derecho a veto) acciones militares que EEUU tenía previsto contra Siria. Además, han impedido represalias más contundentes de Washington contra Corea del Norte, el enfant terrible de Asia.
Con la crisis de Ucrania en pleno desarrollo, Rusia precisaba un mayor acercamiento con China, y el gas natural, un recurso estratégico de ese país, ha sido el mejor vehículo para lograr ese objetivo. Pero en el tablero internacional China tiene también intereses a proteger: el conflicto que sostiene por la soberanía de islas con Japón y Taiwán ha tenido que ser otro factor de peso a la hora de sellar el acuerdo con Rusia.
Bolivia mantiene excelentes relaciones con China y con Rusia, fortalecidas especialmente en estos últimos años. Gazprom ha suscrito con YPFB un contrato de servicios de exploración y explotación en el bloque Azero (Chuquisaca) en el que también participa la francesa Total. Hace dos semanas, en el seno del 4º Congreso de Gas y Petróleo patrocinado por YPFB, el vicepresidente de CNPC para América, Chen Jintao, disertó sobre la importancia que tiene Latinoamérica para la empresa estatal china y remarcó que su empresa mantiene una activa participación en varios países de la región brindando tecnología y recurso humano capacitado. Sin duda, después de la nacionalización producida en mayo de 2006, Bolivia ha demostrado que la alianza entre la estatal YPFB y las empresas públicas y privadas que operan en nuestro país en diversos sectores de la industria petrolera es altamente positiva para su desarrollo.