Matanza en Gaza
Esta nueva matanza solo añade más odio y violencia al conflicto palestino-israelí
La última ofensiva de Israel contra Gaza ha causado miles de heridos y al menos 570 fallecidos, más del 75% son civiles y de ellos más de un centenar son niños. Esta nueva matanza resulta aún más dolorosa y repudiable si se toma en cuenta que, lejos de contribuir a la paz, solamente agrega más odio y violencia al centenario conflicto palestino-israelí.
La versión moderna de esta conflagración se inició con las primeras migraciones judías a Palestina a partir de 1878, cuando el imperio Otomano liberalizó la inmigración. Desde entonces los hebreos, diseminados por todo el mundo, migraron hacia lo que ellos denominaban desde el exilio Eretz Israel (Tierra de Israel), en busca de un “hogar” que les permitiese vivir en paz, bajo la protección de un Estado propio. Este sueño se concretó parcialmente en 1948 con la creación del Estado de Israel, impulsado en parte por el delirio antisemita nazista, que contribuyó para que las potencias del orbe se convenciesen de la importancia de que los hebreos tuviesen un territorio propio, luego de padecer durante 2.000 años persecuciones en diversas partes del mundo y genocidios como el de la Segunda Guerra Mundial o los pogromos en Rusia.
No obstante, con esta fundación la guerra que perseguía a los judíos se trasladó hasta Oriente Próximo, siendo ahora los árabes los más afectados, y en particular los palestinos, quienes desde la Guerra de los Seis Días (1967) se han visto confinados a sobrevivir en condiciones infrahumanas en dos grandes campos de refugiados a cielo abierto: la Franja de Gaza y Cisjordania. Los últimos hechos de violencia comenzaron hace un mes como consecuencia del secuestro y posterior asesinato de tres jóvenes judíos, cuyos cadáveres fueron encontrados el 30 de junio cerca de Cisjordania. Dos días más tarde un joven palestino de 16 años fue quemado vivo en Jerusalén por israelitas de extrema derecha. En respuesta a este asesinato y a los bombardeos del Ejército judío contra miembros y objetivos de Hamas, la organización a la que Israel señala como la responsable de las tres muertes, comenzaron a llover cohetes desde Gaza a Israel, sin causar daños de gravedad. Lo que a su vez generó el operativo Margen Defensivo, que ha causado en dos semanas al menos 570 fallecidos y 3.000 heridos.
Le toca a Israel acabar cuanto antes con esta nueva ola de violencia y dar los primeros pasos para terminar de una vez este centenario conflicto. Y no solo porque están yendo en contra del derecho internacional y de su propia ley, que les ordena “desatar los lazos de maldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los quebrantados y arrancar todo yugo” (Isaías 58:6), sino porque, de lo contrario, terminarán siendo iguales o peores a los tiranos que durante siglos los oprimieron, toda vez que la lógica de la guerra empuja a asesinar por asesinar y termina envileciendo a los hombres más nobles.